Y el día transcurrió en un ambiente tenso, lleno de emociones que desearía no haber encontrado, lleno de ese sentimiento de confusión. Cuando aún no he sanado, llega.
"Tarde o temprano, pero siempre llega alguien"
Detesto que tus palabras sean tan claras, que seas tan transparente. Detesto haberte conocido tan rápido, tan fácil, tan clara y concisa donde se vuelve tan fácil de vivir, tan plena de sentir tan fácil como una respiración. Y el ciclo continúa.
"Y yo intentare repararte"
La realidad es otra, no sabes que tan dañado esta alguien hasta que miras sus ojos y solo dice —tu mirada es triste— donde la respiración se complica al verte, donde sé que terminara mal por la velocidad a la que avanza aquel primer encuentro, donde solo iniciaste la conversación por un amigo en común, donde ambos sabíamos que había ocurrido, pero ninguno dio señales de hablar claro hasta aquella tarde, donde el sol quemante nos daba de lleno en el rostro y mi pequeño cuerpo cubría un poco esos rayos a tu rostro, donde poco a poco terminamos a milímetros uno de otro, donde el único sonido entre ambos fue una risa nerviosa, un suspiro y unas respiraciones agitadas.
Cuando al fin sucedió aquel dulce y tierno acto, donde al fin tu boca estuvo sobre la mía en un momento celebre, en un día exacto de habernos conocido, en donde estaba segura de saber que sería un desastre. Mire tus ojos, y supe que serias mi próxima cicatriz.