Capítulo 4: Zayn. Parte 1/2.

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Tan pronto como Abby desapareció en el cuarto de baño, AJ arqueó las cejas inquisitivamente hacia mí.

—Es mejor que estés malditamente feliz de que fui yo y no Brayden el que regresó aquí.

—¿Qué se supone que significa eso? —pregunté mientras me deslizaba en un par de jeans limpios.

—Dijiste que ibas a venir aquí a conseguir tu mierda y a despertar a Abby, y en lugar de eso estés de vuelta en la cama con ella. Demonios, ella estaba montándote.

—Eso fue culpa tuya, no mía, abriendo la puerta del armario como lo hiciste.

—Mmm… mmm —respondió, alzando las cejas sugestivamente.

Me encogí de hombros.

—Confía en mí, no estaba contenta conmigo estando en la cama con ella.

—¿Pero tú lo estabas?

Me congelé a mitad de camino de tirar una camisa con olor más fresco por encima de mi cabeza. Echando un vistazo a través del cuello de la camisa, le disparé una mirada a AJ.

—Sé realista, amigo. No estoy interesado en Abby.

Sonrió.

—Sigue diciéndote eso. —Él se dirigió hacia la puerta, pero luego se volvió hacia mí—. Así que si no estás interesado, ¿te importaría que haga una jugada por ella?

Por razones que no podría entender, mi mandíbula se apretó ante la idea de Abby y AJ. Al mismo tiempo, mis puños se apretaron a mis costados.

—Ella no es estúpida. Sabe exactamente lo perros que somos los tres cuando se trata de mujeres.

—Podría tratar de cambiar su idea.

—Sí, buena suerte con eso —murmuré mientras pasaba a su lado.

Usando mi puño que aún seguía apretado por el comentario de AJ, golpeé la puerta del baño.

—¿Sigues allí, Ángel? A algunos del resto de nosotros nos gustaría un tiempo con el espejo.

—Ya voy, ya voy —murmuró mientras desbloqueaba la cerradura. Cuando abrió la puerta, contuve el aliento ante la vista de ella. De alguna manera en los pocos minutos que Abby había estado en el cuarto de baño había logrado no solo vestirse, sino también refrescarse. Su largo cabello rubio caía en ondas por su espalda mientras también se había vuelto a aplicar un poco de maquillaje. Sus labios llenos brillando con brillo me rogaban que los alcanzara y pusiera los míos sobre ella.

—¿Qué? —preguntó mientras colocaba las manos en sus caderas.

Tratando de encubrir a mis lujuriosos pensamientos, le sonreí.

—Nada. Solo que te limpias rápido.

Una risita escapó de esos suculentos labios suyos.

—Sí, viene de crecer con un cuarto de baño, seis personas, y la mayoría de las veces sin un montón de agua caliente. Deberías ver algunas de las condiciones en las que he tenido que estar lista antes.

Pasó junto a mí y luego sobre AJ que estaba jugando con el sistema de entretenimiento.

Mientras mi mirada instantáneamente se afilaba en el suave meneo de sus caderas mientras caminaba por el pasillo del autobús, Rhys me esquivó entrando al baño.

—¡Oh, demonios no, amigo! ¡Yo estaba aquí primero!

Él me lanzó una sonrisa maliciosa

—Estabas demasiado ocupado comiéndote con los ojos el culo de Abby para preocuparte por el cuarto de baño.

Symphony Of Destruction. (Z. M.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora