— Y esta estatua se erigió en honor a nuestros padres fundadores, que financiaron la facultad en 1852 —dijo el guía—. Podrán apreciar una pequeña...
Jin suspiró frustrado y puso los ojos en blanco. Había preferido estar en la isla desierta.
— ¿Te aburres tanto como yo? —le susurró YoonGi.
— Me voy a echar a llorar en cualquier momento —dijo SeokJin a su vez.
— ¡Tenemos que largarnos de aquí!
— No podemos.
Al llegar, les habían entregado un programa de tres páginas. El recorrido iba a durar otros cuarenta y cinco minutos y, después, la cena.
El recorrido sólo le hizo comprender más a SeokJin por qué SeHun quería estudiar en esta universidad: Chung-Ang tenía el punto sofisticado que le gustaba.
Claramente, Jin pensaba diferente; quería algo menos rígido; más creativo y abierto a otras ideas.
— No sé tú, pero contemplar estatuas que tienen cara de amargadas no es mi idea de diversión.
— No estamos aquí para divertirnos —se suponía que debían de aprender. Concentrarse en la universidad y en el por venir.
— Si no puedes divertirte en una universidad, ¿entonces dónde? Anda, vamos a explorar.
Jin habría querido saltarse la visita y ir con él. Tenía deseos de seguirlo ya que las cosas eran únicas con YoonGi. Sin embargo, no podía dejar solo a Jae.
Se puso de puntitas. Ken estaba en primera fila; no dejaba de asentir con la cabeza mientras el guía señalaba otro hecho histórico.
— Bonito, como tenga que oír otra anécdota sobre uno de los padres fundadores, me pego un tiro.
Jin estaba exactamente igual. Se pensó un poco la situación. Ciertamente no le debía nada a Lee, y ni siquiera tenía una amistad con él.
— Nos largamos después de esto. Ahora se notará mucho.
Tenía el presentimiento que no debía de estar ahí. Estaba haciendo perder el tiempo a la universidad, y a sí mismo. Estúpido SeHun. Ésta era la universidad de sus sueños, no la de él. Su hermano lo sabía perfectamente, pero ¿por qué se aferraba a una idea la cual no le pertenecía?
Siempre hacía las cosas a sus espaldas; primero organizaba un gran rollo y después lo presionaba para ir o realizar lo que quisiera. Y si decía que no, lo hacía sentir mal por no obedecer sus planes.
Más adelante debía de ejercer límites. Al final de cuentas, era su vida y tenía que empezar a tomar la rienda de ella.
Cuando el grupo empezó a moverse, Jin le hizo una señal a YoonGi indicándole que debían de escaparse por atrás. El guía dirigió al grupo hacia un edificio que estaba en el extremo izquierdo. Gi avanzó hacia el lado contrario, tratando de tomar la manga de la sudadera del otro. Al momento que el grupo se alejó por la esquina, ambos agacharon la cabeza y corrieron.
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⇢ ๑ exchange of a cell phone or hearts? ; yoon ∙ jin.
RastgeleEl verano no podía terminar de peor manera para SeokJin, tomando por accidente el celular equivocado. La situación empeora cuando descubre que el celular pertenece a YoonGi, un egocéntrico y repulsivo chico que se llevó también su celular. A regañad...