Capítulo 19: Zayn.

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Cuando vi a Frank dirigiéndose de regreso hacia mí, finalmente pude exhalar el aliento que había estado conteniendo. La última vez que habíamos sido rodeados así perdí mi camiseta, un zapato, y mi paquete había sido agarrado múltiples veces. No sabía dónde demonios estaba el resto del equipo de seguridad, pero sus culos iban a ser pateados por dejarnos con apenas suficiente cobertura, sin mencionar tener que ser salvado por un encargado del equipo.

—¿Puedes firmar esto? —preguntó una rubia con mucho busto mientras bajaba el cuello de su camiseta y empujaba sus pechos hacia mí.

—Sí, seguro

Ella sonrió.

—Tú firma uno y AJ firma otro.

AJ se rio.

—Creo que este quizás será el último par de tetas que nuestro chico Zayn firme, señoritas. Él está oficialmente fuera del mercado.

Con mi Sharpie, garabateé mi nombre a través de su piel.

—Creo que tengo que estar de acuerdo en eso hombre.

La rubia hizo un puchero mientras AJ se inclinaba para firmar.

—Su pérdida. Este es un par extra para mí. —AJ le dio un guiño mientras su marcador permanecía un poco más de tiempo de lo que debía, lo que causo que la chica soltara una risita. Inclinándose hacia adelante, él susurró algo en su oído.

Sus ojos se ampliaron y luego ella sacudió su cabello furiosamente.

Abrí mi boca para discutir que si pensaba que iba a conseguir la habitación esta noche para acostarse con esta chica, podía pensarlo otra vez. Planeaba una fuerte acción de tercera base con mi chica pero nada más desde que no soñaría con degradarla tomando su virginidad en el autobús. No, ella merecía pétalos de rosas y sabanas de miles de dólares y mierdas lindas.

—AJ… —empecé pero el sonido de un grito me corto.

—¿Qué fue eso? —pregunto, Rhys, moviendo su cuello alrededor de la multitud de fans.

Luego otro aterrador grito vino, esta vez llamando por mí. Traspasó mi alma porque conocía esa voz.

—¡Abby! —grité, dejando caer lo que sea que la última fan me había dado para que firmara. Empecé a empujar y a mover gente del camino.

—¡Maldición muévanse! —Me importaba una mierda si estaba maltratando a las fans. Abby me necesitaba.

Una vez que estuve fuera de la multitud, empecé a correr a través del estacionamiento. Frank y AJ estaban detrás de mí. Cuando rodeé el lado del autobús, vi a Abby desplomada sobre el suelo, su una vez inmaculado vestido blanco estaba manchado con tierra y grasa, pero lo peor de todo con sangre. Bree estaba de pie sobre ella, pateándola repetidamente.

—¿Qué mierda estás haciendo? —grité corriendo hacia ellas—. ¡Saca tus jodidas manos de ella, Bree!

Cuando ni siquiera se inmutó al sonido de mi voz, un gruñido salió de lo profundo de mí mientras mis dedos se moldeaban sobre los hombros de Bree. Con todo lo que tenía, la alejé de Abby. La empuje contra el lado del autobús tan fuerte que escuché el inconfundible sonido de huesos rompiéndose. Aunque Bree gritó con dolor, la ignoré. Mi único enfoque estaba sobre Abby.

Arrodillándome, me acerqué a ella para poder ver la extensión de sus heridas. Sangre fluía como un río carmesí de la gran herida en la parte trasera de su cabeza. Furiosos verdugones rojos se estaban formando en su rostro, y sus labios estaban hinchados y sangrando. Su mano presionaba su abdomen mientras su cabeza se movía de un lado a otro mientras se quejaba.

Symphony Of Destruction. (Z. M.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora