Sin Pecado Concebido

Día a día El Diario

Capítulo 5

Día a día El Diario

POV Hermione

Finales De Octubre Del 2014

Después de tantas tristezas, al parecer llegaba el tiempo de disfrutar de la maravillosa sensación de dar vida a dos seres, lo más emocionante era sentir sus movimientos y los más preocupante cuando pasaban horas y no daban ni una patadita. En esto se me pasaron los días. Que si se mueve que si no, que quiero galletas, helado, hamburguesa mmm que ricos antojos!!! Mi rubio feliz de ver que por fin sonreía, aunque seguía en reposo y cada día mi barriga se hacía más y más grande por lo tanto yo más y más pesada, cada día podía estar menos sentada por el dolor en las costillas, cada día era más difícil, pero era lo normal de un embarazo gemelar, y era eso precisamente lo que anhelábamos, normalidad.

Sin embargo no podía evitar que cuando se acercaba el día de la próxima consulta, mi mente se llenara de preocupaciones, y ahora que me dirán? estarán creciendo bien? tendrán que adelantar el parto? esas y muchísimas más preguntas me daban vueltas y vueltas en la cabeza la noche antes de la citación. Pero para nuestra fortuna mis niños crecían muy bien y en cada ecografía todo eran buenas noticias. Ya cada uno superaba los dos kilos

Los dolores

He ido descubriendo con el tiempo, y a lo largo de todo mi embarazo que cada cierto tiempo hay unos pequeños dolorcitos por aquí y por allá. Recuerdo cuando en las primeras semanas sentía pequeños dolores en el bajo abdomen  a modo de cólicos, que no eran otra cosa que mi útero creciendo, pero una, no puede evitar asustarse y pensar que algo podría no estar yendo del todo bien, me ayudó mucho el buscar y encontrar información que me dijera como vivían su embarazo otras mujeres, pues me permitía sentirme más tranquila y menos ansiosa.

Con el transcurrir de las semanas comienzan los dolores en el pecho, pequeñas punzadas que incomodan, pero que a la vez me hacían recordar que mi cuerpo,  estaba y está en constante transformación para poder cubrir las necesidades de mi bebé.

Cuando mi panza comenzó a crecer significativamente, comencé a sentir unos pequeños tirones nuevamente en el bajo vientre, recuerdo que estuve sintiéndome así unos cuantos días, hasta que todo volvió a la normalidad y logré disfrutar sin dolor, otra vez.

Últimamente, ya a las 15 semanas, lo que he comenzado a sentir es un pequeño dolor en el coxis, creo que esto sucedió porque, además que mi barriga crece y crece, tuve un día complicado, por lo que cual el médico me sugirió descanso y no conducir el auto, al menos por unos días. Luego de este dolorcito comprendí que si bien mi embarazo está yendo bastante bien, no puedo confiarme y creer que puedo seguir con mi ritmo habitual, es necesario que comience a aceptar que desde ya, debo iniciar algunos pequeños cambios.

 

Las emociones

No se exagera cuando se piensa que el estar embarazada es realmente mágico y es que realmente lo es, pero la verdad es que no todo el tiempo se está en una burbuja de amor, calma y ecuanimidad. Hay momentos en lo que siento que no puedo estar conmigo misma, que por cualquier cosa me pongo fastidiosa, que todo me parece mal, que no quiero ver a nadie, que todo me duele y que en general me sienta más sensible.

Usualmente el depósito de mi mal genio es mi dragón, pero aunque a veces le cuesta, me tiene mucha paciencia y espera -poniéndose a buen recaudo- a que pase mi genio.

Ni modo... Yo llevo la panza y el me ayuda a lidiar con ella cuando más lo necesito...

Las preocupaciones actuales

Hace ya un buen tiempo mi preocupación no radica en, ¿cómo estará mi bebé? sino en, ¿cómo será el parto? ¿La recuperación? los cuidados? como haré para que mi bebe esté bien? ¿Cómo será tenerlos por primera vez en casa? estoy segura que no podré dormir la primera noche en que estemos los 4 solos con el mundo!!!

Sé que tendré muchísimo apoyo sobretodo de mi madre, quien gracias a Dios está conmigo, pero aun así me muero de miedo ante tanta incertidumbre. Sé que todo saldrá bien -Draco me lo dice todo el tiempo- pero es inevitable pensar lo contrario.

Últimamente ando muy preocupada por todo y hasta parece que tuviera la obligación de estarlo, pero en fin, todo está bien y mis bebés están creciendo mucho!

Las visitas al medimago

La primera mirada a nuestros bebés, fue de lo más emocionante... Eran tan pequeñitos e indefensos, que parecíamos no tener derecho a alegrarnos demasiado, por temor a que las cosas no marcharan bien, es decir, estaba muy feliz, pero como no pensar en que debíamos esperar para poder gritarlo a los cuatro vientos. Claro que mi madre, padre, y suegra sabían de mi estado de gravidez, pero mi fututo esposo y yo nos sentíamos tan temerosos de decírselo al resto y no tener luego buenas noticias… que esperamos hasta los casi 5 meses para hacerlo realmente público.

Cada mes era un descubrimiento diferente, que si estaba el saquito pero no se veía el embrión, que si estaba el embrión con latidos pero aún con cuidados, que si aún no se puede saber el sexo, en fin, cada consulta se convertía en toda una experiencia feliz por supuesto.

Mi esposo y yo estábamos locos por conocer a detalle la salud de nuestros bebés, así que fuimos a un instituto especializado en ecografías para nos confirmaran las sospechas de nuestro médico, de que todo marchaba más que bien, conseguir cita fue todo un tema, pero pudimos ir ese mismo mes.

Cuando entramos al consultorio, parecía una nave espacial con tanta máquina por todos lados, todo súper automatizado, hasta el médico creo… comenzó a tomar medidas y a comprobar así que todo estaba bien, cada pausa de verificación, cada centímetro que aparecía en la pantalla, cada anotación, cada segundo significó para nosotros un padecimiento del que gracias a Dios salimos airosos, todo estaba bien con nuestros bebés, no existía la más mínima complicación, todo estaba donde debería estar, las medidas como deberían estar y en general todo fluía como debería…. salimos aún más felices de esta cita al saber que nuestro bebés serían "los más saludables del mundo…. y sus nombres Scorpius y Anthares.

Aunque mi panza no se hizo absolutamente obvia, sino hasta los 3 meses aproximadamente.

Siempre que íbamos al médico había una pequeña cuota de preocupación, pero la verdad es que todo marchaba tan bien, salvo un aspecto, el peso, mi médico es absolutamente obsesivo con el peso, tanto así que, estos últimos meses me muero de miedo de las citas, es decir, me preocupo más por cuanto habré subido de peso, que por cómo están mis pequeñines y eso no está bien, hoy tengo consulta y después de fiestas… quién no ha subido de peso? tanta es mi angustia que quise postergar la cita, pero mi prometido insistió con que el me "defenderá" con el doctor para que no me sermonee más de los necesario, la verdad no sé, solo espero que todo salga bien….

Y salió bien, mis chiquitos  están perfectos, sumamente movedizos, van a ser muy hiperactivos, pero lo más importante es que todo marcha ok.