El aroma a canela y el caramelo se comenzaba a filtrar por las habitaciones, obligando a la nariz de Frisk a respirar profundamente el inicio de la mañana. Abriendo los ojos, un sentimiento de felicidad se apoderó de ella, como si no se hubiera sentido así de libre hace mucho tiempo. Se desperezó alzando ambos brazos y se levantó con el ánimo por las nubes.
Pese a que todo el pueblo de Snowdin era cubierto por nieve a diario, la casa estaba a una temperatura agradable y no hacía falta que estuviera colocándose prendas una sobre la otra para protegerse de los cambios de temperatura. Frisk fue directamente al baño, preparó sus ropas para el día, y repasó en su mente los quehaceres que había planeado hacer durante su pequeña estadía. Y lo más importante, llamar a su padre. Lo había intentado hacer el día anterior, pero la línea sonaba ocupada y Toriel tenía un horario que cumplir.
Se había puesto un vestido azul de lana sobre una camisa blanca, pasándose un cinturón violeta alrededor de la cintura y calzando un par de botas marrones de tacón medio. Recordaba que solía usar mucho esos colores cuando era niña, volver a Snowdin le había dado la excusa perfecta para volver a hacerlo.
"Frisk, buen día, querida. ¿Has dormido bien?" Preguntó Toriel al verla llegar.
"Buen día, Tori. Como nunca" Rió. Miró de reojo a Toriel antes de preguntar con una amplia sonrisa vacilona en su rostro "¿Qué hay de desayuno?"
Toriel dejó escapar una risa nasal antes de salir completamente de la cocina.
"Hace años que no escuchaba eso" Sonrió "Calenté algo de la tarta y también algo de té"
"Qué delicia" Dijo Frisk.
Ambas se habían sentado a la mesa a comer. Toriel no era la mejor conversadora, y mayormente cuando lo hacía, era para dar consejos y amables opiniones sobre el tema, en rara ocasión en una conversación cualquiera cambiaba el tema a menos que lo viera necesario. Costumbres aprendidas por su trabajo, intuía Frisk, pero nada de eso le resultaba molesto, por el contrario, lo encontraba encantador en alguien que pasó por tanto en su vida.
"Me alegra que tu día haya iniciado de manera agradable" Dijo Toriel mientras añadía azúcar a su taza "¿Qué tienes planeado para hoy?"
"Pensaba en ir a la Bibiloteca a saludar a Sophie, y leer un libro por supuesto. Pasar a alguna cafetería y tal vez saludar a algunas viejas compañeras de la escuela" Frisk miró a Toriel con algo de culpa en los ojos "Claro, si es que no se han ido a las otras ciudades".
"Oh, me temo que la gran mayoría sí tomó esa decisión, pero, hay muchas madres e hijas que se han quedado aquí por lo estable y... Claro, aquí no hay humanos" Comentó casi en silencio.
"Es comprensible"
Frisk bebió algo de té antes de apartar la vista. Toriel acercó su mano peluda envolviendo la suya.
"Pero por supuesto, ellas saben que no todos son iguales. Tu eres la prueba de que hay más humanos amables afuera." Le sonrió. "Tengo muchas chicas a las que les da curiosidad saber cómo son los humanos, varios de los que vienen solo son turistas y no dan tiempo a conocerlos de verdad. Tal vez puedas abrir un hueco en tu agenda uno de estos días y te presentes con ellas. Estoy segura de las niñas estarán encantadas contigo."
"Me encantaría" Respondió casi enseguida dejando la taza de té en su platillo "De hecho... Es una gran idea. Tal vez pueda acompañarte en las mañanas y en la tarde podríamos ir las dos a dar una vuelta a la ciudad" Frisk se detuvo antes de que su entusiasmo le ganara "S-Solo si no hay problema, ni estás ocupada con las calificaciones de las niñas, claro"
"¡Oh! No podría haberlo dicho mejor, querida" Sonrió "Pero, ¿Por qué te interrumpiste? Parecías tan animada"
"No es nada, solo..." Dejó escapar un suspiro "No es nada importante"
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Daily Joke (Fanfic Frans)
FanficFrisk es una consejera por carta que trabaja en el prestigioso periódico de monstruos: "The Daily Echo". En medio de la guerra, todo lo que creía con respecto a amistades y el amor mutuo, cambiará con la llegada de un singular esqueleto poco carismá...