She Takes Control [Jenlisa G!P]

30.- Dalgom

VOTEN ❤️

N.O.

—Buen día, cariño.–saludó Suni–No es muy temprano para ti?–preguntó con burla refiriéndose a la extraña y exagerada sonrisa que adornaba el rostro de su hija que bajaba las escaleras tarareando alguna canción de amor.

—QUÉ? –gritó Jisoo exageradamente fingiendo sorpresa al ver a su hermana mayor–JENNIE KIM ESTÁ AQUÍ? –Suni comenzó a reír.

—Si, buen día a ustedes también.–contestó la castaña acercándose a su madre para depositar un tronado beso en su mejilla continuando con la de su hermana menor que se sorprendió de tal acto.

Hacía mucho que no la veían tan sonriente.

Jennie tomó asiento tomando rápidamente una tostada que había sobre la mesa; panqueques, huevo, salchichas y tostadas era el menú de esta mañana. Pareciese que no había comido en años y no sabía ni por dónde empezar.

—Parece que alguien por fin está de buen humor.–mencionó Jisoo con cierta picardía que hizo fruncir el ceño a la chica.

Jisoo ya sabía la razón.

La risa fingida de Jennie se escuchó en todo el comedor llamando la atención inclusive de Dalgom, quien comenzó a mover su colita desde el filo de la puerta que unía la casa del jardín trasero.

Para Dalgom ya era claro que ingresar a la casa estaba prohibido. Era obediente. O al menos respetaba eso cuando no veía a su dueña.

—Mi queridísima hermana, yo siempre estoy de buen humor.–se defendió sarcástica colocando mermelada en su tostada sin pretender ocultar su sonrisa.

Había arreglado todo con Lisa y eso la convertía en la chica más feliz del planeta tierra.

—Te diré que si solamente para no estropearlo.–bromeó la coreana mirando de reojo a su mamá que sonreía ante la interacción de sus dos hijas.

—En dónde está Alice? –preguntó Jennie de la nada mirando a Dalgom–Ese perro debe de tener hambre.–lo señaló.

La verdad es que se sentía incómoda de estar comiendo y sentir la mirada de Dalgom, verlo y afirmar que le estaba suplicando por comida.

Lo que no sabía, era que Jisoo se encargaba de mal acostumbrar a Dalgom en darle comida a escondidas. Inclusive le había pedido a Sara que le sirviera croquetas a cada rato y de paso uno que otro tipo de comida.

—Ese perro ha comido más que yo.–musitó Jisoo con diversión aún con comida en su boca haciendo que Jennie arrugará el entrecejo, ¿Por qué hacía eso?

—No seas asquerosa.–dijo con desagrado–Aun no entiendo cómo Rosé puede andar contigo.

Rosé era lo contrario a la hermana de Jennie y nadie podía saberlo mejor que ella. Aún no comprendía esa relación.

La sonrisa pervertida de Jisoo le dió la contestación exacta que absolutamente nadie ahí presente quería escuchar. Ni ella, ni mucho menos Suni.

—No digas ni una barbaridad, por favor.–las carcajadas de ambas Kim se escucharon en toda la casa haciendo reír suavemente a su madre.

—Quieres que te enseñe a nadar? –preguntó Jennie a Jisoo minutos después de silencio–Anoche me ha contado tu novia que estás del asco.–añadió con una ceja levantada y señalando con el tenedor.

En un momento de felicidad y brutal honestidad, Jennie había decidido tomar la iniciativa, cosa que jamás hacía, en marcarle a su mejor amiga para tres simples razones: