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CPTL II|La llamada🔯

Una semana después

Zatanna estaba en su habitación, marcando el número del detective murciélago, tenían que dejar en orden el asunto cuanto antes.

— Bueno, Bruce? —.

— Que sucede Zatanna? —.

— Necesito que me hagas un favor... en realidad es uno grande —.

— De que se trata? —.

— Lo sabrás cuando vengas —.

— Donde estas? —.

— Oh... Vamos Bruce, esta es tu ciudad, dudó que no sepas quien estornuda en gótica —finalizo la chica con una sonrisa risueña.

Dejo el móvil a un lado y se recostó en el colchón, mirando el techo, pensando que seria de Raven, ninguno lo expresaba pero todos le tomaron aprecio y cariño a la albina de cabello morado.
Sobre todo Constantine que se sentía identificado, pero claro jamas lo admitiría.

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El Batimóvil

Bruce estaba manejando entre la calles encarnado de Batman, Zatanna tenía razón ya sabía donde estaba la JLD pero no quería parecer tan invasivo, aun que claro todos los que conocían a Batman, sabían que eso era casi como una ley.
Se dirijio a la iglesia a toda velocidad, pues si su antigua amiga le había solicitado ayuda era por algo importante con lo que la Liga no podía sola. Llego en un par de minutos y bajo del auto blindado hasta las llantas dejándolo atrás.

Zatanna estaba practicando con su magia, nuevos hechizos, por el ruido despertó a los demás que salieron alarmados ella se disculpo, Raven, que siempre pedía permiso para subir al techo a meditar a la luz de la Luna, hace ya un rato que bajó de el e ido a dormir, pero también estaba ahí.
Y entonces un sonido veloz como de aire siendo cortado por tela llego a los oídos del grupo.
Los murciélagos del lugar volaron agrupandose delante a sus ojos y cuando se exparcieron por este, vieron la figura negra del Caballero de la noche.

— Estaba bien, yo lo llamé —dijo encegida la maga.

— Hola Batman —saludo John prendiendo un cigarro.

— Constantine —pronuncio su apellido con ese tono tan característico en forma de saludo.

— Raven puedes acercarte?... Por favor? —pregunto John.

Raven atendió, acercándose despacio, había escuchado las leyendas sobre el guardián de la cuidad pero jamas creyó presenciar su existencia en persona, medito que sonaba ridícula pensando en la auténticidad de su leyenda, cuando ella era una mitad demonio, hija de un demonio interdimensional loco.

— Ella es Raven, necesitamos que te encarges de ella —dijo Zatanna, señalandola.

— ... Creó que no te estoy entendiendo —cruzo los brazos.

— Escucha Bru...Batman si pudiéramos lo haríamos nosotros mismos pero creo que esta claro que necesitamos una mano... Y que mejor que la tuya, ya que eres experto en niños —hablo rápido el rubio.

— Entiendo que quieren mi ayuda John, la pregunta es... por que? —.

— Vino a nosotros por ayuda por varias cosas, pero necesita control en sus poderes...

— No puedo ayudar con algo con lo que no estoy relacionado —explico.

— Es empática... Necesita tu ayuda, todo lo que siente le afecta, no tiene a sus padres... Sabes lo que es eso, por eso puedes ayudarla y entrenarla —.