Capitulo 26 La Separación sin pecado concebido

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POV Hermione

Dos meses. Exactamente habían pasado dos meses desde que me separé de él. Recuerdo aquel dolor tan claramente en mi memoria, que con tan solo imaginarme aquel momento, vuelvo a hundirme en aquella interminable depresión. Varias veces me pregunte si realmente me merecía lo que me estaba pasando... hasta ahora la misma pregunta vagabundea mi cabeza. Lo quería y lo quiero aun de mil formas, no había ni un solo momento que no pensara en su salud, su bienestar, y su cariño. Él me devolvía el mismo afecto a su manera. Nuestro cariño era mutuo, traspasaba fronteras, entonces ¿Por qué la vida nos jugó sucio? ¿Acaso era una prueba del destino que nos tocaba afrontar? No lo sé y me temo que esas respuestas nunca me serán concedidas.

Siento que la vida no me dio tiempo suficiente para expresarle todo el amor que llevaba dentro, aquel agonizante dolor que me carcomía las entrañas. Solo quería expresarle lo único bueno que me mantenía y me mantiene con vida, mi amor por él, el fruto de este amor nuestros dos pequeños y ahora otro embarazo más, mi guardián, mi protector, y ante todo el amor de mi vida.

Recorriendo el camino de mis recuerdos, encontré uno que más tarde me revelaría lo que la vida nos tenía preparada.

-No hay mal que por bien no venga. Recuérdalo siempre, Herms.

Me decían mis suegros

En aquel momento no entendí a lo que se refería. Con pocas palabras me reveló lo que me esperaba en el futuro, un futuro lleno de triunfos como también de desgracias. Me negaba rotundamente a lo que me estaba pasando, no podía ser cierto. Los lazos que nos unían eran inmensos y de la noche a la mañana no podían ser destruidos. Sabía que estando lejos no sería lo mismo. Me amaba, lo sabía cada vez que me levantaba en las mañanas con un beso, cada vez que me decía te amo, lo demostraba de mil formas. Nunca olvidare esas charlas antes de irnos a acostar; buscando cualquier pretexto para mantenerlo sentado junto a mí. Aquellos momentos sentía que no solo era mi esposo, sino también mi mejor amigo y confidente.

-No trates de esconder tus sentimientos y emociones, princesa. De alguna u otra manera libera lo que hay dentro de ti. Deja que el mundo escuche tus ideas y vea tus virtudes,

El contemplaba la pureza y belleza que escondía mi alma, solo sus palabras podían darme esa paz interior que necesitaba.

Sin embargo, alguien tal vez, nos tenía preparado una prueba que era peor que la misma muerte, ya que si no estás suficientemente preparado te mata lentamente. Ese dolor que dejo su rastro en mí, iniciando el comienzo a un nuevo camino a la verdadera realidad. Hay cicatrices que por más que pasen mil años no se llegan a cerrar completamente. Recuerdo el día de decir adiós; trate de mirar su rostro por última vez, pero bruscamente lo aparto de mi vista.

-Perdóname, Hermione. ¡Déjame explicarte!

En eso me tomo por los hombros y me apretó fuertemente entre su pecho,

-Perdóname dime que no te vas, dímelo.

La muchedumbre iba y venía a nuestro alrededor, un grupo de caras conocidas se aproximaron a nosotros diciendo palabras de aliento y de fuerza. Hubieran sido reconfortante oírlas en otra ocasión, no ahora... no justo ahora. Mi mente no respondía a esas voces; es más las sentía tan distantes, tan distintas, tan desconocidas. Solo su voz, aquella voz que había escuchado por tanto tiempo, tenía efecto en mí. Aunque en ese momento me sentía vacía, sin esperanzas, sin ganas de vivir, pero pese a todo, eran sus palabras las que me levantaban nuevamente. Como olvidarme de aquellos ojos que irradiaban esperanza hacia mi persona, su rostro, sus manos, especialmente sus palabras.

Sin Pecado ConcebidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora