Capítulo 10: Abby. Parte 2/2.

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Traté de no fundirme en un charco en el suelo del escenario ante la emoción de su comentario.

—Está bien, entonces. Eso es solo para ti.

—Bien. Me alegra oír eso.

El resto del día fue un torbellino de acontecimientos. Después de que termináramos de cantar con Zayn, los otros chicos llegaron al estadio para hacer sus pruebas de sonido y ensayos. Frank me puso una identificación de personal autorizado alrededor de mi cuello, y me paré en los bastidores y los observé. Una vez que la prueba de sonido finalizó, nos apresuramos a ir al otro lado de la calle para una cena temprana. No podía creer la cantidad de comida que los chicos comieron. Estaba demasiado nerviosa por ellos para comer, pero ellos comieron todo, inclusive el postre.

Luego regresamos al estadio para estar listos para el show. Mientras que Zayn y los otros chicos eran conducidos para las pruebas de último minuto y luego a los camerinos di una vuelta alrededor, observando los bastidores llenarse de gente que nunca antes había visto. Runaway Train tenía un gran equipo y séquito en comparación al de mis hermanos. Estaba haciendo mi mejor esfuerzo para mantenerme fuera del camino cuando mi teléfono sonó con un mensaje.

Era Zayn.

-¿Dónde estás?

 

-Esperando a que ustedes estén listos.

 

-Vuelve aquí con nosotros.

 

-No quiero estar en el medio.

 

-Nunca estás en el medio. Estás conmigo.

 

Mirando sus palabras, tuve que tomar unas cuantas respiraciones profundas.

-¿Estás seguro?

 

-¡Trae tu lindo trasero aquí ahora!

 

Sonreí.

 

-Eres tan mandón.

 

-Ahora, Ángel.

 

-¡Sí, señor!

Cuando comencé a cruzar la habitación para encontrar a Zayn, una mano se acercó y me agarró del brazo. Grité mientras me tiraba hacia abajo sobre su regazo. Un brillo lujurioso ardía en sus ojos oscuros.

—Hola sexy, ¿dónde te has estado escondiendo todo este tiempo?

Fue entonces cuando lo reconocí como Tyler Mains, el cantante principal de Vanquished, el grupo de apertura de Runaway Train. Su cabello oscuro ya estaba arreglado a la perfección junto con su pesado maquillaje para el escenario.

Supongo que su idea de matar los últimos minutos antes de subir al escenario incluía pensar que me podía molestar.

—¡Yo no he estado escondiéndome en ningún lugar! —le espeté, golpeando sus manos. Empecé a retorcerme fuera de su regazo cuando sus brazos se deslizaron alrededor de mi cintura.

Symphony Of Destruction. (Z. M.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora