Capitulo 4.

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Entraron al pequeño restaurante familiar, el ambiente era cómodo y agradable así que en cuanto se sentaron comenzaron a charlar alegremente, pronto la mesera los atendió, todos pidieron poco ya que habían desayunado así que T.N no se apeno y ordeno un gran plato de arroz. La mesera dio las gracias y se retiró, haciendo que la conversación volviera animada.

T.N no ponía atención, miraba por la ventana observando a los transeúntes que pasaban cada pocos minutos suspirando de vez en cuando. Extrañaba estar en los entrenamientos, gritarles a los chicos y molestar al honguito.

Extrañaba a Ushijima.

Aunque no extrañaba su cara o su personalidad, extrañaba ver esos increíbles remates y servicios que hacían que se le pusiera la piel de gallina. Sonrió, por primera vez en el día. Sentía felicidad al pensar en Shiratorizawa, en el equipo de voleibol masculino.

Soltó una risa y volvió su atención a la mesera, que ya había traído sus alimentos y empezaron a comer; entre pequeñas conversaciones y risas se pasaron una hora en el restaurante, el sol estaba brillando fuertemente, ocasionando que T.N se tapara el sol con una mano protegiéndose de la luz solar. Sonrió un poco, le gustaba la sensación del sol contra su piel.

- ¡T.N, vamos!

Asintió y subió al auto, mirando por la ventana trasera mientras se dirigían al hospital para saber loa resultados.

- Oigan, si los resultados salen bien, mi hermana podrá volver a jugar voleibol, ¿verdad?-

- Oye...

- Esta bien mamá- susurro T.N- Si, N.H, si todo va bien, podre volver.

- ¿Y destruirás a la perra de Rini Aoyama?

Todos exclamaron, T.N no miro a sus padres.

- ¿¡Donde escuchaste eso!?

- Mi hermana lo dijo anoche en su cuarto- dijo mirando a la pelirrosa.

- ¡¿Que hacías en mi cuarto!?

- ¡¿Qué haces diciendo groserías!?

- ¡Ey! ¡No me miren así!- exclamo T.N- Aoyama es una perra, no lo digo yo. Lo dicen todos. ¿Verdad N.H?

- ¡Sí! - exclamo.

- ¡Buen niño!- respondió T.N palmeando su cabeza, N.H no sabía quién era Rini pero siempre estaba de acuerdo con T.N.

10 minutos después ya estaban de regreso al hospital. El corazón de todos bombeaba con mucha fuerza, todos pudiendo escuchar los latidos de otros. Las manos de T.N temblaban mucho, así que las escondió detrás de su espalda para que no se vieran. La enfermera los recibió, su cara neutra n revelaba nada, a todos les dio un escalofrió y pensaron cosas malas.

Los sentaron en el consultorio, dejándolos en espera por 10 minutos.

- Es todo, nunca volveré a jugar voleibol- pensó T.N

- ¿Porque se tardan tanto?- pregunto su hermano.

- Calma, tal vez el doctor tiene otra cosa que hacer.

- Por favor, mamá. Ya sabemos lo que significa, solo estamos esperando el golpe final.- susurro T.N.

- T.N- susurro su padre.

En ese momento, su doctor llego acompañado de otro médico. Los dos estaban demasiado serios.

- ¿Mi condición empeoro a tal punto que tengo otro doctor?- pensó T.N.

- Muy bien, quiero presentarle al doctor Reed- presento el doctor principal- Sera el cirujano de T.N para arreglar su insuficiencia.

Nadie hablo por unos segundos, tal vez minutos. El silencio que estaba fue roto por un sollozo de N.M, que fue abrazada por su marido unos segundos desees. N.H mostraba una sonrisa, pensando que ya se irían a casa después del diagnóstico. T.N por su parte se encontraba atónita, no sabía que decir o que sentir.

Se quedaron en el consultorio media hora más, decidiendo la fecha de la cirugía, las indicaciones antes de estas, el tiempo de recuperación, etc. T.N no dijo nada durante todo este tiempo, ni cuando sus papás la abrazaron saliendo del hospital, claro que era una noticia espectacular, pero no parecía real.

Eran las cinco de la tarde cuando T.N volvió a pisar Shiratorizawa, sus padres habían insistido en que se quedara en casa una noche, querían celebrar la gran noticia, pero T.N les dijo que no era necesario, que prefería regresar a su escuela y tener el festejo después de la cirugía. Bajo su mochila del auto, le dio un beso de despedida a sus padres, abrazo a su hermano y entro al edificio de los dormitorios. Saludo varias caras conocidas en el trayecto, una compañera de clase le dio sus apuntes para que se pusiera al tanto en las clases de ese día. Le dio las gracias y entro a su cuarto, cerró la puerta con un suspiro y dejo su mochila en su closet. Se recostó en su cama mirando el techo, miro la hora en su teléfono, 5:07 pm, los chicos aun estarían en el gimnasio así que decidió ir.

Cambio su ropa de calle por ropa de gimnasia, tomo su tabla de manager y se encamino al gimnasio. A las 5:20 ya estaba a unos pasos del gimnasio, aun desde esa distancia T.N ya escuchaba los chirridos del tenis y el olor a Air Salompas. Sonrió un poco, ese era uno de sus olores favoritos.

Abrió la puerta y todos la miraron, ciertamente no se esperaban a T.N ese día y menos a esa hora. Los balones que estaban en el aire ahora se encontraban en el piso, nadie se movió. T.N dejo salir un suspiro, los miro y dijo:

- ¿Que hacen flojeando? ¡Sigan practicando!-exclamo y unos segundos después todos regresaron a lo suyo, T.N escondió una pequeña sonrisa y se dirigió a Washio- Coach, ¿Puedo hablar con usted?

- ¿Cómo fue?- pregunto sin mirarla, teniendo su vista en Tendou que estaba perdiendo el tiempo.

- Bueno... tengo mi cirugía en un  de meses... el día de las finales... no podré ir. Lo lamento- susurro.

- No te disculpes, es tu momento de regresar a donde perteneces- dijo mirándola- No me hagas arrepentirme de recomendarte a la universidad.

Un sonrojo invadió el rostro de la chica, sonrió y hablo: - ¡Muchas gracias!

Dio una reverencia y se dirigió a su otro entrenador, pidiéndole los datos de lo que había sido la práctica de ese día, platicaron alegres unos minutos hasta que Washio sonó un silbato ordenando a los chicos a practicar remates. Tendou se quejó y el pequeño honguito dijo algo acerca de mejorar y oportunidad, Wakatoshi mantenía su mirada en el balón que tenía en sus manos. Pronto los balones volaban de ambos lados del gimnasio.

T.N le mandaba unas miradas furtivas al capitán, no sabiendo bien porque, pero se sentía bien al mirarlo hacer remates con tanta fuerza. Una vez, Ushijima miro a T.N y sus ojos se encontraron por unos segundos, T.N reacciono un poco tarde y grito:

- ¡No recuerdo haber escuchado que pararas Ushijima!

Con un parpadeo, el chico regreso a lo suyo, mientras que T.N recogía unas cosas con una sonrisa en la boca, pensando cuan feliz era en Shiratorizawa.

O cual feliz era cuando Ushijima estaba cerca.

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Holaaaa, lamento desaparecer. Pero volvi con ganas y con mas ideas.

¿Como se la pasan en cuarentena? ¡Por favor no salgan a menos de ser necesario!

Por cierto, ¿Les interesa una historia de One-shots de Haikyuu pero con canciones? Como una Playlist. Los Leo.

IDIOTA |Ushijima Wakatoshi| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora