Adicción

9

Llegaron a la casa y entraron al garaje, poco a poco el enojo fue cediendo, siendo reemplazado por lujuria. Reid no se lo hacia facil, durante todo el camino le habia mirado de reojo y más de una vez lo vio lamiendose los labios, maldito provocador.
Estaba abriendo la puerta cuando sintio al menor pegarse a su espalda

-Señor, lo he estado esperado todo el día
-¿quieres una dosis?
-de usted, solo de usted

Aaron no aguanto y lo jalo a un beso carnal, mordiendo esos hermosos labios que el dia anterior se habian ofrecido a rodear se polla. Invadió la boca del menor con su lengua solo para que este comenzara a succionarla.
Mientras el beso continuaba logró meterlos a la sala y encender las luces, no habia ni una posibilidad de que se perdiese las expresiones y el cuerpo de ese maravilloso ser.
Llegaron al sofa, donde Hotch insto al menor a sentarse a horcajadas sobre él, volvieron a besarse mientras las manos del mayor comenzaron a recorrer la espalda de Reid por debajo de la camisa, suavemente, centimetro a centimetro, la tersa piel fue acariciada por el mayor, poco a poco empezó a quitarle la ropa hasta tenerlo completamente desnudo sobre él, por el contrario a excepción de la corbata, él aún seguia vestido.
Tener al menor asi, a su merced, a su disposición, llenaba una parte de él que no le gustaba, su deseo de dominar a su pareja. Siempre intento ocultarlo, pero algo en Reid hacia que saliese a flote, ese dia habia dejado salir su naturaleza en más de una ocasión y el menor, en lugar de sentirse intimidado, parecía complacido, hasta deseoso por ello.

-De rodillas en el suelo-le dijo de repente con voz firme

Esperaba una queja, una réplica, que le rebatiese la orden, sin embargo el menor solo agacho la cabeza y se hinco frente a él provocando que su pene se pusiera aún más duro de ser posible. Manteniendo el control, se abrió los patantalones sólo lo suficiente para sacar su polla

-¿esto es lo que quieres?
-s...si
-¿si que?
-si señor
-buen chico-le dijo mientras pasaba la cabeza por sobre los labios del menor dejando un rastro humedo en ellos-solo por ser nuestra primera vez, te dejare chuparlo a tu gusto

En segundos el menor ya lo habia metido en su boca, era obvio que el chico no tenía idea de lo que hacía, sin embargo eso lograba excitar a Hotch a un más, su inexperiencia significaba que podia adaptalo a sus gustos, pero eso seria otro día, el menor ya lo tenía lo suficiente al borde como para seguir con juegos.
Agarro al menor del brazo y lo arrastro a la recámara, donde lo lanzó a la cama

-En cuatro, hombros contra la cama-le dijo de forma seca-tienes un lindo culo
-gra...gracias señor

Mientras pasaba las manos sobre el trasero del chico, no podia dejar de pensar en lo mucho que le gustaba el que no tuviese ni un solo vello en su cuerpo, genetica quiza.
Lo escuchaba gemir suavemente, como intentado no hacer ruido, era tan lindo, tan comestible

-¿qu..que?
-no te he dado permiso para moverte-le dijo para seguir con lo que estaba haciendo, devorar el precioso y rosa agujero que tenia frente a él.
Era sorprendente, entre más lamia y chupaba, más se abría para él, siguio y siguio por lo que parecieron horas solo dandole placer con su boca, para cuando se sintio satisfecho el menor ya se habia corrido dos veces y su agujero estaba abierto, temblando para él, solo para él. Sin siquiera pensarlo, lo penetro de una estocada, el menor gemia, gritaba y se retorcia debajo suyo, lo penetro de forma lenta y dura hasta que el climax lo alcanzó al igual que al menor.
En ese momento su mayor placer era saber que acababa de llenar las entrañas de su chico, lo habia marcado como suyo y no permitiría que nadie lo tocase jamás