one shots; harry styles

bad kind of butterflies; camila cabello

23/01/18

Todo empezó hace unos meses, cuando el tour inició y te fuiste.
Ya teníamos algunos problemas en la relación y las condiciones en las que quedamos al marcharte no fueron las más óptimas, sin embargo de ninguna manera me justifico con eso, la verdad es que no mereces nada de esto.

¿Recuerdas a Oliver, el mejor amigo de mi hermana? Sé que dije que éramos amigos, y cuando lo dije lo dije en serio, pero algo pasó entre ahora y ese entonces, y se convirtió en más que una amistad.

Él vino a casa una noche en la que estaba sola y triste, y en pocos minutos me subió el ánimo de una manera increíble. Con el paso de los días sus visitas se transformaron en costumbre y venía siempre que pudiera a quedarse conmigo, así yo no me sentiría mal por la falta de tu compañía, pero una noche, de la cual no recuerdo casi nada, ambos estábamos necesitados y sucedió.

Me sentí culpable después de hacerlo, fue inevitable, pero él tenía algo que me hacía sentir tan bien que no pude dejarlo. Continuamos viéndonos y continuamos haciéndolo, hasta que la pequeña gira terminó y regresaste. Decidimos dejar los encuentros románticos en el pasado, tú ya estabas de vuelta y yo me sentiría completa nuevamente, pero no pasó.

Tú decidiste pasar las fiestas con tu familia y yo hice lo mismo con la mía, mas no conté con que el estaría allí. No pudimos controlarnos y al amanecer de navidad yo estaba abrazada a él en mi cama, y así siguió sucediendo toda esa semana hasta que volví a casa.

¿Qué tengo que hacer cuando te amo pero deseo a alguien más? ¿Qué es lo que pierdo si no elijo y me lo guardo para mi misma?

Al llegar tu estabas tan feliz, habías vuelto a ser tan amoroso y atento como antes que todo sucediera, y eso solamente me descolocó, y destrozó. Y lo peor es que sigues siendo igual de perfecto.

Yo te traicioné, rompí una promesa de fidelidad que sé que tu nunca serías capaz de quebrantar y tú cada vez que llegas a casa me besas y me abrazas como si nada hubiera cambiado, porque para ti nada ha cambiado.

Recuerdo que antes hacías eso y luego ya pasada la medianoche me retenías en nuestra cama con tus brazos y cantabas las canciones más bellas que podían venirte a la mente en mi oído y yo sentía un revuelo único en mi estómago. La felicidad y adoración me inundaban y no podía parar de mirarte, pero ahora cada vez que lo haces sucede todo lo contrario.

Me di cuenta que tengo un mal tipo de mariposas, como cuando tienes algo que ocultar y te esfuerzas lo más posible para no dejarlo salir a la luz, o cuando mientes, diciéndome y diciéndote que estoy bien esta noche. Un mal tipo de mariposas que subió a mi pecho y no parece querer dejarme tranquila hasta que todo lo que más me aterroriza contar sea sabido por ti.

Hay algo que debo confesar, hay alguien más en mi cabeza, pero no de la misma manera que antes. Cada vez que pienso en él y en lo que hicimos me arrepiento y lamento una y otra vez, pero eso no borrará lo que sucedió. Nada lo hará.

Lo he estado pensado los últimos días y ya es momento de confesarlo, de que finalmente lo sepas.

Me advierto que es un error, pero sólo sé que tengo que hacerlo.

Después de lo que voy a decir, entendería que me odiaras.