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—Walter...

Fue lo único que salió de los labios del castaño, para solo quedarse perplejo viendo al hombre frente a el.

—Christopher. Bueno al menos tu si estás aquí. ¿Dónde están los otros? —Pregunto—

Con solo esa pregunta, hizo que Christopher se pusiera más nervioso de lo que ya estaba, hasta se había puesta más blanco de lo que ya es.

—Este... —No sabía si mentir o decirle la verdad. Se fue por mentir— ¡Salieron!, A correr —Sonrío forzado, mientras apoyaba su brazo en la puerta—

—¿Correr?, ¿Y por qué no fuiste tú? —Cuestiono, Christopher rezaba internamente porque lo llamarán derrepente y solamente se fuera—

—Por que... Me dolía... El pie —Mintió, y claro para hacerlo más creíble levantó su pie izquierdo, para hacerlo pensar que si tenía dolor—

—Ah. ¿Cuando volverán? —Y otra de sus preguntas, ¿Que acaso este hombre no se cansa de hacer preguntas?—

Christopher solo levantó sus hombros en señal de respuesta, ganándose una mala mirada de parte del hombre.

—Bueno, solo les quería avisar que hoy van a tener una entrevista aquí en Miami. Para que sepas y le avises a los chicos —Explico con seriedad—

De la boca de Christopher no salía palabra alguna, ¿Porque esto solo le pasaba a el?. Solo quería que ese momento la tierra se lo tragara.

Walter lo miraba confundido por el cambio de expresión del chico, así que decidió preguntar—: ¿Te pasa algo, Vélez?

Christopher salió de su trance, pero aún así no decía palabra alguna y estaba entre; Confesar, o no confesar.

Sabía que de ambas manera saldría perdiendo. Así que decidió confesar—: Es que... As

El hombre levantó una ceja confundido, y claro como no estarlo el chico lo único que hacia era tartamudear, y de su boca no salía ni una palabra coherente.

—Se claro Christopher —Sentenció con molestia—

Y como si el destino quisiera que esto se pusiera mejor. Llegó su madre, la cual no tardó ni un minuto en hablar—: ¡Christopher!, ¿Que pasa?

El hombre giro su vista hacia la mujer mirándola con confusión, la cual la notar la situación frunció el ceño devolviendo su vista a su hijo que solo sonreía nervioso.

—Bryant, ¿Que pasa? —Cuestiono su madre frunciendo el ceño—

Christopher estaba hasta el punto del colapso. Abrió su boca para decir algo, pero está no salió palabra alguna. Su madre que lo miraba atenta y Walter que solamente lo miraba levantando una ceja.

Estaba apunto de abrir la boca de nuevo, pero fue interrumpido. Un grito—: ¡Ya no quiero ser tu amigo! —Y claro reconocería esa voz de niño dónde fuera. Zabdiel.—

Los dos adultos al frente de el, se miraron confundidos, Walter estaba a punto de hablar pero otro grito lo interrumpió—; ¡Pues yo tampoco! —Richard...—

—Christopher, ¿Porque hay voces de niños viniendo de tu cuarto? —Cuestiono la mujer—

Lo único que hizo Christopher fue levantar sus hombros en señal de respuesta, haciendo molestar más a la mujer.

Un estruendo se hizo oír alarmando más a Christopher, que claro pensaba lo peor.

En ese momento le valió poco que lo descubrieran, lo único que le importaba era si le pasaba algo a los pequeños. Así que en un movimiento rápido se adentro de nuevo al apartamento ganándose miradas dudosas de aquellos que estaban afuera.

Al entrar, lo primero que vio fue a un pequeño Zabdiel tirado en el piso, llorando. Richard estaba de espaldas en el sillón con los brazos y las piernas cruzadas, Mientras que Joel solo había aferrado a Erick a el, claro, para que estos no fueran a lastimarlo.

Fue corriendo hasta el pequeño, lo tomo entre sus brazos y lo cargo, para después empezar a dejar besitos en toda sus cabecita.

—¿Que paso Zabdi?, ¿Dónde te golpeaste?, ¿Que te duele? —Espero respuesta del pequeño, pero lo único que recibió fueron sollozos. Vio como su mano señaló al pequeño moreno que estaba de espaldas en el sillón— ¿En te golpeó?, ¿Te empujó? —Cuestiono, a lo que el pequeño solo asintió entre sollozos—

Christopher iba a empezar a hablar de nuevo, pero una voz a sus espaldas lo cayó—; Christopher. —Era su madre—

Este se volteo encontrandose con su madre y Walter, está estaba cruzada de brazos y Walter solo lo miraba con seriedad.

La mirada de la mujer se centro en los niños, y más aún en el que estaba en los brazos de Christopher, y claro no pudo evitar pregunta—; Christopher, ¿Porque hay niños aqui?

—Este emm...

—¡No me digas que...! —Esta dejo la oración en el aire, y como si este leyera la mente de su madre, supo a dónde iba esa oración—

—¡No mamá, por dios! —Vocifero, asustando un poco al pequeño en sus brazos—

—¿Entonces?

—Es que... —Estaba decidido a confesarlo, pero no sabía cómo. Y claro, lo único que hizo por un rato fue tartamudear como idiota—

—Christopher, rápido. No tengo todo el día —Sentencio Walter ya harto de la situación—

—Es que... —Hizo una pausa y respiro onda— Estos son los chicos...

¿Baby? ||CNCO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora