—Buenos días estudiantes, hoy es el día de la entrega de su trabajo sobre sense and sensibility, cómo saben es un concurso en donde participaremos, y de aquí vamos a sacar algunos ensayos para enviarlo.
Una estudiante empezó a recoger los trabajos, había hecho y vendido cinco, tal vez lo del rollo con Matt me había dado popularidad, no lo sé.
—¿Alguno de ustedes les gustaría compartirnos que escribieron? -dijo la profesora de literatura.
Levanté mi mano como de costumbre.
—Wow, Escuchemos al alumno Grosvernor que primera vez que participa.
Estaba sentado detrás, en los últimos puestos.
—No acostumbro a leer, pero alguien que me importa si lo hace, este libro en realidad tiene mucho de la vida real, familia desprotegidas, tratando de salir adelante.
Me miró a los ojos.
—Pero lo que más llamó mi atención, y que, según mi criterio, sucede mucho, son los mal entendidos y las suposiciones.
—¿De qué forma?
—A veces las personas creemos saber algo y no lo hacemos, así como Elinor Dagwood, que supuso que Edward se había casado con Lucy, y que desde que ella le dijo que estaba prometida con Edward no hizo nada, solo se resignó. ¿No Cree usted profesora, que se debe luchar por la persona que ama? ¿Aunque hayan mil cosas contra ustedes? Así sea deter una boda o... aclarar un mal entendido. ¿No cree usted?
—Interesante...
—Pero lo más importante, y que Desde que el libro fue escrito no ha cambiado, es el hecho que la sociedad sigue siendo igual. El egoísmo de las personas hace que al ver que alguien está feliz no les gusta y quieren acabarlo, solo triunfará quien confíe plenamente en la persona que está conociendo, de la cual se está enamorando.
Iba a refutar, iba a alzar la mano y contradecirle todo, pero algo me dijo que no lo hiciera.
—Buen aporte, suerte hoy en la final.
Jade me iba a dejar en el taller e iba por Alex, al parecer ambos iban a la pelea, bueno en realidad, todos iban a la pelea.
—No lo sé amiga, la gente especula que Matt perderá, que está desconcentrado y más por el contrincante.
—¿Contra quién pelea?
—Demolisher Minnie, esto va a estar brutal, Damian quiere revancha.
—Que le vaya bien.
—¿Estás segura que no quieres ir?, la pelea Empieza en unas horas, tienes tiempo de decidirte.
—No Jade, así estoy bien.
Había perdido la noción del tiempo arreglando un descapotable deportivo, Spencer y yo estábamos cubriendo a Alex esta vez, además yo se lo debía.
—Oye, el chico de ayer, lo estoy viendo desde aquí bajándose de un auto.
Me fijé a quien se refería.
Nunca me lo esperé. ¿Qué hacía Liam aquí?
—Mellanie, no nos conocemos, pero te necesitamos, Matt también.
—Lo siento Liam, no quiero tener nada que ver con él.
—Si es por esa estúpida apuesta, fue mi idea, y si, aunque Red me siguió el juego y al principio íbamos en serio, no sé qué pasó después que vi a mi amigo tan animado, tan feliz, que quedó en el olvido.
—Liam yo...
—No, escúchame, ese hombre te quiere, olvidamos la apuesta, ambos. Nunca, jamás volvimos a tocar el tema. Pues los dos sabíamos que eso entre los dos iba en serio.
Suspiró.
—Ven conmigo, a la arena. Él te necesita, Demolisher lo puede vencer y él se siente derrotado.
Miré a Spencer y a mi jefe, ambos me asintieron dándome luz verde.
—Ve, Minnie.
Liam me llevó a la arena, entramos y me escabulló hasta la fila A, la gente estaba tan bulliciosa como jamás antes. Se sentía la frustración en el ambiente.
—Este es el último round, van empatados. Tiene que ganar este, tiene que verte.
Como articulado por los dioses Matt me miró. Iba a empezar el último round de la pelea.
Me dolió verlo así, debo admitirlo. Estaba todo golpeado y un poco sangrando.
Me señaló y por un momento todos hicieron silencio.
El referí inicio el último round, Matt esquivó con agilidad dos intentos de golpes de Demolisher, y sacó su famoso gancho.
Nocaut.
Todo el público se levantó de las sillas, Liam corrió hacia el ring para felicitar Matt.
El referí dio a Matt como ganador. Todo el tiempo me miró, yo le sonreí y emprendí mi camino entre las personas hacia la salida.
Él había ganado y yo no tenía nada que hacer aquí.
La gente se aglomeró y no me dejaban llegar a la entrada.
—Mellanie.
Escuché mi nombre de sus labios a espaldas mías
Al darme la vuelta estaba Matt ahí, sudado y cansado en frente de mí.
Se había bajado del ring, y había ido detrás mío.
—No puedo decir nada que justifique lo que hice, porque estuvo mal. Esa apuesta, fue idea de Liam y yo lo seguí y eso no debió ser así, porque ahora entiendo que nadie merece eso, y menos tu.
Todo el mundo estaba petrificado escuchando atentamente.
—Pero no negaré que no me arrepiento de ello, porque puede conocerte y sin ella probablemente no hubiese pasado. Me gustas Minnie, me gusta que seas inteligente, que no seas igual a las demás. Me gusta que cuidas de tu familia, y sobre todo me gusta como soy Cuando estoy contigo. Me preocupo por ti. Confío en ti. Pienso en ti todos los días y no quiero que esa estúpida apuesta te aleje de mí, porque te quiero y esa nada más que la verdad.
—Oh Matt.
Lo besé sin importar que estuviera todo el mundo mirándonos, se sentía que solo éramos él y yo. Uno solo.
—¿Eso significa que me perdonas?
—Eso significa que podemos empezar de nuevo- sonreí
—Hola, soy Matt mucho gusto.
—Y yo Mellanie, ahora ve por tu trofeo.
—Ya yo gané el día que te atropellé, ya gané el día que pude conocerte.
Mi corazón se hinchó de felicidad.
—Te quiero Minnie, y quiero que seas mía, tu me entiendes como nadie.
—Te quiero, y soy tuya desde hace tiempo, esa es nada más que la verdad.
FIN
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Nada más que la verdad
RomanceMellanie Fernández trabaja en un taller mecánico arreglando autos para así ayudar a su hermana en casa y ahorrar para los gastos escolares. Ella estudia en un instituto costoso, codeándose con los hijos de las familias más adineradas de Londres, do...