10

3.5K 224 9
                                    

Se sentía cansado y le dolia el trasero. La noche anterior habia sido por lejos lo más fascinante que habia vivido alguna vez. Girandose suavemente se encontró con el rostro durmiente de Hotch, por alguna razón llamarlo asi aunque fuese en su mente se sentía incorrecto, no entendía porque. Lo miró dormir durante unos minutos hasta que la sensacion de incomodidad se hizo demasiada para él. No deberia estar ahi, acostado, flojeando, debería estar en la cocina preparando el desayuno para su... señor.
Al rededor de media hora después escucho al mayor bajar la escalera, por alguna razón no sintió correcto vestirse por lo que aún desnudo se habia puesto un delantal para preparar el desayuno.

-Buenos dias precioso ¿como te sientes?-le pregunto abrazandolo por la espalda, besandole el pelo
-B...bien-prefirio ocultar la pequeña incomodidad que sentia en el trasero, no queria que el mayor se arrepintiese por lo de la noche anterior- te hice el desayuno.
-muchas gracias
El mayor le dejó un suave beso en el hombro y espero que le sirviera el desayuno, no era nada demasiado elaborado, solo cafe, tocino y huevos, pero estaba feliz de que ¿su hombre? lo apreciara. Fue a sentarse a la mesa cuando sintio ser tomado de la cintura

-ven, sientate aqui-le dijo Hotch acomodando al menor en su regazo

Sentir su piel desnuda contra la tela de los pantalones del mayor envio una ola de lujuria a su cuerpo, podia sentir como el delantal comenzaba a elevarse en la parte delantera, pero no sentia la necesidad de hacer nada, la satisfacción de sentirse rodeado por esos fuertes brazos superaba inclusive al placer físico.

-Te amo, señor

La frase se habia deslizado sin darse cuenta de sus labios, sabia que tenia problemas para controlar lo que decía, pero sentir como su cintura era apretada por el mayor, le dijo que la habia vuelto a cagar

-yo...lo siento, no tuve que haber dicho eso, no...
-tranquilo, no pasa nada, no estoy enojado

Continuaron desayunando tranquilamente, el menor se encontraba menos emocionado que en un principio.

AdicciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora