Capítulo 23: Abby.

61 6 0
                                    

1 MES DESPUÉS.


―¡Los amo, Austin y nos vemos el próximo año! ―grité en el micrófono. Cuando caminé fuera del escenario, saludé a la bulliciosa multitud. A diferencia de los chicos, no me detengo en los camerinos para cambiarme. En su lugar, me dirigí directamente hacia el autobús. Mi corpulento guardaespaldas siguiéndome justo a mi lado y no me dejó hasta que las puertas del autobús estuvieron cerradas y aseguradas detrás de mí.

Una vez que estuve en la seguridad de la habitación, saqué mi teléfono y llamé a Zayn. Mientras que nuestro arreglo de amor a larga distancia ha estado funcionando sin problemas, me había preocupado por él las últimas veces que habíamos hablado. En las semanas después de que me había ido, la salud de Susan había comenzado a deteriorarse rápidamente, y estaba causando estragos emocionalmente en Zayn. Quería más que nada terminar la gira para estar con él.

Él contestó al tercer timbrazo.

―¡Hola Ángel, ¿cómo estuvo el show?

―Bien. Era un lugar muy grande, y lo agotamos.

―Eso es impresionante. Te extraño como loco.

Sus palabras provocaron una agitación en mí pecho.

―Yo también te echo de menos. ¿Cómo está Susan?

Zayn inhaló una fuerte respiración, y casi podía sentir su angustia a través del teléfono.

―Ella está bien, supongo. Va a tener más días malos que buenos.

Me dolía el corazón por él, y hubiera dado cualquier cosa por poder envolver mis brazos alrededor de él y consolarlo. Sabía que necesitaba una distracción, y después de más charlas de chicas con Lily, yo sabía que ella había admitido que a menudo recurrió a confortar las angustias emocionales de Brayden con el amor físico.

Después de mordisquear mi labio inferior, finalmente me decidí a ser descarada.

―Compré algo para ti hoy.

―¿En serio? ―preguntó Zayn distraídamente.

―En realidad, es para mí, pero creo que lo disfrutarás.

Un silbido vino de Zayn.

―Caray, espera un minuto. ¿Qué has comprado?

Me reí.

―Me alegro de que tengo tu atención, señor cachondo.

Él gimió.

―Joder, ¿te compraste algo de lencería?

―Mmm, hmm.

―Muéstrame.

―No, no hasta este fin de semana.

―¡Sí! ¡Ve a ponértela y tomate una foto para mí! ―ordenó con una voz que me puso al instante toda caliente y mojada.

―Nop. Paciencia, señor Malik. Tendrás una agradable sorpresa este fin de semana.

En una voz casi impotente, triste, me pidió:

―¿Por favor?

No pude evitar sonreír ante su cambio de tono.

―Está bien, está bien. Dame cinco minutos.

―Gracias, nena. No sabes lo feliz que me haces. Por supuesto, ya estoy muy duro de solo pensar en ti desnudándote.

―¡Zayn! ―chillé mientras el calor llenaba mis mejillas.

Se rio de mi indignación.

―Está bien, ve a cambiarte.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 22, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Symphony Of Destruction. (Z. M.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora