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Christopher despertó de golpe al escuchar el feo llanto de un bebé, no le tomo importancia, quizás era alguna mujer que se ospendaba en el hotel junto con su hijo. Así que volvió a recostarse para voltearse y quizás volver a reconciliar el sueño.

Pero no pudo.

El llanto cada vez se hacia más fuerte y era como si viniera de al frente de su cuarto, pero era algo estúpido. El único que estaba al frente de su cuarto era Erick, y es menos probable que haya un bebé ahí dentro.

Trato de ignorarlo pero no podía, tapo su cara con la almohada para ver si lograba algo, pero inútil.

Pensó por un segundo que quizás desde muy temprano a Erick le trajeron a Thiago, una vez su hermana lo hizo, y quizás esa no era la excepción.

Se volteo mientras se tapaba con la almohada, esperando que aquel idiota callara al niño.

Pero nada.

El llanto cada vez se hacia más fuerte, y ya hasta se estaba preocupando que el niño se quedará sin cuerdas vocales.

Se levantó de su cama para dirigirse a la habitación de Erick, que estaba nada más y nada menos, que al frente de la de el.

Al salir de la habitación, se sorprendió, al parecer el llanto si venía de la habitación de Erick. La idea de que quizás Thiago estaba hay volvió a su mente. Y lo preocupo un poco ¿Porque Erick no se habria despertado con ese horrible llanto?.

Tocó la puerta.

Nada.

Se asustó.

Noto que nada hacia parar el llanto de ese niño, y al parecer Erick no lo había notado.

Volvió a tocar con más fuerza, pero aún nada.

Tocó de nuevo— ¡Erick! —Llamo mientras tocaba con más fuerza la puerta— ¡Si esto es una broma, juro que te mato! —Advirtio—

Sostuvo la manija, la giró hasta que la puerta se abrió escuchándose aún más fuerte aquel llanto. Se adentro a la habitación con paso lento. Rezaba por no encontrarse nada malo.

Siguió caminando hasta ver la orilla de la cama, y aquellos gritos se hacían más fuertes.

Caminó hasta esta.

Y no pudo creer lo que vio...

¿¡Un bebé!?

No creía lo que veía, había un bebé encima de la cama de Erick, y al parecer solo lo cubría ¿¡Los pantalones de Erick!?

Se asustó y se asustó mucho.

¿Que hacia un bebé encima de la cama de Erick? Y aparte con los pantalones de este encima de el.

Aquel bebé lloro aún más fuerte, su carita se veía roja y le daba miedo que en cualquier momento se ahogará.

Corrió hacia el para ponerlo en sus brazos y acunarlo en estos, empezó a mecerlo de forma suave para intentar calmarlo pero no funcionaba.

—Shh, shhh. Ya, ya tranquilo —siguió moviendolo buscando la manera de que deje llorar, pero está vez si pareció funcionar— Ya,ya. Tranquilo —Lo mecio más lento mientras empezaba a dejar besitos en su frentecita sudada—

Sintió como este dejaba poco a poco calmaba su llanto,  calmando más al castaño.

Cuando sintió que ya estaba completamente tranquilo, lo levantó entre sus brazos para verlo. Y se sorprendió bastante con lo que aprecio.

Su cabello negro, un negro ni tan claro ni tan oscuro, y sus pastillas estaban rapadas, algo raro para un niño. Sus ojos, eran verdes, un verde esmeralda, grandes y hermosos, aunque un tanto rojos por tanto llorar, su carita, su carita se le hacía tan conocida, pero no sabía cómo, sus mejillas gorditas estaban rojas y manchadas con las lágrimas secas que había en estás. Sus orejas...

¡Tenían perforaciones!

¿¡Cómo un bebé puede tener perforaciones!?, Eso, eso era imposible, era muy pequeño...

¿Acaso que...?

No, eso, eso era imposible...

Analizo de nuevo al pequeño, ¿Podría ser posible?

Lo miro, su cabello, sus ojos, ¡Sus perforaciones!, No podía, ¡eso era completamente imposible!

Otro llanto lo interrumpió ¿¡Cuántos niños había en este edificio!?

Salió de la habitación de Erick, claro sin dejar de sostener al pequeño, para dirigirse al lugar donde provenía el llanto.

Supuso que veía que venía de la habitación de Joel ya que esta no está tan lejos de la de Erick.

Algo lo interrumpió.

—Hola...

Escucho la voz de un niño.

<<No puede ser...>>

Se giró, encontrándose con un pequeño niño de alrededor de 4 o 5, pero eso no era lo que más le sorprendía.

Su color de piel.

Sus ojos.

¡Su jodido cabello!

Un pequeño niño, moreno, ojos claros, nariz perforada, perforaciones en las orejas, y claro su cabello púrpura y no faltaban sus pastillas rapadas, y de su mismo color de cabello natural.

Era Richard.

Si antes sospechaba que el bebé que tenía en brazos era Erick, juraba que el niño que tenía al frente. Era Richard.

¡Mom! —Se escucho aquel grito seguido de otros sollozos, ¿Que acaso este día no podía ser mejor!

Tomo la manita del pequeño para volver a salir corriendo hasta el lugar donde provenía aquel grito.

Y claro, su sospecha era cierta. Venía del cuarto de Joel.

Soltó la mano del niño para lograr abrir la puerta, al abrirla se encontró con otras de sus sorpresas en el día. Otro niño.

Cabello rizado, ojos marrones claros que se veían hinchados por tanto llorar y test un poco morena. Joel.

Vio como el niño levantó la mirada y al verlo no dudo en empezar a llorar de nuevo, y ahora con más fuerza.

Chris corrió hacia el, para agacharse a su altura y empezar a limpiar sus pequeñas lágrimas.

—Ya, ya pequeño no llores —Empezo a consolar al niño, acariciando su cabello, limpiando sus lágrimas, haciendo caras bobas, pero nada—

—¡My mom! —Sollozo, lágrimas finas bajaban por sus mejillas, sus rojas mejillas, para después caer hasta el cuello del pequeño—

—Already your mom is coming —Siguio consolandolo, pero está vez prefirió hablar en inglés, se veia que no lo entendía en español—

A un así con sus consuelos pareciera que las lágrimas del niño no cesaban, y aún seguía llorando.

Pero eso no era su único problema, otro chillido se escuchó desde la habitación de Zabdiel y Chris sabía lo próximo que se le esperaba.

¿Que este no podía ser otro dia normal?

¿Baby? ||CNCO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora