16- Promesas

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Lisa

¿Nunca les ha pasado que están teniendo un día muy bueno en toda la extensión de la palabra y que todavía no finaliza pero sin embargo ya saben que echarán de menos ese día?

Este era mi día.

Sentía las suaves caricias de Jennie sobre mi abdomen, podía jurar por los movimientos y por la zona en la cual acariciaba que estaba trazando el tatuaje que tenía en el costado, al igual que podía percibir que me miraba, ella siempre me estaba mirando.

—Desde cuando estás fingiendo que duermes? –escuché que preguntó en un susurró y abrí levemente mi ojo izquierdo solamente para encontrarme con su bello rostro y su inigualable sonrisa pícara.

Abrí el otro ojo y me acostumbré a la claridad que había en todo el lugar, gracias a que estábamos en la parte delantera del Yate y lo único que nos cubría era una gran sombrilla que pertenecía al camastro donde estábamos acostadas. O al menos, yo acostada mientras que Jennie estaba sentada junto a mí en forma de indio de tal forma que su mirada iba directo a la mía con solo bajar un poco su cabeza.

—Como supiste que estaba despierta? –cuestione entrecerrando los ojos.

—Tu respiración se aceleró más de lo debido.–contestó simple colocando su fría mano por completo en mi abdomen que estaba descubierto gracias a que solo tenía un top y un short corto como traje de baño–Me gusta.–dijo señalando el tatuaje–Te hace ver muy ruda y sexy.

Solté una risita por cómo lo había dicho, pero también por lo que había dicho, no cabía duda que Jennie no me conocía en mi faceta de peleadora.

—Tú crees? –ella asintió mordiéndose el labio inferior.

Maldita, sabes lo que provocas.

En un movimiento extremadamente rápido yo ya estaba sobre ella en un beso bastante exquisito para ser real, era tan lento, así como tan sensual. Por un momento me importó una completa mierda saber que mi familia podría estar viéndonos.

—Lis alto.–susurró sobre mi boca con la respiración agitada–Tus papás andan por ahí.

Levanté un poco la mirada viendo si había alguien, un Jackson por ejemplo, mirándonos y no, gracias a Dios no. Sería muy incómodo explicarle a mi mamá que ya no tengo 15 años y tengo una vida sexual activa. O al menos, era activa hasta que conocí a Jennie.

—Necesitamos tiempo a solas, amor.–murmuré dándole un beso rápido en los labios y regresando a mí posición de hace unos minutos atrás.

—Lisa, estamos juntas todo el tiempo, tú familia no está aquí siempre. Debes disfrutarlos.–contestó colocándose las Ray-Ban para seguramente cubrir sus mejillas visiblemente rojas.

Era cierto, pasábamos mucho tiempo juntas.

—Tienes absolutamente toda la razón, pero quiero pasar tiempo a solas contigo.

—Ayer pasaste tiempo a solas conmigo Lis.–su tono derrochaba insinuaciones que obviamente entendí.

—Podría pasar mil horas contigo y no me parecería suficiente.–sonrió y le correspondí, se inclinó y depositó un suave beso en mis labios.

—Me encantas en tu versión romántica.–murmuró alejándose.

—A mí me encantan ambas cuñis.–se escuchó la voz de Sorn a nuestras espaldas, o al menos a la mía, ya que por la sonrisa de Jennie significaba que ya la había visto.

She Takes Control [Jenlisa G!P] Where stories live. Discover now