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Sus narices juntas, sus dedos entrelazados y sus ojos puestos en los contrarios. Un cuadro bastante tierno y bello realmente. Amor juvenil.

Cuando el amor se apodera de uno, le atonta y no le deja pensar con claridad.

La mano de uno de ellos juega efímeramente con los cabellos castaños del flequillo del contrario antes de delinear pequeños círculos en su mejilla. El castaño ríe leve y silenciosamente.

Yah, detente, Lucas-ah. —El aludido sacude la cabeza.

¿Cómo podría? Simplemente es inevitable que haga esto. Tienes un mancha en el rostro.—

¿Enserio? —el castaño se lleva ambas
manos a su mejilla y se la restriega un poco con éstas. Lucas esboza una diminuta sonrisa de lado. El castaño se da cuenta de la situación, se gira rápidamente con un rubor en las mejillas y un expresión de molestia se refleja en su rostro.

Lucas roda los ojos, pero aun así, mantiene la sonrisa en su rostro. Coloca su barbilla en el hombro contrario. Éste se revuelve incómodo, pero al final, le permite recargarse en su hombro.

Sus manos se pasean por las teclas del piano, como usualmente. Presiona suavemente hasta que la tecla 'Do' suena resonando en la habitación. La respiración de JungWoo se mantiene tranquila por unos instantes, pero se agita ligeramente.

Sus manos comienzan a sudar, su boca se reseca y siente un ligero frío recorrer su cuerpo. Él empieza a tocar la escala de do mayor para practicar.

¿Estás listo para esta noche? —Le pregunta Lucas gentilmente al oído.

Do.

JungWoo asiente con nerviosismo e inseguridad. Sus manos siguen húmedas, pero poco le importa eso a Lucas, y les toma con las propias. JungWoo trata de mirar al menor directamente a los ojos.

Tranquilo, estoy aquí, no tienes por qué
temer. —Habla Lucas con tono estable y voz melodiosa.

JungWoo sabe que debe estar tranquilo, pero no lo puede evitar. La presentación de esa noche es algo bastante importante para él.

Cada año, el pueblo realiza un pequeño festival musical en donde las personas con talento se presentan y ganan alguna clase de premio. Este año, el premio es dinero, y mucho dinero.

JungWoo lo necesita realmente puesto que su situación económica no es totalmente estable. Por supuesto que sus padres tienen empleos que les dan para subsistir, pero esto es solo a duras penas.

JungWoo detesta que su madre trabaje. Ella se cansa y a él no le gusta verle así puesto que se comporta de una manera más temperamental que la usual.

Él no recuerda cuando fue la última vez que vio a su madre sonreír y puesto que él adora a su madre con el alma, haría lo que fuese para darle una mejor vida. Si ganara el premio gordo, seguramente lograría cumplir su cometido. Y el chico de facciones occidentales ha sido
un gran pilar para él.

Lucas incluso ha trabajado horas extras con TaeIl en el taller para darle dinero extra a la familia Kim. Él no es tan buen
mecánico como lo es TaeIl y su padre, pero le echa muchas ganas para conseguir buen dinero. Esto es algo de lo que JungWoo está totalmente agradecido.

Re.

El castaño sonríe como un tonto, toma el rostro del menor con sutileza y le planta un tierno beso que paulatinamente se convierte en uno más pasional y desesperado. Lucas profundiza el beso haciendo que JungWoo se eche ligeramente para atrás, y por consiguiente, presiona las teclas de piano, haciendo que éste suelte unas notas alborotadas.

Roue De CouleurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora