She Takes Control [Jenlisa G!P]

27- 4 AM

Jennie

Cerré la puerta sin escuchar algún ruido fuera de lo normal, ¿La cena había acabado? Diablos, realmente esperaba con todas mis fuerzas que aún no fuese así.

Escuché la característica e inconfundible risa de Jisoo proveniente del comedor y sonreí sabiendo que aún seguían ahí.

—Espero me hayan guardado algo de comida.–dije notando principalmente la presencia de Rosé aquí, ¿Qué carajos? No era extraño verla por aquí, pero si era raro que estuviera aquí si yo no lo estaba–Rosie, que haces aquí? –la saludé con diversión dándole un beso en la mejilla y seguí con todos de igual forma.

—Que pregunta es esa, Jennie.–regañó mi papá haciendo reír a todos y levantándose del asiento para abrazarme, abrazo que correspondí enormemente. Lo extrañaba–Donde estabas?

Comencé a ladear la cabeza juguetonamente mientras caminaba hasta un asiento que no era donde comúnmente me sentaba, pero ya había un plato ahí, definitivamente me estaban esperando.

—Por ahí.–no les diría que fui a ver a escondidas a Lisa pelear. No tenían porque saberlo.

Miré a Rosé que levantó una ceja como si supiera a la perfección en donde estuve o muy probablemente pensando que volví a revolcarme con Kai, idiota.

Rodé los ojos con una sonrisa algo pícara, tendría que morir con la duda. Antes muerta que admitir que técnicamente fui a espiar a mi ex. Jennie Kim no hace eso.

Aunque me sentía feliz de haberlo hecho.

A decir verdad, el solo ver a Lisa mejoró notablemente mi humor, su sonrisa y esa felicidad que mostró al final de la pelea cuando ganó pudo con todo dentro de mí.

Sin duda la extrañaba.

La extraño.

—Por qué este plato tiene comida? –pregunté extrañada al notarlo, apenas me iba a servir un poco de la comida mexicana que había y bum, pareciera que alguien ya estaba aquí.

—Cielo ahí..–mi mamá guardó silencio en cuanto notó que mi atención no la tenía en absoluto.

¿Pero qué mierda?

¿Quién es esta niña?

—Esto es espeluznante.–murmuró Jisoo a Rosé, ni tome la molestia de mirarlo porque sabía que ella ya lo hacía.

Sin decir nada me levanté del asiento, era obvio que esa niña estaba sentada allí.

—Jennie, ella es Alice.–presentó mi papá.

Lo miré, tenía el ceño fruncido como era costumbre. Definitivamente es obvio que Alice era familia nuestra.

No me sorprende en absoluto porque mi papá tiene bastante familia, y más de la mitad no la conozco por la distancia.