Feline Lover (Bakugou Katsuki) [Lemon] ||BnHA|| [02]

Capítulo 11

Sentía como el corazón galopaba en su pecho, la sensación que se produjo en su estómago era comparable a como te sientes cuando vas a realizar un trabajo importante frente a la clase o vas a presentar un exámen.

Miró sus manos que comenzaban a verse perladas, a consecuencia del sudor en su cuerpo que se presento sin avisó de un momento a otro.

Jadeo colocando sus manos en el suelo mientras se mantenía de rodillas y evitó cualquier contacto visual con el chico frente a ella, lo peor sería que se diera cuenta. Aunque agradecía que Mei con anterioridad le diera la advertencia sobre el asunto y realmente esperaba que hiciera caso de mantenerse alejado de ambas durante ese tiempo.
Pero Bakugou no iba a hacer caso y eso era algo muy obvio.

—Hey falsa —su voz la saco de sus pensamientos—. ¿Que mierda te sucede?

Extraño hasta para ella, algo temerosa quitó la mirada de sus manos y con las orejas gachas miro al rubio, él por su parte por unos segundos pensó que habían cambiado y se trataba de Mei a lo que como respuesta se levantó del suelo para acercarse -pues el también estaba de rodillas-. Fue una reacción por inercia de parte de Katsuki, sin embargo su felina cola se erizo y dió una sacudida levantando un poco de polvo y retrocedió casi dando un brinco.

—¡No te acerques!... No lo hagas...

Se detuvo, la miró, analizó y dedujo -erróneamente- que otra vez perdería el control en cualquier momento a lo que se puso alerta a cualquiera reacción hostil por parte de Danger.

Pero aquello jamás sucedió. Sin previo avisó con un movimiento rápido digno de un felino ella bajo de aquel lugar donde estaban cuando división que alguien más había llegado a la cima. Resbaló por la pendiente disminuyen la velocidad de caída con una de sus manos transformadas, clavando sus garras en el concreto deformado.

Un par de metros antes de llegar hasta abajo dió un brinco y cayó de píe con gracia y silencio. Haciendo caso omiso a la llamada de su profesor huyó de escena dejando a todos con una intriga y preocupación en el pecho.

No obstante, hubo alguien que no espero si quiera para verla correr a la salida. El rubio inmediatamente fue tras de ella.

.....

—Deja de seguirme, es m-mi última advertencia.

Caminaban deprisa, él tan sólo dos metros lejos de la chica y a cada segundo acortaba distancia. Kusume decidió irse a perder entre la zonas boscosas de la escuela y aún así Bakugou le dio seguimientos y no podía quitárselo de encima.

En esta ocasión, por fin logro sujetarla de la muñeca deteniendo su marcha de golpe, el tirón la hizo regresar como un ligazo y que él viera su estado.

Sus pómulos estaban de un cereza intenso, como si tuviera temperatura de 40° desde ya hacia una semana. Su respiración era pesada, podía verlo por como su pecho subía y bajaba con enorme notoriedad y sus jadeos que desde esa distancia Katsuki podía sentir, su caliente aliento. Y su expresión, cansada, las orejas seguían abajo ocultas entre su pelo y su felina cola se enrosco en su pierna derecha en el instante que la detuvo.

Con su mano libre Kusume trato de empujarlo, pero toda su fuerza se fue a la basura de la nada y sólo se quedó con la mano sobre el pecho del rubio.

—Suéltame... De verdad, házlo —pero el respondió apretando más su agarre.

—No hasta que me digas que te pasa.

—¡¿En serio quieres saber?! Tanto así... ¡Es vergonzoso! ¡Idiota!

Y volvió a jalarse, esta vez logrando por lo menos soltarse de su agarré, sujeto su muñeca con su otra mano y lo miro con recelo.

—¡¿Como carajos quiera que te ayude si no me dices nada?!