Había llegado a la escuela dando suspiros de enamorada, así me sentía.
Estaba dispuesta a contarle a Jade todo lo que había pasado en el cumpleaños del padre Matt.
Como de costumbre me estaba esperando en el casillero, antes de entrar a clase.
—Jade tengo que contarte tantas cosas...- la saludé.
Tenía una cara de angustia horrible, cómo si tuviera ganas de vomitar.
—Minnie, yo también. Y me temo que no son buenas
Ahí empecé a hiperventilar.
—¿Estás bien Jade?
—Oh Minne, lo siento tanto, esto es culpa mía, este año quería ser una mejor amiga porque siento que te mereces más y todos estos años he sido una Idiota, pero al parecer me salió todo al revés.
Trataba de que le salieran las palabras, pero parecía no saber cómo decirlas.
—Me tienes en ascuas Jade, ya me estás asustando, ¿Tiene que ver con Alex?
—Ojalá, ojalá y fuera yo.
—Bueno, ya habla.
Hizo una pausa extremadamente extenuante.
—Hay un grupo de WhatsApp, donde están Alice, Liam, otras personas más y por su puesto Matt...
—Por favor Jade, acelera que no tenemos todo el día.
—Ayer me mandaron un screenshot del grupo, donde hace unos meses, Justo después de tu accidente, Liam sostenía una conversación con Matt.
Mi corazón se aceleró.
—Minnie, Matt apostó que se acostaría contigo.
De repente sentí que el mundo se me vino abajo y las lágrimas empezaron a salir sin parar.
—Lo siento tanto Minnie, yo te lo metí por los ojos y no vi más allá que buenas intenciones, se veía tan verdadero.
Lo sabía, siempre lo supe, y pensar que hace menos de un día estaba dispuesta a hacerlo. La tristeza me empezó a invadir y sentía que me estaba ahogando por dentro.
—Esto parece una puta fanfic de One direction de esas que escriben en Wattpad, tan cliché.
Jade hablaba, pero me era imposible escucharla. Mi mente y mis ojos comenzaron a nublarse más. Me sentía tan confundida.
¿Apuesta?
—¿Sabes lo que más me duele Jade?, que nunca, jamás seré suficiente para que un Matthew Grosvernor se fije en mí.
—No digas eso amiga- trató de abrazarme y la aparté bruscamente.
—¿Porque más quería? No soy Alice, no soy tú... ¿qué tengo para ofrecerle? Me siento una completa idiota, le creí cada una de sus mentiras, lo llevé a mi casa e incluso conocí a sus papás. Todo para nada, todo falso porque lo único que le interesaba era acostarse conmigo.
Las lágrimas salían sin control, trataba de reprimirlas, pero era imposible. Jamás me había sucedido, siempre pensé que era fuerte y heme aquí, derrumbándome por un maldito hombre.
—Y ni siquiera acostarse conmigo por gusto, le tocaba por una apuesta.
Tomé mis cosas y empecé a correr medianamente hacia afuera.
—¿A dónde vas Minnie?, no vayas a cometer una locura, por favor- me gritó Jade antes de salir de su vista.
Tomé el Metro y llegué a casa, iba a tomarme unas horas libres. Ni saludé a mi abuela, seguí de largo y me encerré en mi cuarto.
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Nada más que la verdad
RomanceMellanie Fernández trabaja en un taller mecánico arreglando autos para así ayudar a su hermana en casa y ahorrar para los gastos escolares. Ella estudia en un instituto costoso, codeándose con los hijos de las familias más adineradas de Londres, do...