-Años atrás-
Un hombre de gran barba, con un uniforme de amarillo con negro, y dos espadas en su espalda, salía al prado de su ya extinto clan; con una niña en sus brazos, sangrante.
—Resiste, por favor —pedía entre llantos el hombre llamado Hanzo Hasashi, su hija apenas y podía mantener los ojos abiertos. Pero él también estaba herido, quemado por hielo. Las piernas terminaron por fallarle, cayendo hincado.
—Papá —dijo la niña—, las estrellas, son muy hermosas.
—Así es Noke, lo son —respondió Hanzo sabiendo el inevitable resultado—. Míralas —exclamó en medio de un quejido—, ellas te guiaran en tu camino. Te guiaran junto con tus hermanos, tu madre. Ustedes son demasiado buenos para este mundo corrompido.
—¿No vendrás? —preguntó la niña mientras sus ojos iban cerrándose.
—No hija —respondió Hanzo abrazando al último estrago de su amor, tocando su mejilla con la frente—. Eh sido un hombre muy malo, el camino al que pertenecen no lo puedo seguir. —Poco a poco, el alma de su niña iba desvaneciéndose, casi tan rápido como las lagrimas de Hanzo iban cayendo—. Te juro, que aunque no respire, tu recuerdo siempre hará latir mi corazón.
Y ahí, mucho antes de Quan Chi, Hanzo murió, y Scorpion nació.
-Actualidad-
Un corazón palpitante, latía en el prado con un arpón clavado en el. Al frente, la diosa de los zorros aún yacía viva. Recostada en los brazos de su verdugo, mirando el cielo.
—Al-menos-pude verlas una vez más —exclamó la diosa con lágrimas en los ojos.
—Lo siento, trate de impedirlo —le dijo Scorpion.
—Quizás la humanidad no este tan perdida —exclamó la diosa mientras sus gotas, bañaban por última vez el prado verde.
—¿Qué?
—Si-un... Si un hombre que fue consumido por la venganza, es capaz de abrazar con ternura a una mujer en los lechos de su muerte. Acompañarla hasta la puerta de la nada... Quizás un corazón noble sí pueda marcar la diferencia. Un grano de arena, puede mover el hilo del tiempo... —Y con esas últimas palabras, fue con la que la diosa de la vida se despidió de ella misma.
Sombras, salieron de dentro del bosque, con una pose triste. Tenían forma humana, las cuales, comenzaron a quemar árboles con solo el tacto. Empezaron a matar animales. A su pasó, las flores, plantas, se marchitaban.
Scorpion alzo la cabeza, notando como las estrellas iban apagándose. La vida era luz, la vida se había ido, la luz con ella. En el pueblo, Ludoku, Sub-Zero y Noob Saibot defendían la entrada del mismo. Pero los dioses lobo empezaron a hacerse lentos, cayendo al suelo; agonizando.
ESTÁS LEYENDO
Mortal Kombat: Scorpion/Sub-Zero Hermandad (Tierra 4)
FanfictionScorpion y Sub-Zero, una rivalidad eterna. Dos guerreros implacables jurados a destruirse. Pero, ¿podrían luchar juntos? ¿Qué pasará cuando un pueblo lejano sea atacado por sus propios dioses? ¿Qué pasará cuando Scorpion y Sub-Zero se vean varados a...