Electric Mirror 3

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No había pasado mucho tiempo desde que llegó a la empresa de su hermano mayor, Jongin o mejor conocido como Kai. Golpea levemente la puerta de la oficina de su mayor, obtiene el permiso y entra en la gran habitación viendo a su hermano sentado tras su escritorio.

— Seokkie — Dice contento al ver a su hermano menor visitándolo, no era algo de todos los días ver al pelirrojo ir a la oficina porque según el menor era aburrido.

— Hola hyung… ¿Para qué me necesitabas?— Dice sentándose en un pequeño sofá, enfrente de su hermano mayor.

— Pequeño… oh, sobre eso ¿Recuerdas sobre mi nuevo socio? — Pregunta deslizando su vista de sus carpetas al de mejillas regordetas.

— He, si el amargo del cual tanto hablas.

— Ese mismo. Bueno, me ha dicho que quiere hacer un lazo más cercano conmigo y que podía llevar a mi hermano para ello y-

— Oh, no, no, no. No iré, Jongin hyung

— Eres mi hermano ¿no? — Ve al menor asentir levemente para luego jugar con sus dedos. — Solo por esta vez.

— Pero hablaran de negocios y eso es muy aburrido… no quiero ir.

— Él es alguien joven, de mi edad… ¿Acaso hablar conmigo es aburrido?

— Claro que no…

— Es del trabajo, pequeño, pero como te dije antes también quiere conocerte y ser cercanos.

— De acuerdo, pero pasa por mí.

— Bien. Estaré a eso de las ocho

— Ahora me iré a casa, Hyung; Tengo muchos deberes que me dejaron del instituto – Bufa porque el hecho de tener tarea nunca era agradable, menos en un día viernes. — Y luego me alistaré

— Bueno, ve con cuidado ¿De acuerdo?

— Si, Jongin hyung. No te estreses demasiado — Le da una simple sonrisa y toma su morral, enganchándolo en su hombro para luego caminar hasta la puerta de salida. Camina por el corredor y entra en el elevador, una vez baja a la primera planta se despide de Kyungsoo.

La lluvia se había detenido, ahora el ambiente estaba fresco y el delicioso olor a lluvia. Pequeñas gotas caían desde las hojas de los árboles y de algunos techos inclinados. Sus zapatillas se mojaban cuando pisaban uno que otro charco de agua acumulada en los desniveles de la acera.

Cuando llega a su casa, abre la puerta y sube las escaleras hasta su cuarto, deja su morral en el escritorio. Saca sus apuntes y toma unos libros específicos para ese trabajo. Hace algunas anotaciones, resume, gráfica y por ultimo lo corrige. Cuando termina mete todo el trabajo en un folio y lo mete dentro de su carpeta.

Se tira en su cama mirando hacía el techo. La luz lo ciega, ve figuras en el techo por culpa de la fuerte luz que había dado en sus ojos segundos antes. Y antes de que se hiciera más tarde se levanta con pesadez de su cama, que en ese momento se le hacía como una esponjosa nube, y se dirige a su habitación para darse una relajante lluvia. Una vez que sale prosigue a vestirse con unos pantalones de jean negros y una camisa color borgoña y un tenis al igual del color del pantalón.

Baja a la primera planta, camina hasta la sala y se sienta en el sofá.

— ¿Minseok? — Una mujer entra a la sala con una taza de té humeante en las manos, el chico le sonríe cálidamente a lo que ella le corresponde a aquel acto. Camina hasta el sofá y se sienta a un lado de su hijo, deja la taza en la mesa de centro. — ¿Cómo te fue en la escuela mi vida?

— Me fue muy bien mamá, he sacado un diez en el examen de inglés –Dice curvando una pequeña sonrisa mientras veía a su madre.

— Estoy tan orgullosa de ti mi bebé — Añade riendo con levedad. Toma su taza de té y bebe un poco de la infusión. — ¿Fuiste a ver a tu hermano?

— Oh, sí me ha invitado a una cena con su socio, ya sabes… para que sean más cercanos.

Se escucha una puerta cerrarse y nos pasos acercándose a la sala.

— Hola mamá

— Jongin, justo hablábamos de ti mi cielo. — Añade sonriendo recibiendo un beso en la mejilla por parte de su hijo mayor. — ¿Van a ir a una cena?

— Si, ya sabes mientras más confianza mejor será para ambos y ya que mi empresa no es una de las más reconocidas tener un socio con una empresa de renombre nacional es algo que me impulsaría a muchos beneficios.

— Me alegra mucho mi amor.

— Gracias mamá — Dice con una sonrisa. Luego su mirada se desliza al reloj. — Oh, vamos Minnie que necesitamos puntualidad o al menos llegar un poco antes de lo acordado.

— Bueno. Adiós mamá — Dice el pelirrojo dándole un beso en la frente a su madre.

— Adiós mis bebés, tengan cuidado con el viaje no se olviden que los amo muchísimo.

Ambos ruedan de ojos, sonriendo de forma divertida y contestando un también te amamos mamá salen de la casa. Montan en el carro de Jongin y este empieza a conducir.

— ¿Es agradable?

— Fuera del trabajo si es agradable, salimos a tomar varias copas hace unas semanas. — Dice dando una pequeña sonrisa.

— Mejor así. Espero no sea un amargo como decías porque me sentiré incomodo — Comenta risueño mientras miraba por la ventana observando el camino. El viaje no duro más de veinte minutos entrando en una casa de un tamaño similar a la suya solo que tenía un diseño menos minimalista, era como una casa antigua con toques modernos, y ni hablar de los carros que habían estacionados en el jardín.— ¿Habrá mucha gente?

— No, esos son sus carros…

— Joder…— Dice asombrado. Llegan al porche de la casa donde el mayor estaciona y ambos bajan del carro en ese mismo lugar los esperaba un hombre de traje y un chistoso bigote.

— Buen día jóvenes Kim, el señor los espera en la sala, la cena estará servida en una hora. Por favor, adelante — Cuando entraron aquel hombre los guío hasta la sala donde luego de hacerle una reverencia a ese hombre sentado de espaldas desapareció por la puerta.

— Buenas noches, Jongin y hermano... — Se da la media vuelta, levantándose del pequeño sillón mientras dejaba su copa de vino en la mesa de noche.

Minseok abre sus ojos, completamente sorprendido al encontrárselo allí.

— Lu…han — Apenas murmura sin que llegará a ser oído por ninguno de los dos, pero Luhan pudo leer sus labios, y como el joven también se encontraba sorprendido no tanto como él pero no negaba que aquello no le tomó por sorpresa.

Electric Shock «xh»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora