Cap 21

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Espejismos

¿Qué sentido tenia mostrarle todo aquello al señor Sesshomaru?
Tenia todo el sentido del mundo.

Naraku se limpio las manos ensangrentadas, ningún rastro de aquel cadáver femenino había quedado. Su parte youkai comía pedazos de carne de delicadas doncellas, solo después de satisfacer sus deseos extraños y asquerosos.

Pensaba: La poción de aquella mujer bruja no funcionaba. No afectaría a Kagome dado que ella era más fuerte de lo que parecía.

De repente en su interior se escuchaba una ligera voz, esa mujer tu la amas.  Tú la necesitas.

Yo no necesito a nadie, sólo necesito la perla para ser youkai completo. --se recostó mirando al techo de su habitación, llena de telarañas y polvo. 

Ella le había recordado, al tocar su cuerpo cálido aquellos días que quería olvidar, cuando Kikyo cuidaba de él, antes cuando robaba y cuando recorría aldeas saqueando todo.

De repente estaba en un sueño. Obscuro e indeciso, con un aroma fuerte a flores de muerte, unas flores rojas y brillantes.

- Naraku... ¿Te encanta tu nueva vida?  --Habló una voz femenina en la obscuridad.

- ¿Qué es esto?

- Soy aquello que haz pedido a una bruja, soy retazos de algo más grande y soy aquello que te falta más que cualquier cosa.

Un espíritu femenino se alzó en colores púrpuras y rosas brillante en la obscuridad, casi cegando al monstruo. Este se arrodilló, sintiendo que nada no iba bien.

- ¿Qué buscas con el poderoso Naraku, porque me lastimas?  

- Tu lo buscaste, yo estoy aquí, mírame, quien debería ser lo que deseas, ser lo que deseas obtener..

-Eres confusa... Pero estoy seguro de que lo último que le pedí a una bruja fue una poción

Naraku trato de mirarla, pero era muy brillante, intentó una vez más, y lo que vio era extraño pero muy familiar... Era una mujer de rosa, con cabellos negros...Era exactamente igual a Kikyo, pero también igual a Kagome.

- Soy un espíritu de esa poción,  es más fuerte de lo que crees, y esto es lo que quieres.

- Te equivocas, yo ansío el poder.

- Tu tienes ansias de lo que más anhelas, de lo que más te ha faltado y aquello soy yo.

La mujer corrió hacia él y de repente sintió que caía al vacío.

Se despertó abruptamente por la mañana, asustada. Miro por la ventana. Estaba en su casa, Kagome había ensuciado sus sábanas, estaba teniendo su regla menstrual.

Le dio un poco de fiebre y había tenido una pesadilla donde caía al río frente a la aldea. Inuyasha no podía tomarle la mano en el sueño.

Habían pasado 3 días desde que se fue, deseaba olvidar aquel pecado que había cometido en contra de sus seres amados. Recordaba cada cosa constantemente.

- Mamá hoy no iré a la escuela, me siento algo enferma.

- Está bien cariño, te prepararé un té para el dolor.

- Gracias mamá eres la mejor.

Kagome llevo sus ropas sucias al lavarropas, se sentó afuera un pequeño instante. Miró hacia el templo después, había sentido que algo la observaba.

Todo se sentía tan raro y tan extraño. Su regla la dejaba mareada y muy nostálgica.

Fue a su habitación, con un nudo en la garganta se recostó y extendió su mano.

Recordó a Inuyasha...Rígido,  de mal humor. Recordó a Sesshomaru, frío pero sincero a la vez, sintió sus manos y sus dedos. Su largo cabello, su voz.

- Desearía a veces no haberlos conocido --pensó con un nudo en la garganta, lagrimeando pensó: no soportaría verlo a los ojos. Ni siquiera sé ahora a quien le pertenece mi corazón.

La puerta se abrió y su madre le trajo té con medicinas.

- Kagome querida... Te ves muy triste...

- Mamá solo quiero descansar.

- ¿Es sobre algún chico en especial?

Kagome suspiró.

- Es sobre mi labor como guardián del templo... Y de nuestra familia.

Su madre no entendía muy bien pero a menudo lavaba las ropas llenas de sangre que Kagome traía. Entendía su esfuerzo y su importancia como guardián y sacerdotisa.

- Cariño, no sé muy bien como luchas en ese lugar pero sé que de mi parte tu nunca estarás sola. También se que debes ser fuerte y jamas rendirte, de lo contrario... La gente que defiendes sufrirá. Kagome...

Kagome la miro con los ojos atentos.

- Eres una hija preciosa y fuerte, de eso no hay duda. Esfuérzate más hija, tendrás mejores resultados. --le sonrió antes de irse.

- Eso es realmente conmovedor Mamá...Gracias.

- Bebe toda la medicina o no te sentirás mejor. --la madre cerró la puerta y Kagome había quedado en silencio. Observó el té. Pensó sobre lo que su madre le dijo

Preciosa y fuerte...Nunca estaré sola...
Supongo que sólo estoy llena de temor.

//Gracias por leer la historia!
Realmente gracias por los comentarios, eso hace posible que quiera continuar con esta historia que tiene text hentai.

Viva el Sesshome!  ♡

Él es puro ámbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora