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Como creadores nos vemos enfrentados constantemente a diferentes situaciones que nos pueden provocar un buen dolor de cabeza y una de ella es el bloqueo de escritor. Tal vez muchas veces han oído –o leído– sobre este tema y es algo que ocurre más a menudo de lo que piensas, ya sea en menor a mayor medida.
El bloqueo de escritor sucede cuando nos encontramos escribiendo una historia y de pronto no sabemos cómo continuar, tenemos dudas sobre lo que estamos escribiendo y simplemente no dejamos de repetir la última frase escrita. Esta situación puede durar un corto periodo de horas o días, y también puede prolongarse durante años, siendo totalmente relativo y secundario a situaciones personales o de nuestro entorno que nos pueden estar afectando.
Pero por muy desafortunado que parezca, existen varios consejos que nos pueden ayudar a superar el tan temido bloqueo de escritor.
Haz un repaso a tu historia.
Por increíble que parezca, muchos escritores pierden el rumbo inicial durante el desarrollo de la historia y esto además de crear una situación de confusión para los lectores, los lleva derecho a confundirse ellos mismos generándoles ansiedad y desembocando en un bloqueo. Por lo tanto, volver a leer lo que ya está escrito puede ayudar a encaminar nuevamente la historia y las ideas en nuestras cabezas.
Cambia de actividad.
Si tú historia aún no está publicada, no hay problema. Pero si ya está en proceso, puedes comunicarles a tus lectores que te tomaras un tiempo. Muchas veces el cambiar un poco el enfoque nos ayuda no solo a relajarnos sino también a inspirarnos al ver o hacer cosas diferentes, por lo tanto, salir a caminar, escuchar música, ver un película o simplemente sentarte a observar tu entorno puede ser de gran ayuda.
Escribe algo diferente.
No solo te ayudará a reforzar tu técnica como escritor, sino además te servirá para reencontrarte con tu propia creatividad. En muchas ocasiones, el bloqueo ocurre cuando no sabemos que seguir escribiendo y puede darse exclusivamente con una sola trama, es por ello, que escribir sobre algo distinto puede ayudar a reabrir nuestra imaginación y dejar que todo fluya normalmente otra vez. Pero cuidado, no vaya a ser que comiences otra gran historia olvidándote de la anterior, porque si es una historia ya publicada y en proceso, a tus lectores va a entristéceles bastante.
Deja la página en blanco.
Las ideas no siempre irán hiladas, no pasa nada malo si mientras escribes te saltas algunas escenas que no puedes desarrollar, pero son importantes para la historia, ya verás como luego podrás unirlas sin problemas. Peor es quedarse en el mismo lugar sin escribir nada teniendo mucho por escribir más adelante.
Crea un mapa o una cronología.
Una forma muy sencilla y ordenada para evitar el bloqueo de escritor –y que en lo personal utilizo mucho– es crear una línea de tiempo de los sucesos que ocurrirán en tu historia. Esto te ayudara a visualizar las cosas importantes y además evitara que no sepas que escribir en determinado capítulo ya que siempre tendrás una idea principal para cada uno.
Lluvia de ideas.
A pesar de que es una herramienta para trabajar en grupo, es también útil en solitario. Utiliza una página en blanco y simplemente escribe todo aquello que quieras, palabras sin sentido, frases o versos, lo que sea. Ya verás que luego tu propia imaginación ira creando situaciones para cada una de ellas que de seguro te serán útiles en tu historia –o en alguna próxima historia–.
Habla acerca de tu problema –o problemas–.
Muchas veces el bloqueo aparece no porque no tengas más ideas, sino porque simplemente tú no puedes continuar escribiendo por diferentes motivos. Un examen importante se acerca, problemas laborales, discusiones con tu pareja, etc. Todo aquello que nos rodea nos afecta de algún modo, por lo tanto, hablar y dejar salir la frustración puede renovarte y ayudarte a enfocarte nuevamente. Habla con un amigo cercano, un hermano, tus padres, ¡o con tus seguidores!
Ríe y llora.
Un alma creativa necesita de emociones y para ello debemos ser capaces de sentir. Reír siempre es bueno y más aún cuando nos sentimos cansados o estresados, nos renueva y nos levanta el ánimo, reír a carcajadas libera endorfinas lo que genera sustancias que actúan frente a la ansiedad y la depresión, además libera dopamina que es un neurotransmisor asociado a la agilidad mental lo que puede ser beneficioso a la hora de escribir. Por otro lado, llorar no solo es sinónimo de tristeza, también podemos llorar de rabia, frustración o dolor, incluso de felicidad. El llanto disminuye los niveles de manganeso en el cuerpo que se relaciona con la ansiedad, y también permite eliminar adrenalina que se segrega en exceso ante situaciones de estrés.
Espero que esta lectura haya podido ser de ayuda para ustedes, si bien todos somos diferentes y afrontamos las situaciones de distintas maneras, nunca esta demás probar algo nuevo ante una situación como esta. Antes de concluir debo informar además que el bloqueo de escritor es algo que puede darse las veces que sean por lo tanto puedes sufrirlo en varias ocasiones mientras trabajas en una historia, si llega a suceder de ese modo, nunca esta demás tomar unos pequeños apuntes antes de comenzar tu historia, aprovecha esos momentos creativos y escribe todo lo que se te venga a la mente sobre la nueva obra en la cual trabajas, entonces, cuando te quedes en blanco nuevamente tendrás varias cosillas anotadas por ahí que seguro te serán de utilidad.
Ahora sí, me despido de ustedes deseándoles el mejor de los éxitos en sus historias. Y agradezco una vez más la oportunidad de haber podido ser participe en este libro entregando algunos de mis consejos en este tema un tanto complicado de tratar.
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