Capitulo Uno

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Era tarde

Muy tarde

Iba demasiado tarde a la escuela, y mi cabeza solo podía pensar en lo que había descubierto hace unas semanas, un secreto que me habían ocultado mi abuela y mi papá.

Tomé como pude todas las cosas que necesitaba llevar hoy.

Mi bolso, los libros, los trabajos que iba a vender y un proyecto de ciencias de un niño de noveno grado que me había pagado una suma considerable.

Eso hacía, vender trabajos, ya fueran escritos, ensayos, algún poema o reseña de cualquier libro, lo que sea para ahorrar dinero.

La mayoría de trabajos que me mandan a hacer era de la clase de español, con mi ascendencia latina y al ser mis padres inmigrantes, hablaba el español y lo entendía a la perfección.

No me despedí de la abuela ni de mis hermanos, tenía que salir literalmente corriendo al subterráneo, pues la escuela me quedaba exactamente a una hora.

Era de las mejores escuelas de todo el Reino Unido, Wellington School, tenía una beca y por eso me esmeraba en mis calificaciones, estaba consciente de que no podía vender trabajos, los reglamentos lo prohibían, pero cualquier fuente de dinero era bien recibida, solo espero que jamás me atrapen.

¡Rayos!

Me bajé del subterráneo como pude, era hora pico y estaba lleno de personas.

Las clases empezaban a las 8 y eran las 8:15.

Ya estaba llegando, corría como podía con todo cargado, no vi cuando el semáforo se puso en rojo para los peatones y fue cuando sentí un fuerte golpe.

Maldita sea, me habían atropellado.

Caí al suelo del gran impacto del automóvil, por un momento se me nubló la vista.

Después de unos Segundo reaccioné, me levanté como pude, con un dolor penetrante en la cabeza, solo podía ver mis cosas en el piso y peor, el proyecto ya vendido destruido. Era un volcán de lava y adivinen que, había hecho erupción.

—¿Estás bien? - escucho una voz masculina que me pregunta mientras recojo mis cosas del suelo, no me había percatado de que todo el mundo me había quedado mirando, mayoritariamente de la escuela.

—Si estoy bien- me quedo mirándolo cuando me doy cuenta que es el boxeador estrella de la escuela, le dicen Red Devil, nadie absolutamente nadie pasaba de un round con él.

—Debes llevarla al hospital- le dijo el amigo que puedo deducir que venía de copiloto con él.

—Es cierto, vamos para que te revisen esa herida, estás sangrando.

Toqué mi frente y efectivamente era sangre. ¿Qué haría?, no iba a ir al hospital, eran muy caros.

—Tranquilo estoy bien, solo necesito ir a clases-

Conocía a Matthew Grosvernor desde la primaria, habíamos estudiado juntos casi toda la vida y esta era la primera vez que le dirigía la palabra, tenía que resaltar que él nunca me había hecho bullying, tal vez era invisible para él.

—Red, al entrenador no le va a gustar esto, te dijo que no te metieras en problemas, mira que soy tu conciencia llévala al hospital.

—Pero ella se rehúsa, Liam.

—Miren, no pierdan su tiempo conmigo, tengo muchas cosas que hacer, ustedes también, es mejor dejar, así las cosas.

—No me importa lo que digas tu y yo vamos a ir al hospital-espetó Matt con tono duro

Nada más que la verdad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora