Capítulo dieciséis
Katherine abrazó a su esposo mientras las lágrimas corrían libres empapando todo su rostro
-¡la trajiste! ¡recuperaste a nuestra hija! – después de saludar a su esposo correctamente, Katherine tomó a su hija en brazos y la revisó a conciencia poniéndola sobre el sillón - ¡hola mi princesa! – empezó a hacerle mimos a la pequeña, pero aquella empezó a llorar, estaba hambrienta y mojada y entonces Helen vino para ayudar a atenderla
- ¿y Tanner? – la pregunta de Miranda, pareció detener el tiempo; los tres hombres se vieron algo incómodos
- Tanner escapó; pero toda la policía está tras él – se apresuró a responder Alejandro – es cuestión de horas para que le pongan las manos encima; le han puesto en los más buscados
- bien – dijo ella, pero Alejo percibió su total decepción – creo que deben descansar, mañana les mostramos el contenido de la valija; son pruebas de todos los asesinatos cometidos por William Tanner desde que empezó a matar, como a los ocho años, hasta mi hermana
- ¡Santo cielo! – Mauricio expresó asombro por los tres – es un asesino serial
- lo es; pero Miranda tiene razón; debemos descansar
- lamento el descuido – otra vez se disculpó Alejandro – Harry, ella es Miranda Zarando; Miranda, el es Harry, tío de Anna Victoria y un gran amigo de todos nosotros
- mucho gusto – dijo Harry sonriendo y ofreciéndole la mano
- hola; el gusto es mío – la joven apenas le dirigió la mirada y una sonrisa de cortesía; Alejo no se perdía detalle de la atención que su amigo le dedicaba a la joven. Pero entonces Miranda se alejó de todos – si me disculpan, voy a caminar un rato – y salió seguida por las miradas de los demás; pero Mauricio cambió de tema rápidamente
- cielo, invité a Harry a quedarse esta noche aquí
- ¡oh! ¡que bien! Haré que le preparen una habitación
Después de eso, y como los hombres venían hambrientos, se les hizo preparar una cena tardía y se desplazaron al comedor; pero en cuanto se sentaron, los otros se dieron cuenta que Alejo no estaba con ellos.
-pensé que Alejo no se perdería esta cena – comentó Mauricio
- algo me dice que Miranda tiene algo que ver con la inapetencia de tu hermano – el semblante de Harry era de un conocedor, sonreía mientras hablaba
- ¿crees que le gusta? Algo de eso me dijo en el camino – respondió Mauricio – no estuve muy atento; debía encontrar a mi hija
- no sé si te diste cuenta, pero cuando me la presentó, estuvo abiertamente pendiente de mí; creo que estudiaba mis miradas y mi actitud en sí, para con ella. Me sentí fríamente analizado
- yo pienso que a ella también le gusta él – Katherine había entrado cuando ellos comentaban y quiso dar su opinión – solo que tal vez no lo acepte, está demasiado entregada a hacerle justicia a su hermana
- sí, tienes razón Kat – aprobó Mauricio
- ¿de qué hablan? – preguntó Harry curioso
- pues veras... - empezó Katherine a narrarle toda la historia de la joven, a su buen amigo
Alejo por su parte, salió en busca de la joven; estaba empezando a caer una suave llovizna y se dijo que no era buena idea para ella, caminar sola, de noche, y con una inminente lluvia, que anunciaba una fiera tormenta.
Dio una vuelta alrededor de la casa, y al no encontrarla, se dijo que tal vez ella ya había entrado, pero al ir hacia la puerta, se encontró con Lucía
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DESDE SIEMPRE EN MI HISTORIA...
RomanceKatherine Lancaster regresa a casa, en medio de una gran tristeza a causa de la muerte de sus padres; ella estaba culminando sus estudios en un cantón de Suiza, y recibió la noticia, cuando ya el deceso había ocurrido; por más que lo intentó, no...