Electric Mirror 2

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El camino hasta el departamento del mayor se vio inundado en un atormentador silencio, o solo para Minseok, que estaba muy incómodo en esa situación.

— No estés tan tenso, Minnie… — Le dice, mirándole de reojo, lleva una de sus manos al hombro ajeno.

— No me digas así, nunca más. — Dijo un tanto nervioso, corriendo la mano del mayor de su cuerpo. — Odio que ese nombre salga de tus labios. — Luhan soltó un suspiro, apretó sus manos, resaltando sus nudillos y rodó de ojos.

— No veo el problema, pequeño.

— Simplemente no lo digas ¿Bien? — Susurra fijando su vista hacía la ventanilla, observando como las gotas caían paulatinamente por la superficie de vidrio polarizado.

— Como tú quieras.

Cuando llegaron al departamento del mayor, Luhan aparcó en el garaje y fueron al ascensor. Los cuatro pisos más largos de sus vidas, Minseok estaba molesto e incómodo con Luhan, mientras que este no soportaba su faceta de niño caprichoso, ni siquiera sabía porque estaba tan enojado con él.

Las puertas se abrieron y subieron unos hombres mayores, mientras ellos bajaban en el piso deseado.

Minseok caminaba detrás de Luhan a un paso algo lento a comparación con las largas zancadas que daba el castaño. Se detiene cuando el contrario lo hace para poner la llave en la cerradura y darle dos vueltas hacía la derecha y girando el picaporte y ni bien la puerta está abierta ambos entran al frío departamento del de cabello rizado.

— Vamos, ve a ducharte — Le dice Luhan empujándole levemente. Minseok se cohibió un poco, sosteniendo su morral fuertemente. Luhan da una risa irónica — ¿Acaso estas avergonzado? — Le dice ladeando una sonrisa, viéndole fijamente a los ojos.

— ¿P-porque lo estaría? — Siente que sus mejillas se encienden un poco, y no por vergüenza sino por enfado, siempre el otro trataba de hacerle recordar el pasado, pero él no caería en sus estúpidos juegos.

— No lo sé… quien sabe — Canturrea acercando su cuerpo al otro, llevando su dedo índice a la mejilla del más bajo, aunque solo recibió un enorme manotazo por parte del otro. — Toma un poco de ropa de mi cuarto y ve a ducharte… Supongo que no es necesario que te diga el camino ¿No es así? — Añade burlonamente.

— ¡Claro que lo sé, idiota! — Dice quitándose su morral, aventándolo al suelo. Sube los dos escalones que separaban la entrada del resto del departamento y camina hacía las escaleras, desapareciendo entre por el corredor.

Va hacía la segunda puerta de la izquierda, la abre y entra, aspirando todo el aroma de la habitación de Luhan, sin dudas era su mayor adicción, ese olor le encantaba, lo hacía sentir en un mundo paralelo. Lleva ambas manos a su cabeza y se agita un poco, no, no debía de pensar de esa forma.

Da un enorme suspiro y camina hacía el armario de madera, abre las puertas corredizas y toma: un bóxer gris, un  polo blanco y un jean azul, que alguna vez habría dejado allí. Lleva ambas cosas en sus manos y sale del cuarto, y avanza hacia el final del corredor, en la última puerta, entra y enciende la luz, cierra detrás de sí y le pone pestillo. Deja la ropa en un estante y enciende la ducha, regulando el agua para que sea muy caliente, como a él tanto le gustaba, le encantaba ver su piel rosa luego del contacto de lo caliente que estaba.

Se despoja de su ropa un poco húmeda y la deja en el canasto de ropa sucia, luego la pondría en su morral. Se mete en la ducha y corre la cortina de baño. Deja que la lluvia artificial le bañara por completo.

Electric Shock «xh»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora