Capítulo 7 El primer mes de vida

4.9K 186 19
                                    

Capítulo 7

     

El primer mes de vida

POV Draco

"MIS HIJOS"

Son las cuatro y media de la madrugada de un día martes, tus ruidos me han despertado y muy contento no me he levantado, ya que a las siete treinta comienza mi horario de trabajo.

Al llegar al moisés, bien abiertos tus ojos estaban mirándome y con temor y delicadeza por tu fragilidad, te tome y alcé pegándote a mi pecho, moviéndote de un lado hacia el otro, para intentar calmar tu fastidio.

Calculo que fueron unos veinte minutos que estuvimos de esta manera hasta que te dormiste. En ese tiempo la cantidad de sensaciones que tuve fueron incontables, así que al dejarte descansando y no poder dormirme, tomé un lápiz y una hoja para intentar escribirlas.

Del enojo que me produjo tener que levantarme pasé a un estado de ternura total cuando te tenía entre mis brazos y acariciándote suavemente la cabecita los miedos me comenzaron a encontrar.

Empecé a pensar y analizar con temor mi vida y me di cuenta que ya no soy yo, sino que ahora están aquí, que sus cuerpitos son un desprendimiento del mío, los cuales tengo que cuidar más que a mí mismo, por su fragilidad.

Me puse a charlar, diciéndote que no te hagas problema por nada, que yo siempre voy a estar. Y ahí surgió otro miedo, ese de si podré estar siempre para ayudarles y aconsejarles, y de miedo en miedo concluí que por una ley natural no voy a estar, pero si quería y esperaba estar todo el tiempo que pueda y que haga falta para prepararles para un futuro.

Luego, miraba tus ojos y al mismo tiempo los míos, tus manos, tu nariz y tu color de pelo y piel, y me reía cuando hacía lo mismo con mi cuerpo enfrentado a un espejo e interiormente pensaba “pucha, lo que es la vida”, mis ojos comenzaban a brillar por la emoción que me causaba nuestro parecido.

Segundos más tarde, empecé a pensar si era capaz de educarles, ya que soy debutante en esto de ser padre, y al mismo tiempo recordé al mío, pensé una y otra vez lo que me gustaba de él y lo que no, formando en mi mente un ideal de padre, concluyendo que tenía que actuar o como actuó el mío sino como me hubiera gustado que lo hubiera hecho.

Después comenzó a entrar en mis pensamientos el temor del dinero, que antes de aparecer ustedes en mi vida mucha importancia no le daba, pero ahora ocupa una de mis principales preocupaciones, eso de si podré darles todo lo que quieran, necesiten  para crecer como los mejores niños del mundo, con todos los gustos, todo lo que quieras, si les podría dar el día de mañana los mejores juguetes, las mejores ropas, el alimento, lindas vacaciones, y por qué no los mejores colegios para su educación.

Cuando pensaba esto me temblaban las rodillas por el miedo a fracasar, por el miedo de no darles todo lo que anhelen. Pero al segundo siguiente vino un pensamiento muy realista y consolador, es ese de que realmente no sé si su madre me dejara darles de  todo, pero todo lo que tenga y pueda se los voy a facilitar, pero más que nada va a ser de corazón y por amor, porque de nada sirve llenarles de cosas materiales sin nada espiritual, sin una enseñanza en cada regalo.

Sin Pecado ConcebidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora