Capítulo 3 "No pienso suplicar".

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A la mañana siguiente, SeokJin se despertó en medio de una bronca entre SeHun y sus padres

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A la mañana siguiente, SeokJin se despertó en medio de una bronca entre SeHun y sus padres. Se sentó en el sillón que estaba en la segunda planta -que daba enfrente de la sala-, y desde ahí observó el desenlace.

SeHun, vestido con la misma ropa del día anterior, estaba en el sofá con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
Su madre, sentada en la silla junto a él, sacudía la cabeza con disgusto. Mientras que su padre se paseaba por la estancia de un lado a otro.

— ¡Te podías haber matado! —rugió su padre.

— Papá...

— ¿En qué estabas pensando? —tenía la cara roja del enojo y preocupación.

— Pero...

— No pensabas, ¿verdad? ¡Te pusiste en peligro a ti y a los demás en la carretera!

SeHun se dió un manotazo contra el apoyabrazos de adelante.

— Ya te dije que lo siento. LLegué bien a casa ¡No pasó nada!

"Y todos dicen que es listo de la familia", pensó SeokJin.

El rostro de su padre adoptó tientes violáceos y, su voz, un tono bajo e irregular. En cierto modo, resultaba más aterrador que los gritos.

— Castigado un mes, no saldrás de la casa si no es para salir a entrenar.

SeHun se puso en pie de un solo salto.

— ¡No puedes hacerme esto! Soy el capitán del equipo, mi deber es ayudar a los jugadores nuevos y...

— ¡Pues deberías de haberlo pensado antes de manejar ebrio!

De modo que ése era el motivo de la pelea. ¿Por qué su hemano no lo había llamado?

— Mamá, por favor —suplicó SeHun—. Dile algo.

— Estoy de acuerdo con tu padre. Bastante mal está que bebas pero, ¿conduciendo? Deberías estar agradecido porque te dejemos jugar basquetbol.

Por un segudo pareció que SeHun iba a discutirle, pero no pasó eso. En cambio subió las escaleras con altanería.
Se detuvo al ver a SeokJin.

— ¡Es todo por tu culpa! —siseó para que sus padres no lo oyeran.

— ¿Yo que hice?

—  Lo sabes de sobra, creí que nos cubríamos las espaldas. Supongo que me equivocaba, hermanito.

El resentimiento en su voz lo hizo levantarse.

— El enojado debería ser yo. ¿En qué estabas pensando?

— ¿Qué otra opción me quedaba? Me pasé de la hora del toque de queda. Si mamá y papá se enteraban, me daba por muerto.

— Pues me llamas a mí y no agarras el volante.

⇢ ๑ exchange of a cell phone or hearts? ; yoon ∙ jin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora