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Capitulo #3

DERROTÓ A ZURG

06 de Marzo del 2020

Viernes

AURORA GARTI

Escucho la voz de la profesora Ágatha a lo lejos, mi mente se encuentra en cómo caen las gotas en mi ventana. Hoy el clima es nublado y lluvioso, está igual de deprimido que yo, es hermoso.

Los días se han vuelto nuevamente repetitivos, algo que ya no estoy comenzando a tolerar ya que odio la rutina. Después de conocer al chico nuevo en la cafetería, todas las chicas lo acorralaron y eso que solo lleva dos días aquí, aunque él no parece mostrar mucho interés en ninguna o mejor dicho en nada. Aveces lo miraba inconscientemente a ver si me observaba pero, solo soy una más del resto para el..«  ¿Por qué quieres llamar su atención Aurora? »

Una voz repetitiva diciendo mi nombre me hizo salir de mi trance en la ventana, no fue hasta que la profesora le dio un golpe a mi pupitre que preste atención.

— Señorita Garti, ¿podría decirme de que tema estaba hablando?— cruzó sus brazos y arqueó una ceja esperando mi respuesta.

— Como pudo notar..— le hable de manera pausada — No le estaba prestando atención en clases ya que estaba viendo las gotas caer en mi ventana— le fui sincera.

Escuche unas risas burlescas por lo bajo en el fondo, pero la verdad no me importo.

Bufó— Entonces.. ¿unas gotas en la ventana son más entretenidas que mi clase?— me miraba insistente en saber mi respuesta.

— Sí— la miré con el menos interés posible, pero lo único que logré fue aumentar su furia y realmente, me pareció divertido.

Arrugo sus cejas lo más que pudo— Si no te gusta, ahí está la puerta— la señaló.

Me le quede mirando unos segundos y su sonrisa volvió aparecer.

— Eso creí— se giró para volver al pizarrón triunfante.

Me levante de mi asiento y todos los ojos recayeron en mi e incluso los de la profesora quien me miró por encima de su hombro con incredulidad, tomé mi mochila y me la colgué en un solo hombro. Ágatha se volteo completamente para observarme y se veía extremadamente molesta ya que nadie nunca la había desafiado.

No soy de tener problemas.. bueno sí, un poco, pero eso era antes de venir al internado, actualmente yo no soy así. Di pasos seguros hacia la puerta y vi como la profesora me miraba aún perpleja y enojada.

Al ya estar bajo el marco de la puerta me volteé para verla— Gracias por ahorrarme dos horas de tu aburrida clase, es muy comprensible de su parte profe— le dedique una bonita sonrisa para finalmente irme del salón.