Electric Mirror 8

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Minseok sabía que tal vez estaba metiéndose en la boca del lobo, pero en ese preciso momento no le importaba mucho, había alzado nuevamente su bandera blanca hacía Luhan, y por un momento no sentía su orgullo magullado, sino que hasta se podía decir que se sentía cómodo. Luego de aquel encuentro en aquel negocio de panqueques, Luhan decidió llevarlo a su casa, y él no se negó, sino que aceptó gustoso. Era hora de enterrar todo el pasado, y dejar que su corazón siguiera bombeando al ritmo del nombre de Luhan, quizá necesitaba tener una buena relación con el mayor, pero sólo de amistad. No iba a negarlo, el castaño era un hombre maravilloso, y los años le habían añadido madurez, cosa que no carecía, pero lo reforzó. Estaba recostado en su cama mirando al techo blanco de su cuarto... ¿Cuándo había sido la última vez que lo hacía pero que tenía un gratificante sentimiento? Y, ¿Por qué sonreía como idiota cuando recordaba lo bien que había salido todo en esa salida? Si bien Luhan no le atacó cómo hizo las veces anteriores (de hecho, no había mencionado nada sobre el pasado) le volvía loco con cada frase que lanzaba al aire, y que penosamente él oía. Sus manos se habían rozado en más de una circunstancia, su piel se erizaba en el mismo instante.

Sería imposible enterrar todos sus sentimientos.

Antes de darse cuenta ya era de noche, el sol se había trasladado y las estrellas brillaban poderosamente en el edén nocturno. Había oído a una de las criadas golpear su puerta y decirle que su familia estaba esperándole para cenar, por lo cual se levantó de la cama y con un poco de pesadez camino hacía el comedor, viendo a su madre y hermano sentado en la mesa, camina a su lugar y toma asiento, haciendo una pequeña reverencia ante su tardanza.

— ¿Qué has hecho en la tarde, bebé? — Cuestiona su madre enviándole una mirada a su hijo mayor.

— He salido a una tienda.

— ¿A sí? — Jongin hace una pregunta retórica. — Sam no me dijo eso. Según él saliste con alguien de la empresa... ¿Por qué?

Minseok alza su mirada, un poco incómodo.

— Parece que ya lo sabes ¿para qué me preguntas?

— Por qué cuando fui a buscarte para salir no estabas allí. ¿Ahora te has hecho buen amigo de Luhan, Minseok?

— Me dijeron que te fuiste de la empresa, Jong. ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué me quedará allí como idiota a esperarte?

— Joder, Minseok. Te deje un mensaje en tu móvil diciéndote que salía a checar algo en una sucursal. ¿Acaso no lees tus mensajes?

— No me interesa. — Gruñe molesto. — Ya se me ha quitado el apetito. Si me disculpan, me iré a dormir. — Menciona alzándose sin importarle que su hermano le diera una mirada fulminante, y que su madre sólo le ignorase y siguiera comiendo, cómo era casi siempre. Silenciosamente estaba del lado de su hermano mayor.

Camina a su cuarto, sentándose en su cama. Ve cómo el led se su móvil se torna lila, lo que le decía que le había llegado un mensaje.

De: {Número no añadido}

Asunto: Minnie.

Minseokkie, adivina quién soy. Ey, pequeño, no preguntes como he conseguido tu número telefónico, pero lo hice. ¿No te has dado cuenta? La química entre nosotros no ha acabado, aquella atracción entre nosotros es impresionante, linda. Espero que una salida como la de esta tarde se repita. No me daré vencido tan fácilmente Kim Minseok.

 

Minseok pierde el aire por un momento. Se recuesta en la cama y cierra sus ojos, y se toma el momento de recordar. Luhan le menciono esa tarde cuando le dejó en su casa, con una tenue sonrisa en sus labios y un orgullo impresionante que no le dejaría ir tan fácilmente, y luego se esfumó. Algo en Minseok se había roto esa tarde, pero también algo nuevo había comenzado a emerger (O tal vez, sólo era ese noséqué de hace años que se había ocultado)

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Luhan llega a su departamento, dejando el saco de vestir en un perchero en la entrada. Se desajusta la corbata y la tira a un lugar irrelevante. Desabotona los tres primeros botones de su camisa y se sienta en su cómodo sofá. La pequeña sonrisa que estaba en su rostro era la primera luego de muchos años de miseria. Luhan juraba que en aquel momento, en el cual técnicamente le dijo a Minseok que no le había olvidado y que sus sentimientos seguían siendo casi los mismos, de forma indirecta, su corazón se detuvo y luego que desapareció como ente fantasmal este comenzó a bombear locamente. 

Electric Shock «xh»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora