Capítulo 5: Una historia increíble

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Pensaba que ahora sí que había echado a perder todo, pues todos me miraban con bastante atención. Estaban muy impactados por esta revelación, obviamente. Me mantuve callado hasta que Terrador decidió preguntar:

"¿A qué te refieres exactamente con eso? ¿hablas de otro mundo u otro universo?" 

Todos esperaban que respondiera.

"Sí... más o menos, vengo de otro universo" dije, "Esto... ¿saben lo que es un humano?"

"¿Humano? Um, no había oído hablar de una criatura así antes" dijo Volteer, "Aún existen muchas criaturas no nombradas, algunas que pueden ser bastante misteriosas, enigmáticas, intrigantes... er ... um ..."

"¿Por qué preguntas eso Jhonny? ¿Acaso tiene un 'humano' algo que ver contigo?" preguntó Cynder.

"Sinceramente... tiene que verlo todo" le respondí, "Verán, un 'humano' es un primate... algo como un simio"

Se hizo un minuto de silencio, todos los que estaba allí sabían que los simios en su mundo no eran nada buenos, porque lucharon contra ellos en la guerra.

"¿Un simio?" dijo Sparx, "¿Hay más simios de dónde vienes?"

"De hecho sí. Pero gran parte de ellos han evolucionado y se han convertido en criaturas inteligentes" dije.

"Tal como lo dices, no quisiera tener que enfrentarlos en otra guerra..." dijo Cyril.

"Lo cierto que es que varios de ellos viven vidas normales... ellos son la especie dominante de su mundo, que se llama Tierra"

"Vaya, pues vaya sitio debe ser..." dijo Sparx.

"¿Y no buscan la guerra? Um, parece todo lo opuesto a lo que nosotros tuvimos" dijo Spyro.

"En el pasado, tuvieron varias guerras, pero se enfrentaban entre ellos mismos, no contra otras especies" continué.

"Todo parece realmente fascinante" dijo Terrador, "Pero, ¿qué tienen ellos que ver contigo?"

Pensé un momento en hablar, sabía que tenía que decirles la verdad:

"Es que yo... soy... o al menos, antes era... un humano"

Los guardianes se quedaron en silencio, sus miradas fijas en mí. Terrador, con sus profundos ojos verdes, inclinó levemente la cabeza, su expresión era de una mezcla de sorpresa y ligera duda. Cyril, por otro lado, entrecerró los ojos, como si intentara comprender mejor lo que acababa de escuchar. Volteer, usualmente lleno de palabras, se mantuvo callado por un raro instante, sus pensamientos claramente ocupados con lo que acababa de revelarse.

El peso del silencio cayó sobre mí, y el joven dragón empezó a sentir su corazón latiendo con fuerza. Mis nervios aumentaban con cada segundo que pasaba sin que nadie hablara. ¿Habría dicho demasiado? ¿Los dragones me verían ahora como una amenaza? Justo cuando el miedo comenzaba a apoderarse de mí, Spyro dio un paso adelante.

"Yo no creo que seas malo" me dijo, "Pues ayudaste a Sparx en el pantano, y eso no es algo que haría alguien malintencionado."

Spyro me miró, y yo apenas podía disimular su alivio al ver a un nuevo amigo interceder por él... algo que sentía por primera vez. Cynder asintió, apoyando las palabras de Spyro. 

"Todos merecen una oportunidad... Lo sé mejor que nadie," dijo con una sonrisa cálida.

Los guardianes intercambiaron miradas entre ellos, claramente aún procesando lo que acababan de escuchar. Finalmente, Terrador, con su grave voz, rompió el silencio:

"Si has sido sincero con nosotros, entonces no tenemos motivos para desconfiar de ti. Sin embargo, lo que dices es algo... inusual, por decir lo menos."

La Leyenda de Spyro, El Legado del GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora