CPTL I|Escape🔯Un nuevo lugar

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Gotham City

En las penumbras de la oscuridad, ella se desplazaba envuelta en negro, como una sombra, danzando en las superficies.

Habían pasado 4 noches desde que dejo el infierno y a su Demoníaco Padre encerrado en el, tanto tiempo en el averno hirviente, le hacía tiritar por la noche fría, tendría que acostumbrarse y tratar de no morir de pulmonía por el viento helado que corría en toda la cuidad.

La estructura Gótica, el frío, la oscuridad y el constante ambiente de violencia, la hacian de una verdadera película de terror, pero para Raven era agradable.
Había escuchado de un grupo de personas con habilidades muy peculiares«habilidades en la magia»que podrían ayudarla y acogerla.

Estaba acostumbrada a la soledad, aun que no siempre lo estuvo, tal vez su madre cometió un gravísimo error, pero a costa de todo, ella siempre la protegió, la cuido y amo como nadie; los monjes de Azarat mas que sus protectores y maestros, eran sus amigos. Maldita la hora en que ella al igual que su progenitora, cometió un gran y costo error, en que estaba pensando?!, La factura fue un desastre inminente, Azarat quedo en pedazos y por obvias razones todos sus habitantes desintegrados, inexistentes para siempre, estaría marcada para la eternidad con el recuerdo de ese error.

Pero solo le quedaba superar y seguir, ascender, tal como lo hizo ahora, dejo el infierno y venir a la Tierra; llegó a la esquina de una larga avenida, al girar a la izquierda se topo de frente con la iglesia de Gótica, paro en el inició de las escaleras y se materializó en el cuervo, del que solo saco el brazo para tocar las grandes puertas de madera y volvió a meter la mano dentro de su energía oscura, esperó unos minutos, escuchó unos pasos ligeros acercarse del otro lado de la madera, tomarla y jalarla, abriendo las pesadas puertas.

Se asomó un mujer joven de cabellos negros, llevaba un saco y pantalón negros, calzaba unas botas de tacón medianamente fino y unos guantes cortos, blancos.
Ella se le quedo viendo sorprendida, pues la mujer lo que observaba frente a ella, era un gran cuerpo negro y morado levitando.

— No vengo para atacarles, llege a la cuidad por ustedes, escuché que pueden ayudarme... Por favor —la voz de Raven salía en susurros del mana como si de una bocina se tratara,

La anfritiona a estas alturas no cabía en su cara de asombro, jamas había presenciado tal poder mágico, tan solo ver el aura mistica del ave mágica, aura que representaba todo un enigma, se quedo pensativa, que tal si era una trampa, era riesgoso pero si de esas se trataba, estaba segura que todos podrían someterla.

— De acuerdo, entrá —se hizo a un lado— voy a pedirte que avances delante de mi, es solo por precaución...

— Entiendo, soy una extraña, esta bien —Raven aun se mantenía envuelta en su mágica forma de cuervo.

La peli negra observaba con cautela su levitar, esperando cualquier ataque pero nunca sucedió, aun así no debía bajar la guardia, reparo que la voz sonaba demasiado joven y de una chica.

— Chicos necesito su atención por aquí —alzo el tono para ser escuchada por sus compañeros que se fueron acercando con la misma cautela ante la materia mágica negra-violacia que se allaba estática en medio del altar rodeada por ellos.

— S-son todos...? —pregunto nerviosa, al notar tantos sentimientos de desconfianza golpear su mente, ser empática no le venía nada bien en ocasiones.

— Si, somos todos. Ahora dinos quien eres y que es lo que quieres! —le respondió un hombre joven de cabellos rubios, vestía pantalón y camisa de traje, con una gabardina café crema encima y zapatos negros.

Ella cerro los ojos y absorbió su magia desapareciendo el cuervo y mostrando su figura ante los presentes— Soy Raven...y estoy aqui por ayuda...—lo miro directamente a la cara.

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