Electric mirror 10

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Quiero otra oportunidad...Aún me gustas, ¿Yo te gusto?

Su corazón se había detenido por un momento, ¿Qué era lo que había oído? El zumbido que volvió a hacer su corazón le había sacado la duda de que, en efectivo, seguía vivo y que eso no era ningún tipo de espejismo post-morte.

Podía oír su voz, en lo más profundo de su mente. Sentía como si la mirada de Luhan le hubiese congelado, y sus palabras no salían. Obviamente que el mayor le seguía gustando, con ello no engañaba a nadie. Minseok estaba loco por Luhan, tan loco que dolía. Dolor, miedo e inseguridad. Por una parte sólo se detuvo a ver lo bueno, pero también estaba esa parte obscura. La cual deseaba olvidar, el momento que destruyó todas sus ilusiones, sus deseos...su amor por Luhan (Pero que sólo había sido una falsa alarma, el amor por Luhan siempre permaneció allí, latente) pero inevitablemente no podía no recordar...lo bien que se la había pasado junto a él durante su relación, lo feliz que era; se sentía seguro, completo y sobre todo amado. Pero... ¿Y qué si todo se volvía a repetir? ¿Qué pasaría si el mayor le engañaba? ¿O si le estaba mintiendo?

Su mente era un lío de situaciones paralelas (Tanto buenas como malas)

Y no lo pensó más. El que no arriesga no gana, el que no se lanza de esa manera jamás vivirá, nunca se sentirá al límite.

— Me gustas...Luhan — Un murmuro fue lo que le bastó al ajeno para que esa contención que se formaba en la parte más racional de su mente se destruyera completamente. Sus brazos no tardaron mucho en rodear a Minseok, primero porque cuando el menor estuvo en silencio le vio combatir con su mente, los recuerdos...por su culpa. Mentiría si dijera que lo había olvidado, a Luhan le había dolido igual que a Minseok...pero en ese momento juraba que ese hijo si era suyo, y por otro pensaba que a Kim no le iba a afectar tanto como le había afectado a él, vamos...era un adolescente, quizá ni notaba que se había ido de su lado; pero no fue así, sintió el odio se Minseok cuando lo vio una vez luego de casarse, el asco que sentía por él era incapaz de ocultar. Luhan sintió morir esa vez, preguntándose porque había sido tan estúpido, pero...jamás lo dijo, no hasta luego del divorcio. Nunca había dejado de amar a Minseok, y dolió mucho pensar que el más joven había dejado de quererle, por ende...se había rendido.

Pero cuando Kim le dio esas alas no tuvo miedo a volar con ellas, arriesgándose de que sólo fueran una ilusión.

Sus manos rodean aún más fuerte al más bajo, embragándole con su fragancia. Luhan le toma de la barbilla con su pulgar e índice, levantándole de la forma más suave posible mientras que una sonrisa de felicidad se formaba sobre sus labios...hasta que vio esos ojos acuosos. La sonrisa se desvaneció; estar juntos era lo mejor, pero estar juntos también era una tortura. Había sido el primer amor de Minseok, el primero que lo lastimo y ahora...sentía todo ese peso. Si bien Minseok admitía que aún gustaba de Luhan y que...le amaba, todo se arremolinaba en su ser hasta que se formaba un punto explosivo, impidiéndole no llorar. Minseok se sentía confundido.

— Minnie...sé lo que está pasando por tu mente en estos momentos, pero créeme...jamás me separaré de ti. Estaré siempre con vos, hasta que tú me lo permitas. — Susurra al mismo tiempo que unos pares de besos se pegan a las mejillas del menor, limpiando el camino salado que formaron las pequeñas lágrimas. — Mi mente y mi corazón, son tuyos. Eres libre de aparecer en mis pensamientos y en lo más profundo de mis sentimientos; nunca dejaré que huyas de mí, no hasta que dejes de sentir esto que siento por vos. Sé que es amor...la manera en que nos vemos, en el que el tiempo transcurre dolorosamente lento cuando nos miramos, o realmente rápido cuando más deseábamos estar uno con el otro sin importar qué, sin detenernos a mirar que había un algo en el exterior, porque sólo eso importa...el nosotros nuestro amor, y el estar juntos. Nuestro corazones zumban como locos, intentando escapar de la realidad y sumirse en un eterno tiempo infinito juntos, dónde nada se les interponga. Sé que esto es real, es algo que jamás sentí y sé que tú jamás lo sentirás con nadie que no sea yo, sé que soy egoísta; pero eres mío, no pienso compartirte. Eres demasiado hermoso, tu sonrisa...tus ojos, esas rosadas mejillas, tu cabello, tu personalidad; eres lo que siempre soñé tener, y no pienso contenerme ahora. No cuando soy tan feliz que podría volar junto a ti a un mundo paralelo donde sólo seamos nosotros, dónde ninguno de los dos deba temer que alguien aparezca y que te enamore.

Electric Shock «xh»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora