SEIS

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Tenme paciencia.


Siempre me han querido a medias,

a medias lunas y medios sueño;

a medios besos y medias ganas.

A medio esfuerzo.


Me olvidé cómo es que te entreguen todo,

me acostumbré a las sobras y los quizás,

a las segundas vueltas y las dudas nocturnas;

me acostumbré a andar en la oscuridad.


Tenme paciencia,

que estoy reaprendiendo a merecer,

a no pensar en qué saldrá mal

y dejarme sorprender.

Y es que me sorprendieron muchas veces antes,

pero con los infinitos "no eres tú";

era esto, era lo otro,

pero siempre me sentí yo.


En cada nueva oportunidad

di todo lo que tenía,

sabía que al final me quedaría con nada,

otra vez rota, otra vez en polvo.


Pero siempre he sido como un fénix:

resurjo de las cenizas,

extiendo mis alas en fuego y me elevo,

porque sé que nadie más lo hará por mí.


Soy todo lo que tengo,

todo lo que queda y lo que habrá.


Si quieres ser parte de este fénix

ten paciencia y te enseñaré a volar.

De un peso y para llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora