Parte sin título 18

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-¿Ella hizo qué?

Una descarga de adrenalina me atravesó cuando reconocíla voz profunda de Tánatos. Todo lo que tenía que hacer era mirarlo fijamente.Pero por mucho que lo intentaba, mis ojos no se abrían. Me quedaba justo debajo de la conciencia. Estaba recostada sobre algo blando. Un ventilador zumbaba por encima. El aire frío me puso la piel de gallina.

Un hombre con una voz tan suave como la seda respondió:

-Juró que no sería utilizada en contra de él. No podemos contar con ella para obtener su lealtad. Es hora de pasar al siguiente plan. -Sonaba como si estuviera parado cerca de mis pies.

-Ella se ató a sí misma. ¿Intencionalmente? -La voz de Tánatos era de incredulidad. Sus pasos resonaban mientras se acercaba a mí. El pelo de mi brazo se erizó, estaba de pie tan cerca. ¡Si tan solo pudiera abrir los ojos!

Estás en inferioridad numérica, señaló la parte racional de mi cerebro.

Cierto. Probablemente era mejor que no me despertara justo en este segundo. Necesitaba un plan. Me concentré en escuchar en su lugar.

-Es lamentable -dijo el hombre-. Pero no hay sentido en fijarse en ello. Por supuesto que si hubieras hecho tu trabajo, Hades ya estaría a nuestro alcance.

-¿Mi trabajo? Zeus...

Me puse rígida. ¿Zeus? ¿Zeus estaba aquí? Oh Dioses. Tánatos seguía hablando.

-¡Vamos! No es nada menos que un milagro que Deméterno haya capturado a los Segadores.

-Puedo mantener a Deméter ocupada. Tenemos que llevar esto al siguiente nivel.

-¿Al siguiente nivel? Perséfone apenas come o duerme. Francamente, no entiendo cómo ha conservado su cordura. En las últimas semanas ha soportado la tortura física y psicológica cada hora de cada día. Ella está tan aislada como podemos ponerla. No sé cómo se liberó de tu encanto, pero la culpa no fue mía.

-Ella es fuerte. -Hubo algo parecido al orgullo en la voz de Zeus-. Tenía la esperanza de evitar usarla para el siguiente paso.

-Ella va a morir.

-¿Eso te molesta?

-Hades merece todo lo que le lancemos, ¿pero ella? Ella es solo una niña. Zeus soltó un bufido.

-Dioses, estás medio enamorado de ella también, ¿no es así?

-Ella no se merece morir por él.

-Daños colaterales. -La voz de Zeus era desdeñosa-. Si yo voy a usarla, ella tiene que tener el poder suficiente para merecer la pena. Puedo generar un poco más de adoración por ella, pero Hades sería una fuente ideal. ¿Cuánto crees que él le daría a ella si la situación se volviera crítica?

-Todo -dijo Tánatos sin dudarlo. Zeus se echó a reír.

-Dudo de eso.

-No has visto la forma en que la mira. Haría cualquier cosa por ella.

-Puedo trabajar con eso -reflexionó Zeus. La tabla del suelo crujió cuando él se movió-. Casi puedo ver porqué. Ella es increíble. -Sus dedos tocaron mi muslo, y me aparté.

-Oh, bueno, ella está viniendo. -Zeus se inclinó tan cerca que podía sentir su aliento caliente en mi cara-. Mírame, cariño. Hay algo que necesito que hagas.

* * * *

-¡Estoy tan contenta de que salgamos! -rió Afrodita.

Parpadeé y miré alrededor. Estábamos en Clayton Street caminando hacia Five Points. Estaba oscuro. Miré hacia abajo y vi que llevaba un vestido negro corto y tacones. No era mi aspecto habitual.

-Um... sí. Divertido -murmuré, tratando de orientarme. Un cartel de publicidad de una fiesta de Halloween "mañana" me dio qué pensar-. ¿Es eso cierto?

¿Mañana es Halloween?

-Caray, Seph (apodo de Persephone), ¿puedes decirlo a la ligera?

-¡Uf, no! Por milésima vez, si no quieres ir por Phro (apodo de Aphrodita), no puedes llamarme así. Ella puso los ojos en blanco.

-No eres divertida. De todos modos, um, sí. O supongo que hoy, si quieres hacerlo técnico.

¿Halloween? Eso fue semanas atrás. Fruncí el ceño tratando de recordar los últimos días. Fragmentos breves destellaron en mi mente. Salir con Joel durante el día, Afrodita en la noche. Era la única manera de evitar a los Segadores. Algún club, 8E's, o algo así. Chicos al azar comprándonos bebidas. Mucho baile.

-¡Los pies me están matando! ¿Por qué no podemos coger el autobús otra vez?

-El servicio de autobuses se detiene a las 3 a.m. -La voz de Afrodita era paciente-. ¿Pero no fue muy divertido? La próxima vez, dile a Joel que no venga al rescate. Es muy caliente, ya sabes, tan caliente como los seres humanos pueden ser de todos modos.

-Lo dices como si hubieras visto muchos Dioses lindos. -Me quité los tacones y los recogí. No era como si pudiera pescar tétano.

-Bueno, si todos ellos se parecen a Hades.

Le lancé una mirada asesina, y ella se echó a reír.

-Oh, él no es tan mi tipo. Pero es agradable a lavista. Sabes, tienes razón. Olvídate de caminar. Solo nos encontraré untransporte.

Ella entró en la calle llena de gente y sin previo aviso. Una bocina sonaba, neumáticos chirriaron. Unos dos convertibles plateados se detuvieron justo antes de golpear a Afrodita.

-¡Qué demonios! -exclamó el hombre que conducía.

-Dios mío, lo siento por asustarte. -rió Afrodita-. Pero mi amiga y yo necesitamos un aventón.

Los ojos del hombre se abrieron cuando captó a Afrodita.

-Uhh... bien. Pero, um... solo tengo espacio para una.

-Oh, está bien, puedes caminar -dijo Afrodita brillantemente.

El hombre se desabrochó el cinturón de seguridad y buscó a tientas el picaporte. Afrodita dio unos golpecitos con el pie hasta que salió del camino.

-¡Gracias! -Ella se deslizó en el asiento del conductor-. Vamos, Perséfone.

Me metí en la otra puerta. Algo de esto estaba... mal. Me llevé la mano a la frente tratando de que mi aturdido cerebro pensara con claridad. Había algo que estaba olvidando.

Meh, probablemente no era tan importante.


Hija de la tierra y el cielo (Perséfone 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora