12

443 55 19
                                    

El avión de Los Ángeles aterrizo, llegando sano y salvo a su destino junto con todos sus pasajeros abordo.

Los pasajeros empezaron a bajar poco a poco, y entre estos se encontraba aquel castaño junto con los cuatro pequeños que tenia con el. 

Traía puesta una cangurera que le había dado su madre, para que pudiese llevar a los pequeños en esta sin ningún problema. En esta iba Erick, el cual dormía cómodamente sobre el pecho de Christopher, en la parte de atrás de el objeto, el cual tenia otro asiento, el cual iba Joel que jugaba con una bolsa de frituras que dieron en el avión, en sus hombros iba Richard, este estaba tranquilo, de hecho, en todo el viaje lo estuvo y no hubo muchos problemas, y Zabdiel iba de su mano mientras  rascaba su ojito con flojera, Christopher lo había despertado para que caminara y con solo eso, se sentía cansado.

Por otro lado, Christopher se sentía realmente cansado, la noche anterior no había dormido nada por el hecho de que el piso no es lo más cómodo a decir verdad y también su madre lo había levantado super temprano, para que acomodara y organizara. Por ejemplo, los teléfonos de los chicos, los cuáles llevaba en una de sus maletas. Otra cosa eran los artefactos se los chicos; sus afeitadoras, tintes, aretes, anillos, cadenas, entre muchas cosas más. Eso fue muy complicado.

También tuvo que levantarse a bañarlo, lo cual fue muy complicado ya que Zabdiel estaba semidormido y Erick y Richard lloraron como nunca. Aunque el agua ni siquiera estaba tan fría.

Su madre le había ayudado a llegar al aeropuerto regalándole o prestándole, un coche de bebé y aquella cangurera, haciendosele aún más peso del que ya llevaba, pero al menos lo necesitaba.

Terminó de bajar del avión y lo primero que, fueron miles de chicas que esperaban a CNCO, que claro ni hechaban de ver a Chris ya que él y los pequeños estaban bien camuflados y podían pasar desapercibidos entre las personas entre las personas sin ningún problema.

Sabía que su plan había logrado funcionar, cuando paso delante de las chicas y ninguna se dio cuenta de su presencia, y no faltaron en hacerse presente los murmullos al ver que todos los pasajeros bajaron y ninguno de ellos era los cinco chicos que estaban esperando.

Christopher sonrió internamente, ¡Lo había logrado! Y gracias al cielo, no hubo un herido en el internó.

Se empezó a dirigir al lugar donde se supone que recogería sus maletas, pero claro, el destino lo aborrece y justo antes de llegar, los lentes de sol que llevaba Joel se cayeron, dejando ver los ojos del pequeño y llamando la atención de varias chicas que estaban al rededor, las cuales lo miraron de inmediato.

Sintio los pasos de alguien acercarse y por instinto sólo agachó su cabeza esperando lo peor; gritos, golpes,  jalones, rasguños y un montón de cosas que hacen las fans sólo al verlo.

Pero se sorprendí al no sentir, ni escuchar, nada de eso.

La chica sólo recogió los lentes del suelo y se los puso de nuevo al pequeño en donde estaban, después tocó levemente la naricita del niño el cual rió como respuesta.

—Debes tener más cuidado... —Se refirió a Christopher, este ni se inmutó en su lugar, sabia que era una cncowner ya que de rojo podía notar el gran cartel que llevaba en sus manos—

—Gracias. —Soltó casi inaudible y sin esperar ni un segundo para salir corriendo y por la prisa en que se fue, dejó caer la capucha que traía Zabdiel, dejando ver su —casi— amarillento cabello—

La chica fruncio levemente el ceño por el visto, tanbien estaba un poco  sorprendida, al ver al pequeño de rizos, juraría que tenía un enorme parecido a Joel.

Lo que no sabía en que en realidad si era  él.

Al llegar al lugar donde recogería las maletas, soltó todo el aire que llevaba guardando en sus pulmones por el susto, enserio pensó que lo habían descubierto.

—Eso estuvo cerca...

—Christopher —Zabdiel llamó su atención— Tengo hambre —Se quejó jalando levemente de su playera—

Christopher abrió sus ojos de par en par al ver que no traía puesta la capucha y se veia claramente todo su cabello, el cual ahora que no tenía tanto tinte se empezaban a formar rizos.

—¡Zabdiel! —Regaño asustando al nombrado y a los otros niños, excepto Erick que seguía dormido. También llamó la atención de algunas personas que estaban al rededor— ¡Te dije que no te la quitadas! —Acomodo la capucha en la cabeza del niño con brusquedad, asustando al pequeño y causando murmullos por algunas personas que estaban al rededor—

Bajo a Richard de sus hombros y lo puso a un lado de él, para tener más facilidad para acomodar a Zabdiel.

—No te la quites hasta que lleguemos a mi departamento, ¿Ok? —Término de acomodar algunos mechones de pelo adentro de la capucha para que no se viera tanto, Zabdiel asintió repetidas veces mientras hacia un pequeño puchero con sus labios— Ok, ahora no se muevan, ¿Ok, Richard? —Se refirió al pequeño morenito, pero al voltear no encontró a nadie—

Dio vueltas en su lugar en busca del niño, pero no había rastro de este — ¡Richard! —Grito con pánico, mientras miraba para todos lados, pero claro, no había rastro de éste—

Su miedo creció, y como un niño pequeño solo empezó a temblar en su lugar por el pánico.

Lo había perdido.

¡Habia perdido a Richard!

¿Baby? ||CNCO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora