Scorpion y Sub-Zero, una rivalidad eterna. Dos guerreros implacables jurados a destruirse. Pero, ¿podrían luchar juntos? ¿Qué pasará cuando un pueblo lejano sea atacado por sus propios dioses? ¿Qué pasará cuando Scorpion y Sub-Zero se vean varados a...
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Scorpion atravesaba varios arboles de un solo golpe; rodando por el suelo hasta caer boca abajo envuelto en tierra.
—¿Qué? —se preguntó al levantarse, estaba sintiendo dolor; uno punzante en su pecho. Al bajar la mirada, vio que su pecho estaba abierto, sangrante. ¿Pero como podía sentir dolor? Era un demonio, estaba muerto.
En eso, el jabalí aterrizó metros al frente de él, y cada vez que lanzaba un chillido los árboles se movían, como si fueran empujados por una gran ventisca. Y el filo de su hacha, brillaba en verde. Sin duda aquella arma debía tener algún encantamiento, algo para luchar con entes como él. Scorpion se levantó, y entre cerrando los ojos, deslizó dos de sus arpones por sus manos. El dios seguía chillando, hambriento de sangre.
—Cállate —susurró Scorpion antes de arrojar ambos arpones.
En el poblado, Sub-Zero bloqueaba las miles, y miles de espadas samurái con sus cuchillas hechas de hielo. Lo tenían rodeado, Sub-Zero solo podía defenderse. El guerrero Lin Kuei, arrojó sus cuchillas y extendió los brazos invocando su poder; congelándolos. Y saltando fuera de ahí, vio que varios de aquellos seres, ya se dirigían al pueblo. En eso, el guerrero presionó sus manos contra el suelo, y concentrándose como nunca, logró que grandes paredes de hielo salidas por debajo del suelo, cubrieran el pueblo. Los seres regresaron su atención a Sub-Zero, empezando a duplicarse así mismos.
—Mierda —exclamó Sub-Zero al ver como todos iban en contra de él.
El guerrero corría entre ellos, congelándolos para luego destruirlos de un golpe o patada, arrancando columnas, y destrozando cabezas. Pero no dejaban de duplicarse, era una pelea infinita. Pronto rodearon a Sub-Zero, y uno de los seres corriendo por su espalda, le clavó su espada en el hombro derecho. El ninja grito para girarse y apuntar con su mano izquierda en contra del ser, disparando una ventisca que congelo la cabeza del mismo, y rápidamente congelo la hoja atravesada para así romperla fácilmente. Pero esto solo le dio la oportunidad a los demás seres de saltarle encima. Pronto había una montaña de aquellos guerreros, pero para su mala suerte, un rayo gigante ascendió desde el fondo congelándolos a todos. Sub-Zero se levantó jadeando, usando su poder para detener la hemorragia de su hombro. Pero aún había seres restantes, los cuales se seguían multiplicando.
En el bosque, Scorpion se teletransporto por la derecha del Jabalí, pateando la rodilla del dios y haciéndole gritar. Este se giró lanzando la hoja de su hacha a por Scorpion, este solo saltó por encima de esta, rodando en el suelo mientras sacaba sus katanas. El dios se abalanzó a por Scorpion con el hacha por detrás de su cabeza, pero al descender su arma, Scorpion desvió el ataque con sus Katanas. Así estando un minuto, con el dios arrojando su hacha, y Scorpion desviándola, para posteriormente teletransportarse a sus espaldas; encajándole las mismas. El dios rugió arrojando un codazo directo a la nariz. El guerrero salió volando a un árbol, mientras sus katanas se mantenían clavadas en la espalda del dios. Pero Scorpion volvió a subestimar al dios, creyendo que por su gran pansa, este sería lento. Muy equivocado, ya que al levantarse, ya lo tenía en frente, siendo impactado en el estómago por el hacha. El guerrero gritó mientras la sangre bañaba el suelo, deslizando su arpón en su mano derecha, para así clavárselo al dios en el ojo derecho. El jabalí en medio de un grito de dolor, alzo su hacha por encima de él; mandando a volar a Scorpion, el cual cayó estrellándose con las ramas de los árboles hasta al fin tocar el suelo. El guerrero luchó por levantarse, pero la sangre no dejaba de brotar, sus heridas no sanaban. Sentía dolor, cansancio; ya había olvidado esas sensaciones. Pero su determinación; su ira le ayudaron a levantarse.
