little things; one direction

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2019

Era un soleado sábado de verano, ya habían pasado las diez de la mañana y la temperatura no paraba de subir en toda la ciudad. Harry estaba libre ese día y decidió que sería buena idea ir al apartamento de su novia y sorprenderla con su visita, además de llevar comida para desayunar. Paró en una panadería en el camino y pidió una tarta de frutillas y crema, como tanto le gustaba a él y a su chica, junto a una caja con media docena de donas. Probablemente no acabarían todo, pero siempre prefería llevar de más.

Condujo tranquilo hasta el edificio y al llegar estacionó a pocos metros de la entrada, bajó de su auto y se dirigió al interior del lugar. Saludó amablemente a la gente de la recepción y tomó el ascensor hasta el piso de Caroline con las cosas que había comprado, su teléfono y llaves en mano. Tarareaba relajadamente una canción de su antigua banda mientras subía adentro del mediano compartimiento.

- Maybe that's the reason that you talk in your sleep- murmuró el verso al momento en que se abrieron las puertas de metal y pudo salir.

Caminó un poco y colocó la llave correspondiente en la cerradura al estar frente a ella, la abrió y se adentró en el espacio. Depositó la comida y sus pertenencias en la mesa de la cocina y fue directo al dormitorio de su pareja. Se sorprendió al ver el panorama allí dentro: Caroline estaba semi desnuda utilizando únicamente su ropa interior, acostada boca abajo en el colchón, su pelo suelto cubría parte de su espalda y sus piernas estaban ligeramente abiertas.

Harry se quedó plasmado observando la escena, nunca había tenido la oportunidad de apreciar a su novia de esa manera, ni siquiera en traje de baño.

De los seis meses en los que estaban juntos y al menos dos años de conocerse jamás tuvieron un acercamiento más allá de abrazos y caricias inocentes, y cuando llegaban a suceder situaciones pasadas de tono, Caroline retrocedía al instante.

Lo cierto detrás de esto es que ella desde sus primeros años antes de entrar a la adolescencia estuvo cargada de inseguridades. Nunca fue la típica chica de portada de revista que modela con sonrisa radiante y dientes perfectos o la que muestra sus largas y angostas piernas en anuncios de televisión, y eso siempre la atormentó.
Era alta y con presentes curvas que odiaba tener y mostrar, engordaba fácilmente por lo que poseía algunos kilos de más que se distribuían en dos partes clave de su cuerpo: sus muslos y abdomen. Esas zonas eran las más odiadas de su cuerpo y que siempre la persiguieron más que ninguna, cada vez que se miraba en el espejo su vista iba directo a ellas y muchas veces había declinado el usar diversas prendas debido a como las hacían lucir. Ella las sentía como algo desagradable e indigno de mostrar a cualquier persona, incluso a la que más amaba, que era su novio.

Harry sabía muy poco de las inseguirades de Caroline, las notaba diariamente en distintos aspectos pero nunca quiso tocar el tema a causa de la delicadeza de éste. No quería que pensara que sentía pena o compasión por ella cuando lo que en realidad quería es que se viese de la misma manera que él lo hacía.

Se quedó apoyado en el marco de la puerta durante más de cinco minutos visualizandola de esa forma en la que él tantas veces había imaginado encontrarla junto a él por las mañanas, hasta que la chica comenzó a removerse en la cama. Giró un poco sobre su eje y segundos después reposó su cuerpo boca arriba, dejando ver lo que restaba de su cuerpo perfectamente junto a sus dos más grandes defectos.
En ese instante Harry supo que definitivamente a Caroline no se le pasó en ningún momento la idea de que el pudiera estar en su habitación observandola, porque no habría manera de que se mostrase así sin tener algún pudor.

La muchacha abrió los ojos lentamente, acostumbrándose a los molestos rayos de sol que traspasaban sus cortinas y pasando suavemente una mano por su rostro para disiparlos. Harry sonrió con ternura pero no emitió ni un solo sonido, no quería asustarla. Ella bostezó y fue ahí cuando se dio cuenta de su prescencia, reaccionando rápida e instintivamente con sorpresa, buscó desesperadamente la sabana que estaba hecha un bollo en su cama y se tapó.

one shots; harry stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora