Capítulo veintinueve
En los días que siguieron todo transcurrió con normalidad y sin contratiempos; Cassie la tía de Alejandro y Mauricio, anunció que se quedaría por algún tiempo con ellos; al menor de los hermanos no le importó, aunque sí le preocupó que aquella ya no bebía como antes, ni se la pasaba yendo a San Fernando o a otro lugar en busca de diversión.
Lo que si hacia ahora, era leer la mayor parte del tiempo; incluso por momentos Alejo olvidaba que ella estaba allí, solo cuando ella entraba para alguna comida o simplemente se cruzaba con ella, se percataba de su presencia.
Las idas y venidas del rancho L1-Palomo, se mantenían, pero de Tanner no se volvió a saber nada; Harry le vendió el rancho a Jake Stendall, pero aquel no le había dejado deshacerse de ninguna de sus posesiones, ni tampoco que las moviera de su lugar; contrario a eso le pidió que intentara que el funcionamiento del rancho, continuara e incluso mejorara, hasta volver a ser el rancho que antaño, cuando su padre vivía.
Harry había tomado el asunto con un poco de intriga al comienzo, pero un día Paget lo convenció de que era mejor que aclarara el asunto directamente con Jake; la respuesta del padre de su chica, fue sencilla, convincente y demasiado emocionante para él.
Jake le dijo, que solo quería que él tuviese la oportunidad de recuperarse de el golpe dado por su madre con sus juegos, y que pudiera recuperar lo que había sido suyo por derecho propio y antes de su padre y buen amigo Harry Dogherty padre; ante eso, a Harry solo le quedó darle un agradecido abrazo a su amigo; eso era lo que él había querido que sucediera, desde que supo que debía vender para afrontar las deudas de su madre.
El romance entre las dos parejas, iba viento en popa; Alejo y Miranda habían empezado a organizar la boda y Harry después de escucharlos un par de veces, cobró ánimo y decidió que le propondría matrimonio a Paget.
Ya hacía más de un mes que se había celebrado la boda de Katherine y Mauricio y Paget sentía que pronto debía marcharse y separarse de Harry, para irse al rancho de su padre; sabía que él iría a verla seguido, pero no sería igual; en ese tiempo se había acostumbrado a dormir entre sus brazos, y a despertar luego de que el la besara dulcemente.
Durante mas de dos semanas había estado rogando porque él le propusiera matrimonio, ella quería a su vez revelarle su reciente descubrimiento, pero nada; le gustaba pensar que era a causa de las inseguridades de Harry, pero no estaba segura; en más de una ocasión la idea de ser como una de esas mujeres super liberadas, que proponían matrimonio a su pareja, la asaltó; pero luego estaba el hecho de que ella no era de esa clase de mujeres; le gustaba todo a la antigua, bastante tradicional.
Era sábado a un par de semanas del regreso de Kat y Mauricio; Harry buscó a Paget, un par de horas antes de la puesta de sol, y la invitó a montar a caballo; ella dudó pero al final terminó aceptando, le encantaba montar a caballo y más si era en compañía de él.
Salieron acompañados de una suave brisa, y las alargadas sombras proyectadas por la caída del sol, tras las montañas de Saint Thomas; no llevaban prisa, nada parecía preocuparles; salvo lo que cada uno guardaba dentro de su corazón; pasaron junto a una colina y antes ello apareció el agua del arroyo; Harry desmontó y se acercó al caballo de ella para ayudarla a descender del caballo.
- este lugar es un perfecto paraíso – comentó la joven desde lo alto de la silla, antes de que Harry la tomara por la cintura
- solo porque tú estás aquí – ella se iba a retirar, pero ante las palabras de él, levantó la vista para verle – es tu presencia la que hace que cualquier lugar sea perfecto – completó él
- también tú haces que sea así para mí; de hecho, puedo decir que tu eres mi lugar perfecto
- ¿te casarías conmigo? – ni siquiera él supo porque causa se había adelantado a preguntarle eso; había planeado un lindo discurso, había estado frente al espejo repasando sus líneas; sin embargo, el miedo al posible rechazo, le tenía un poco nervioso; y ahora le soltaba la pregunta, no bien la ayudaba a desmontar ¡Dios!
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DESDE SIEMPRE EN MI HISTORIA...
RomanceKatherine Lancaster regresa a casa, en medio de una gran tristeza a causa de la muerte de sus padres; ella estaba culminando sus estudios en un cantón de Suiza, y recibió la noticia, cuando ya el deceso había ocurrido; por más que lo intentó, no...