—¡Pero mamá!
—¡Pero Christopher! —Imito su voz, con un tono bastante gracioso—
Llevaban más de 15 minutos peleando, por el simple hecho de que Christopher no quería salir a gastar su dinero en "ropa de bebés". Aparte tampoco quería salir a comprar comida, se moría de hambre, si, pero simplemente no queria hacerlo.
—¡Pero mamá no quiero ir! —Se quejo cual niño pequeño, mientras que con su pie golpeaba el piso—
—¡Solo ve, Bryant! —Gritó esta, haciendo intimidar a Christopher, al parecer ya había sacado su poder de madre—
—Pero mamá...
—¡Nada de pero mamá!, ¡Vas y punto! —Vociferó, Christopher sólo parecía un niño asustado por todos los gritos de su madre—
El castaño bufo— Esta bien... —Accedio cruzándose de brazos —
—Bueno, ahora ve a ponerte algo decente, mientras yo hago la lista de lo que tienes que comprar —Comento sonriente. Sus cambios de ánimo tan rápidos ya era común para Christopher, aunque seguía intimidándolo un poco—
—Ok. —Fue lo único que respondió para empezar a caminar hacia el cuarto—
Yenni dirigió su vista a los niños, todos estaban distraídos con algo diferente; Joel y Erick estaban viendo un vídeo infantil en la computadora de Christopher, era algo sobre cómo decir los colores en diferentes idiomas o algo así, pero la verdad es que ambos parecían estar aprendiendo algo.
Zabdiel tenía el teléfono de Christopher, jugando algún tipo de juego de carritos, que por alguna razón Christopher tenía en su teléfono.
Y Richard, pues que se puede decir de aquel morenito, después de hacer ese extraño berrinche y no dirigirle mirada a nadie, volvió a su antiguo estado y está vez solo estaba concentrado en un almohada que tenía Christopher, la cual al sobarla cambiaba de color, algo que para ese pequeño, parecía ser lo más interesante del mundo.
Esta sonrió, después de un rato parecía estar todo en paz y armonía, sin problemas ni nada. Pero de todas maneras no quitaba el hecho de que esos niños fueran los mismísimos cuatro integrantes de CNCO.
Ignoro sus pensamientos. Tomo su cartera para de esta sacar una pequeña libreta y un bolígrafo, puso la libreta en una pequeña mesa que estaba en aquélla sala y sin esperar empezó a escribir.
No tardó tanto en escribir, en realidad no era una lista tan larga, y sólo eran unas 8 o 9 cosas. Arranco la hoja de la libreta con cuidado, después solamente la doblo y la mantuvo en su mano, para esperar que llegará Christopher.
Al ver a Christopher entrar a la pequeña sala, su mueca cambio, ¿Es enserio?. Fue lo primero que pensó esta, al notar la ropa que traía el castaño.
Llevaba los mismos pantalones que traía en la mañana y claramente con los que había dormido, unas sandalias y una sudadera gris, no lo podía creer.
—¿A donde se supones que vas, vestido así? —Cuestionó, evitando la salida del castaño—
—A comprar ¿No? —Respondió obvio, ganándose una mueca molesta por parte de la mujer —
—No piensas salir así, ¿Verdad? —Cuestiono—
—Pues claro.
—Christopher, se te olvida de que eres una persona famosa ¿Que quieres?, ¡Que medio Miami te reconozca! —Vocifero—
Christopher iba a objetar pero se dió cuenta que en cierto punto su madre tenía razón, si salia así todo mundo lo iba a reconocer y aparte no era algo muy decente para salir en Miami.
Y sin decir palabra alguna se dió la vuelta y se dirigió a su cuarto, dejando muy confundida a su madre que solo siguió con la mirada hasta que entró a la habitación.
Yenni no dijo nada, sabía que Chris volvería, así que sólo espero a que regresará, no fue tanto tiempo, en menos de un minuto ya estaba devuelta en la cocina.
Está vez traía un buzo gris, la capucha del buzo la traía puesta ocultando un poco su castaño cabello, también llevaba unas gafas de sol y un cubreboca que tenía un tipo de boca de gato, se sorprendió por aquella última prenda, nunca se la había visto a Christopher, quizás era algún regalo de una fan y decidió ponérselo ahora.
—Ok, ahora sí. —Esta sonrió y sin esperar más, le entregó el pedazo de papel, el cual el recibió—
Christopher miro por un momento lo que estaba escrito en el trozo de papel, no le tomo importancia, no era tanto, aunque si le daría vergüenza entrar vestido así a una tienda para bebés.
—Y pasas por comida para ti de una vez —Explico, el castaño sólo levanto su pulgar en señal de respuesta— ¡Bueno ya vete!, ¡Estos niños tienen hambre! —Grito empezando a sacar al castaño del departamento.
Christopher iba a empezar hablar de nuevo, pero en ese momento Yenni cerro la puerta justo en su cara, no sin antes decir un cortó "adiós".
Yenni devolvió su vista a los pequeño, los cuáles no la habían dejado de observar, el estruendo de la puerta había llamado su atención.
—Bueno niños, es hora del bañó...
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¿Baby? ||CNCO||
أدب الهواةQue pensarías si de un día para otro, tus compañeros de banda se convierten ¿¡En bebés?!