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¿En dónde dijo que es? — Ten observa con detenimiento los puestos y establecimiento de la calle principal, HaeChan le encargó buscar a uno de sus viejos amigos.

Yang, Kun y Hae tenían varias cosas que hacer y Ten sindo el único sin pendientes, le tocaba hacer parte del plan.

Lastimosamente, HaeChan no fue muy específico a la hora de describir el lugar dónde su amigo trabajaba.

Le sorprende que varios miembros del círculo trabajaban, y algunos incluso son dueños de sus negocios. Al ser un pueblo pequeño, muchos negocios son tradicionales o artesanales.

Continúa caminando y Ten comienza a sentirse un poco cansado, mira su teléfono y llama a HaeChan. Sus pies continúan moviéndose pero se detienen cuando su cuerpo choca con un objeto duro. Por tener los ojos pegados en el celular, Ten no nota que acaba de toparse con alguien y su teléfono cae al suelo.

Deberías tener más cuidado. — Habla la persona frente a él al tomar el aparato que yacía en el suelo.

El propietario de la voz le devuelve el teléfono a Ten y es en ese momento cuando ambos pueden observar el rostro contrario.

Ten lo recuerda diferente. Ahora tiene el cabello más claro y está ligeramente rapado a ambos lados de su cabeza.

TaeIl, tiempo sin verte. — Dice Ten con una sonrisa.

Ten se me acerca para envolverlo en un abrazo pero el mayor lo detiene colocando su mano frente de él.

Abstente. No puedo decir que,...— TaeIl se aclara la garganta. — Te eche mucho de menos. — Eso toma desprevenido a Ten.

¿Puedo saber el por qué de esa situación? — Pregunta Ten con un tono más seco que el que empleó antes.

TaeIl se encoge de hombros y enarca una ceja.— ¿Acaso no es obvio? Te largaste así cómo si nada y después no te comunicaste con nadie. — Hace una pausa.— ¿Debería seguir hablando, Tennie? — Ten está muy sorprendido por las expresiones que TaeIl usa al hablar. Admite que el mayor tiene puntos a favor pero su conducta no es del todo adecuada.

Ya veo tu falta de madurez. Honestamente, es decepcionante, TaeIl hyung.—

Te vas sin que te importe y luego regresas actuando cómo si nada hubiera pasado. ¿Y yo soy el decepcionante? Vaya, Ten, que pena.— TaeIl chasquea la lengua y niega con la cabeza. — Pero bueno, será mejor continuar mi paso, HaeChan ya me comentó todo y no sabes la emoción que me invade al saber que nos reuniremos todos otra vez. — Contrario a sus palabras, TaeIl no refleja entusiasmo alguno en los gestos que él emplea.

La emoción es mutua, hyung. — Tem rodea a TaeIl y sigue caminando, reanudando su búsqueda. Le importa muy poco cómo el mayor a tomado su acción.

Ten sigue estando algo perdido hasta que se encuentra con una amable señora mayor que le indica por donde debe ir.

El lugar en cuestión es una carnicería. En las ventanas se pueden apreciar los distintos tipos de carne que el local ofrece. Ten considera la idea de comprar uno que otro producto.

Al abrir la puerta, ésta choca con una minúscula campana que indica la llegada de un nuevo cliente. No hay nadie detrás del mostrador pero esto dura unos pequeños segundos ya que una figura aparece de la puerta de la izquierda con un objeto entre las manos.

Oh. —El chico suena y luce sorprendido cuando sus ojos chocan con los de Ten.— Un cliente, ¿qué le puedo dar? — Dice comenzando a cortar carne en la tabla que ha traído. El sonido del cuchillo contra la madera suena a la par cómo un metrónomo.

¿Me...recuerda? — Pregunta Ten.

El chico detiene su acción con un fuerte golpe contra la tabla. Su cabeza lentamente se levanta y finalmente, una expresión sin emoción y ojos serios observan aguda y punzantemente a Ten. Éste da inconscientemente un paso hacia atrás.

La expresión del chico con la tabla cambia repentinamente. Una sonrisa despreocupada se asoma de entre sus labios y sus ojos forman dos lunas crecientes, dejando oír una carcajada.

Ten deja escapar un respiro y sonríe. "Ah...ahí está el gracioso de él."

¡¿Cómo te podría olvidar, hyung?! No te abrazo pues tengo las manos...—un liquido rojizo manchan las manos, camiseta y parte de los brazos del chico tras el mostrador.

No te preocupes, JaeHyunnie. También es bueno verte, amigo. —

JaeHyun sonríe y reanuda su tarea de cortar la carne en la tabla. — Y, ¿a qué se debe que Ten hyung esté de vuelta en la ciudad?

Vengo a pasar las vacaciones con mi madre.— Ten suspira y se recarga en el mostrador.— Por cierto, debo notificarte algo. —JaeHyun detiene de nuevo lo que hace y mira a Ten con rostro expectante. — Me puse de acuerdo con Kunge, Yang y HaeChannie, para que juntemos a todos y nos veamos en el Paraíso Cromático mañana antes de que salga el sol.

¡¿Cómo lo hacíamos antes?! — JaeHyun está emocionado cual niño enterándose que visitará un parque de atracciones. Ten pronuncia un leve "ajá" y el menor da un pequeño brinco.— ¡Será grandioso, hyung! ¿Todos han aceptado?

No lo sé con exactitud, Kunge y los otros dos se encargarán de ello. A mí me encargaron avisarte, JaeHyunnie.—

JaeHyun da un golpe al aire y se muerde el labio inferior con una expresión de alegría. — Es grandioso, hyung. Será muy divertido. Espero y los demás lo vean igual que yo.

Ten solo roda los ojos mientras fragmentos de la conversación con TaeIl cruzan su mente.

Ten se marchó de su hogar y dejó a sus amigos sin siquiera mirar atrás. Ni siquiera se trató de comunicar con sus viejos compañeros, pero hey, él no es responsable de la totalidad de la culpa. Ellos tampoco hicieron algún esfuerzo por encontrarlo a él.

Pero ahora no importa. Ten está feliz de poder verlos de nuevo. Aunque, en cierto modo, todo esto es solo un acto de hipocresía. Al final del día, él tendrá que regresar a su hogar en los Estados Unidos.

Abandonándolos de nuevo.

Comparto ese deseo, JaeHyun ah. —Habla Ten con voz tenue y mirando al piso.

Roue De CouleurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora