all these years; camila cabello

1.4K 86 16
                                    

Segunda parte.

2017

Blue.

Ya pasaron dos días desde que él estuvo conmigo en la panadería, y desde ese momento no ha vuelto a aparecer.

Una parte de mi siente un gran alivio, ya que no sé qué podría ocurrir si nuestro encuentro a solas se repitiera, pero a la vez me hubiese gustado que demostrara interés en verme de nuevo. Él mismo me dijo que me había extrañado mucho y que quería volver a estar conmigo, supongo que habrán sido frases que salieron sólo por el momento y no las decía en serio.

Me convenzo para dejar de pensar en eso y me levanto de mi cama, dirigiéndome a la cocina así preparo algo de desayunar. Como hoy es domingo la panadería está cerrada, lo que significa que mis días ayudando a mi abuela terminaron. Le había prometido que haría algo en el pueblo, pero la verdad no me puse a pensar qué, tal vez vaya a caminar antes de almorzar así despejo mi cabeza y tomo algo de aire.
Como relajadamente las tostadas con queso junto a una taza de té, y cuando termino regreso al dormitorio para cambiarme y revisar la hora, algo que no he hecho desde que me desperté. Son casi las diez treinta, usualmente me parecería tarde, pero hoy es domingo y época de fiestas, por lo que no debo preocuparme por ningún horario. Elijo ropa abrigada para soportar el frío matutino y arreglo sólo un poco mi cabello antes de cruzar la puerta de mi casa y avanzar hacia el exterior.

Meto las manos en los bolsillos de mi campera y camino por la vereda, sin estar segura de mi destino, pero evito pensar en eso para no alterarme. Las calles están desoladas, debido a que el frío y las densas nubes no son un buen ánimo para salir, lo cual me alivia ya que no tengo ganas de saludar a mis conocidos.
Cuando pasaron lo que yo calculo unos quince minutos, se me ocurre un sitio a donde ir, un lugar al que no he ido por casi una década. Mi trayecto hacia allí dura poco más de cinco minutos, y al apenas llegar y ver los árboles junto al verde césped me inunda un mar de emociones.

Atravieso los enormes arcos de ladrillo y no puedo evitar notar cómo en una zona de ellos se encuentran montones de objetos y escritos en la pared, por lo que me acerco a examinar más de cerca. Visualizo nombres y frases en tinta negra, y en el suelo hay flores o lo que podrían ser regalos, y no tardo en percatarme por quién es todo esto.

- Cada vez que vengo aquí está más lleno- dice una voz a mis espaldas, la cual puedo reconocer instantáneamente-. Suelen dejar cosas bastante bonitas.

Pretendo que no lo escuché y continuo mirando sin hacer movimiento alguno, momentos más tarde lo siento posicionarse a mi lado.

- No te he visto merodear por aquí hace ocho años, ¿qué te ha hecho volver?- en su pregunta resalta curiosidad.

- Sólo quise caminar por el pueblo y se me ocurrió venir aquí- le respondo, ya que no podía seguir ignorándolo-. Pero ya me iré así puedes estar tranquilo.

- No es necesario- suelta rápidamente, lo que me extraña porque él nunca habla con tanta velocidad-. Me encantaría caminar por aquí contigo.

No sé qué contestar, probablemente debería decirle que no, pero no soy capaz de negarme a él.

Dejo pasar unos segundos mientras medito mi respuesta, sin voltear a verlo en ningún instante, pero antes de que pueda hacer algo para evitarlo, él está frente a mi.

- Necesito hablar contigo, por favor- suplica intentando conectar sus ojos con los míos-. Di que sí.

No puedo continuar negándome, así que asiento y logro escuchar como un suspiro de alivio abandona su boca.

one shots; harry stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora