Always Devie

Capítulo 2

-Tienen que ir, tienen que hayar al hada madrina y tienen que traerme su varita mágica- dijo Maléfica.

Ya estamos en nuestra casa, la que compartimos todos, y Maléfica estaba limandose las uñas mientras nos dice porque tenemos que ir.

Buscar la varita del hada madrina.

-Será fácil- dijo Maléfica.

-¿Que ganaremos?- pregunta Mal.

-Pues algún trono, heredaran coronas...-

-Creo que se refería a nosotros- dijo Carlos.

¿Tronos? ¿coronas?
¡yo quiero ir!

-Lo hago por ti y por mi bebé ¿a ti no te gusta cuando una buena persona sufre?- le dijo Maléfica a Mal.

-Si como cualquiera- dijo Mal.

-¡Entonces traeme la varita! y tu y yo veremos eso y mucho mas y con esa varita y mi cetro ¡dominare el bien y el mal a mi voluntad!- dijo Maléfica.

-Nuestra voluntad- dijo mamá y todos concordaron.

-Si nuestra voluntad y si te reusas te castigare por el resto de tu vida- dijo Maléfica a Mal.

-¿Que? mamá...-

Maléfica junto sus dedos y comenzó la pelea de miradas con Mal la cual ella ganó, Maléfica siempre gana.

-Bien, esta bien- dijo Mal y se acercó a nosotros.

-¡Yo gano!- dijo Maléfica.

-Evie- me llamó mi madre y fui corriendo hasta donde ella- mi linda malvadita, tu buscate un príncipe con un enorme castillo y un área para la suegra ¡y sientos, sientos de espejos!- dijimos eso último las dos al unísono, yo no puedo dejar de sonreír y reír al imaginarlo.

-Nada de reír ¡arrugas!- dijo mamá y deje de sonreír por fuera, pero por dentro estoy muy emocionada.

-No se llevarán a mi Carlos porque lo extrañaría demasiado- dijo Cruela.

-¿Enserio mamá?-

-¡Si! quien me peinara el cabello, arreglará mi piel y me quitará las durezas de mis pies-

-Si tal vez la escuela no sea tan mala- dijo Carlos.

-Carlos tienen perros en Auradon-

-No, no, no pienso ir- dijo Carlos asustado.

Miré a Maléfica y se estaba cansando y molestando.

-Jay no irá tampoco, lo necesito para llenar los estantes de mi tienda- dijo Jafar y luego le susurro algo a Jay quien sacó algo de su chaqueta y se lo dio- Aahh ohhh una lámpara ohh- Jafar tomó la lampara y comenzó a frotarla-

-Papá- Jafar miro a Jay- ya lo intente-

-Ahh- murmuró Jafar decepcionado y tiro la lámpara.

-Evie no irá a ningún lado hasta deshacernos de esta uniceja- dijo mamá y me toque las cejas.

Debo de estar horrorosa.

-¿Que ocurre con todos ustedes? sabemos que la gente se asustaba cuando mencionaban ¡nuestros nombres!... veinte años, intentando escapar de esta isla, veinte años sin que nos permitan tener nuestra venganza, vengarnos de Blanca Nieve y esos hombrecitos- dijo Maléfica señalando a mamá- Vengarnos de Aladin y su patético genio- dijo señalando a Jafar- Vengarnos de cada escurridizo dalmata que escapó de tus manos- dijo señalando a Cruela-

-A pero yo tengo al bebé ajajaja yo tengo al bebeee- dijo Cruela como una demente.

-¡Y yo! Maléfica, la más malvada de todos lograré empezar a vengarme de la bella durmiente- dijo mientras se veía en el espejo de mamá- y de su incansable príncipe... ¡Villanos!- gritó.

-¿Si?- dijeron nuestros padres.

-Nuestro día llego, reina, dale el espejo mágico- le dijo a mamá.

-Si- dijo mamá y me paso un pequeño espejo.

-¿Este es tu espejo mágico?- dije burlandome por lo pequeño que es.

-Ya no es lo que era antes, pero tampoco nosotros- dijo mamá y ella y Maléfica comenzaron a reír- te ayudará a encontrar cosas-

-¿Un príncipe quizá?- pregunté.

-Quizá mi cintura- dijo mamá

-¡Quizá la varita mágica! ¿Hola?- dijo Maléfica

-Hola- dijo mamá concordando.

-Mi libro de encantamientos... mi... libro...- dijo Maléfica pensando en donde estará, mamá le señaló el refrigerador- Ohh la caja fuerte ¡reina ayúdame! nunca logre saber como es esto-

De mala gana mamá se levantó del sofá y abrió fácilmente la nevera.

-Buala-

-¡Mi librito!- dijo Maléfica sacando el libro casi congelado del refrigerador- cariño ven aquí- Llamó a Mal- no sirve de nada aquí pero, servira en Auradon, recuerdan, cuando esparciamos el mal y arruinabamos vidas-

-Parece que fue ayer- dijo mamá.

-Y ahora, ustedes tendrán recuerdos propios, pero sólo si hacen lo que yo diga- de pronto sonaron unas bocinas- puerta- dijo Maléfica y mamá fue abrir.

Suspire emocionada ¡ya vienen por nosotros!

Mal se fue por sus cosas con su madre, Jay y Jafar hablaban en una esquina y Carlos y la loca de su madre estaban recogiendo sus cosas.

Mamá se me acercó.

-¿Quien es la más bella de todas?- dijo.

-Evie- respondí con ilusión.

-Oh- dijo indignada.

-Tú-

-Si, andando-

Tomé las pocas cosas que tenía de valor y salí con mamá.

Afuera había una lujosa limusina esperándome, bueno esperandonos.

Le lancé mis cosas al chofer y entre en la limusina.

Estaba hermosa y llena de comida extraña.

Jay y Carlos tomaron algunos y comenzaron a comer.

Mire a Mal y se veía... un poquito extraña.

-Hoy estas algo pálida déjame ayudarte- dije y tomé mi rubor y comencé a aplicarlo en sus mejillas.

-Déjame, quiero pensar- dijo y la deje y tome un dulce.

-Eso no es muy atractivo- dije.

Jay y Carlos hablaban de algo color marrón que se come y vi como la ventanilla que da al chofer se baja.

-¡No!- grité al ver que se dirigía a la orilla de la isla donde no hay ni un puente ni nada.

Trata de matarnos.