Everett miró a los tres que parecían reaccionar de las tonterías que salían de sus bocas —¡Como se atreven a desidir mi futuro! —estaba molesto, más que eso —¡NO soy un premio que hay que ganar! — se giro y salió furioso del salon.

—ay, ala—murmuró el sultán —no te preocupes—le dijo a Stephen —solo hay que darle tiempo para que se calme —lo guió por el camino al interior del castillo.

Kaluu apretó los dientes —ya es hora de despedir a ese príncipe —

La noche cayó en Agrava, Everett se encontraba en el balcón, mirando a la noche estrellada que una vez compartió con alguien.

—¿que voy a hacer?—se preguntó frustrado Stephen, caminando por los jardines justo debajo del gran balcón del príncipe —Everett no quizo ni hablar conmigo —

Christine comía fruta, Thor y capa jugaban una pequeña partida de ajedrez.

—sabía que no funcionaria esta tontería del príncipe —dijo enojado.

Thor miraba atento el tablero —mueve ya—le dijo a la capa. La capa movió una pieza y lo dejó en jaque —¡buena jugada! —dijo impresionado —increíble me está ganando un trapo—

Stephen giro a verlos —Thor necesito ayuda —

Thor lo rodeo con el brazo —escuche amigo, si quiere cortejar lo tendrá  que disparar perfecto ¿si? —dijo con una voz de ganster.

—¿que?

Una pizarra aparecio —di le —giro el pizzsron donde una palabra muy colorida y muy bien resaltada estaba escrita —¡LA VERDAD! —le grito.

—claro que no—Stephen paso de largo haciendo que la imagen del pizarrón se devaneciera —si Everett se entera que solo soy una rata callejera, se reiria de mi —

—que se te prenda en foco —en la forma de un foco apareció sobre la cabeza de Stephen —tal vez le guste reír, a mi Loki le encantaba— volvió a su forma normal.

Stephen lo miró de brazos cruzados. Y Thor suspiro.

—ya, hablando enserio, tienes que ser tu mismo —dijo Thor y Stephen gruñó.

—eso es lo último que quiero ser—acomodo sus ropas —muy bien iré a verlo. Tengo que lucir ante el, seguro, confiable, elegante —dio una vuelta con la capa blanca de su traje y miró al genio —¿como me veo? —

Thor suspiro —igual a un príncipe —

Everett subió en Levi hacia el Gran balcón.

Everett se encontraba en su cama, Tony en su forma de Tigre se recostó en el suelo.

—Príncipe Everett—llamó Stephen desde el balcón.

Everett miró afuera de sus cortinas —¿quién es? —preguntó sorprendido.

—El príncipe —dijo tranquilo, pero enseguida aclaró su voz y tomó una pose elegante —el príncipe —

Everett salió apenas —yo no deseo verlo—

Stephen bajo el barandal —no, por favor, príncipe, deme una oportunidad —pdio queriendo ir hacia el, pero un Tigre lo detuvo haciéndolo volver a subir al balcón.

—dejeme en paz —ordenó Everett.

Stephen se retiro el turbante y trató de ahuyentar al Tigre —tranquilo, gatito, tranquilo—

Everett lo miró antes de irse. Grande fue su sorpresa al ver a aquel hombre del bazar.

—¡Espera, Tony! —se acercó rápidamente —que... ¿No te conozco? —

Stephen se coloco su turbante y miró a otro lado —no, no— bajo del barandal.

—te pareces a alguien que conocí en el bazar —el Tigre se acercó a Everett mientras el miraba al hombre nervioso.

—¿que en el bazar? —se arromo al barandal —no, no mis sirvientes son los que van al bazar—una mosca revoloteaba cerca de el.

Everett miró al Tigre, ninguno se creía aquello.

—incluso mis sirvientes tienen sirvientes que van al bazar por ellos—alejaba a la mosca que lo molestaba. —así que no pude estar en el bazar—

Everett suspiro —no, supongo que no—

Thor le daba ideas de que podía decir.

—príncipe usted es tan... —varios piropos que le llegaban de consejo solo uno logró procesar —¡puntual! —

—¿puntual? —

—¡hermoso! —corrigió.

Everett sonrió y se cruzó de brazos —y también soy rico —

—si—dijo Stephen. Everett empezó a hacerse.

—hijo de un sultán...

—ya lose

—un buen partido para cualquier príncipe —se paro delante de Stephen mirándolo fijamente.

—si, si, un príncipe, como yo—miró aún lado, sintiendo el barandal muy pegado en su espalda. Thor grito 'peligro' una y otra vez en su oreja

—así es, un príncipe como tu—pellizco su nariz y luego jalo la pluma de su turbante —¡y como tantos petulantes y vanidosos que he conocido —bajo el turbante y luego cubrió su cara con la capa blanca que llevaba.

Se alejo mientras Stephen quitaba todo lo que se le había puesto encima.

—largo ¡lánzate del balcón! —le grito volviendo a su cuarto.

—¿que?

—¿quieres que lo pique? —le pregunto Thor.

Stephen lo miró mal —¿que? No —

—bueno, como quieras, pero como dicen en mi colmena la mentira no es buena— se metió en la lámpara que estaba dentro del turbante.

—¡si, claro! —dijo Stephen

Everett se giro —¿que?

—eh.. Que tienes razon— Everett lo miro arqueando una ceja —ya se que tu no eres un premio que hay que ganar —

El Tigre y el príncipe lo miraban incrédulos subir al balcón.

—Debes ser libre y decidir tu vida —dio un paso fuera del balcón, al aire —adiós —dijo dramático.

Everett lo vio caer al vacío —¡NO! —

La cabeza de Stephen se asomo —¿que? ¿Que? —

—¿como? —arqueando una ceja Everett se arrimo al balcón a ver como flotaba aquel hombre. —¿cómo pudiste hacer eso? —

Stephen floto en la capa roja de vuelta al balcón —es una capa mágica, se llama Levitation—

—es tan bonita—le alabó y la capa con una de sus esquinas tomó su mano y la "beso".

—podemos dar un paseo si quieres—dijo coqueto. Everett lo miró desconfiado. —salir del palacio, ver el mundo—

—¿es seguro? —le preguntó viéndola por todos lados.

Stephen se puso de pie aún sobre la alfombra —claro ¿no confías en mi? —

Everett sintió al mundo aclararse, y al mismo tiempo derrumbarse —¿que? —

Stephen extendió su mano y lo miró sonriente —¿confías en Mi? –

Everett extendió su mano con lentitud y tomó la mano de Stephen —si —le sonrió dejándose llevar, y subiendo junto a él.

AladdinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora