Capítulo 9: Mal gusto y buen ánimo

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Dos cucharadas de miel de maple y una rodaja de naranja era lo que necesitaba. Toriel no había dicho palabra ni pregunta alguna, pero Frisk sentía que debía decir las respuestas antes de arrepentirse si las llegaba a escuchar. Primero lo primero, su trabajo luego lo iría desglosando hasta llegar a ese tema. Sus hombros cayeron luego de dar el primer y agradable dulce sorbo.

"Verás Tori" comenzó ella "Principalmente vine aquí por una excusa. O más bien, motivada por ella..." Suspiró dejando la taza en su platillo. La vieja cabra sonrió sosteniéndole la mirada "Tal vez el tema te tome por sorpresa, pero me gustaría que fueras totalmente sincera conmigo"

"Por supuesto" Respondió con seriedad.

"Una de las cartas que recibí... Llegó muy cerca de mis sentimientos, casi como si hubiera sido yo quien la escribió."

Frisk acercó la carta deslizándola sobre la mesa. Toriel la acercó hacia ella y comenzó a leerla, sorprendida alzó una mirada inquisitiva a Frisk antes de fruncir el cejo.

"No me malentiendas, sé cómo se siente ella, puedo entenderla de alguna manera su forma de pensar, pese a que no esté en su misma situación... Necesito que me ayudes... Para poder ayudarla" Dijo agarrándose de la manga del suéter.

Toriel dejó ir un suspiro y dobló la carta en cuatro.

"¿Quieres que te sea sincera?" Preguntó con franqueza.

"S-Si..."

Ella te lo dirá... Algo que ya sabes, y que debías de haber tomado las medidas para que terminara de una vez...Pero eres tan obstinada.

"Ella sabe que no es amada" Respondió con dureza en la voz. "¿Es así como te sientes?"

Lentamente la cabeza de Frisk bajó tocándose el pecho con el mentón, apretando los labios. Las palabras habían llegado como una bala a su cabeza, están tan claras, sintiéndose tan reales y frías. Una parte de ella gritaba convirtiéndose en un ruido blanco que intentaba volver a construir esa muralla de sentimientos llenos de esperanza, pero la verdad. Aquella verdad... No podía continuar negándola.

Desde el momento en que él había dejado de ver esos detalles.

Desde el momento en el que todas las conversaciones eran a su favor o se convertían en peleas.

Cuando las caricias solo eran para sacar algo de ella...

El interés de hace años, de cuando ella era capaz de sentir aquella ternura en su mirada, en sus caricias, en su encantadora manera de enamorarla cada día...

Todo se había transformado en una monotonía...

¿Pero qué había de ella?

Ella había intentado con fuerza mantener esos sentimientos, determinada a ese final feliz. Pero ella sabía que el grillete de oro que llevaba en el dedo, no le aseguraba de que las cosas fueran distintas, menos cuando había algo tan importante de por medio que estaba pasando por alto...

La única que continuaba amando, era ella...

Y aunque cambiaran al principio, volvería a repetirse aquel ciclo del romance. Drew estaba inmerso en su mundo, donde el trabajo era su prioridad, y ella su descanso de él.

No su compañera.

Frisk apretó los ojos con fuerza, no quería romperse, pero el peso de su conciencia la hacía sentirse tan miserable. Sintió el desgaste de su propio corazón al percatarse de lo cansado que estaba de dedicarse a amar en vano, aplazando la verdadera naturaleza de su inquietud. La había reducido a una diminuta chispa de esperanza con la promesa de hacerlo tener interés en ella, que solo tardaría un tiempo en conseguirlo. Tiempo el cual se habían vuelto días, semanas, meses...

Daily Joke (Fanfic Frans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora