Capítulo 2: Zayn.

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Abrasador dolor destrozó mi entrepierna, y gemí de dolor. En un momento me había estado besando con un ángel salido del cielo y al siguiente un infernal incendio hizo estragos en mis bolas.

En mi bruma, oí al ángel gritando con su jodida cabeza moviéndose y luego escuché un fuerte golpe. Una vez pude ver bien de nuevo, apreté los dientes y me tambaleé fuera de la cama. Agarré mis adoloridas bolas a través de mi bóxer y tropecé con la puerta del dormitorio.

El ángel que se volvió una perra furiosa, estaba hecho un ovillo en el pasillo. AJ se sentó a su lado, sosteniendo su cabeza en su regazo, mientras que mis otros compañeros de banda, Brayden y Rhys, se arrodillaban, mirándola con asombroso silencioso.

Cuando Brayden me vio en la puerta, entrecerró sus ojos oscuros. Él se levantó y dio un paso hacia mí, apretando la mandíbula ajustadamente. Su musculosa forma de 1.86 podría haber sido amenazante si yo no le conociera como lo totalmente tierno que era.

—Amigo, ¿qué carajo está pasando?

Alcé las manos.

—¿Cómo diablos voy a saberlo? Me desperté encontrándola en mí cama ¡y luego me clavó su rodilla en las bolas!

AJ sacudió su morena cabeza peluda y soltó una risita.

—Tienes que trabajar en tu juego, hombre.

Le di la vuelta antes de moler el sueño de mis ojos con los puños.

—Pensé que era Bree, quiero decir, ella siempre se cuela en mi cama en las paradas de la gira. Pero la chica estaba diciendo algo sobre un tipo llamado Gabe y sus hermanos poniéndome en mi lugar.

—Eso tiene total sentido. Quiero decir, ¿qué dulce chica, puritana como esta va a estar recibiéndote en tu cama? —comentó Rhys, sus ojos azules brillando con diversión mientras hacía girar el pequeño diamante en su oreja.

Todos miramos a la chica. No, definitivamente no era material de groupie como Bree. Me recordaba a la esposa de Brayden, Lily. Ellos habían sido novios desde la secundaria, y de alguna manera su relación había sobrevivido a los últimos ocho años de locura mientras nuestra banda se trasladaba desde el garaje a los principales escenarios del país.

Rascándose la oscura barba en la barbilla, AJ sonrió con malicia.

—Hmm, con el vestido veraniego y la diadema, ella luce como del tipo de Sookie Stackhouse de True Blood. Pura pero sexy como el infierno.

Rhys arrugó la nariz y sacudió la sucia cabeza rubia.

—Oh diablos no. ¡Ella es cien veces más caliente en la cara que Sookie!

—Hizo un gesto al escote del ángel—. Y maldita sea, miren esos pechos.

Brayden gruñó de frustración.

—Chicos, ¡podrían dejar de pensar con sus penes durante un minuto, y centrarse en el hecho de que tenemos a una pobre y desamparada chica desmayada en el suelo!

—Has estado casado por mucho tiempo, Bray —murmuré, sin dejar de disfrutar de las características de la rubia. Se había sentido como el cielo presionada contra mí. Bueno, hasta que ella bloqueó mi polla dolorosamente.

Ante su gemido, todos saltamos hacia atrás como si hubiéramos sido sorprendidos haciendo algo que no deberíamos hacer. Ella parpadeó un par de veces, llevando su mano a su frente. Sus cejas se fruncieron mientras frotaba sus dedos en su cabello. Luego sus ojos se abrieron, y ella levantó la mirada hacia nosotros. Su cara se arrugó con la mortificación.

—Oh Dios, no fue una pesadilla.

AJ se echó a reír.

—Sabes, las chicas están generalmente mucho más emocionadas sobre conocernos de lo que tú lo estás.

Symphony Of Destruction. (Z. M.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora